lunes, 29 de noviembre de 2010

CADA DÍA UN COMPROMISO Y UN PASO MÁS

cada día un compromiso; cada día
un paso más para ir construyendo un
pesebre de amor, junto al Niño DIOS
en mi corazón.

Cada día, si te parece, podemos ir compartiendo
el esfuerzo y la actitud del compromiso contraído.
Quizáz así podamos lograr que cuando nazca el
Niño DIOS, nuestro Belén esté preparado para
acogerlo. 


La venida del SEÑOR tiene significado cuando nos esforzamos en encarnarnos en ÉL,  o lo que es lo mismo, cuando intentamos llevar a nuestra vida sus actitudes y estilo de vida. Pablo de Tarso lo decía al proclamar que era CRISTO quien vivía en él. Y ese debe ser, con toda humildad, nuestra objetivo en el camino a recorrer preparando la venida del SEÑOR.

Cada día debo poner un pedazo del pesebre en mi corazón, y con él dar acogida, calor, fortaleza, paz, justicia, comprensión, compañía, sencillez, ternura, mansedumbre, bondad, caridad y mucho amor. 

Cada día debo subir un escalón en mi compromiso con la construcción de ese pesebre que nacerá al final, y que, de estar a la espera y en camino, encenderá mi vida y le dará sentido, paz, sabiduría y fortaleza alumbrándole el camino.

No son cosas nuevas ni heroicas lo que debo proponerme, simplemente lo que hago cada día hacerlo con compriso y amor. Compromiso de hacerlo como si de mí se tratara y con amor de gratuidad, tal y como lo he recibido.

Y con mucha humildad, porque la "Humildad" es la llave de la conversión, y sin ella, no haré que nazca y crezca el Niño DIOS en mi particular pesebre.