miércoles, 10 de marzo de 2021

LA PERFECCIÓN DE LA LEY: EL AMOR

Mt 5,17-19

La ley queda siempre limitada y no abarca todo lo que demanda los actos de la vida del hombre. Hay lagunas y, por tanto, no se llega a lo más profundo del corazón del hombre ni conoce sus últimas intenciones. Nada sabe de sentimientos ni tampoco de emociones. En consecuencia, adolece de misericordia. Jesús, el Hijo de Dios, viene, por tanto, a perfeccionar la ley y llega, por y con amor, a lo más profundo del corazón del hombre.

El amor es la expresión máxima de la perfección y en donde la ley encuentra su plenitud. Jesús nos dice: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Es el Amor quien da perfección a esa ley que, quizás, se queda en el cumplimiento y no llega más allá. El amor se da cuenta de todo, llega a las últimas y más profundas intimidades. Valora, por insignificante que sea, todo detalle y todo acto del hombre. Todo cobra valor para el amor.

Precisamente, nuestra salvación viene gracias al amor misericordioso que nos anuncia Jesús de parte de su Padre. Indudablemente, la ley tiene su cumplimiento en el amor.