jueves, 31 de julio de 2025

NECESIDAD DE SILENCIO PARA DISCERNIR

    Hay momentos en los que siento la necesidad de guardar silencio. Silencio suficiente como para poder escuchar, dentro de mí, lo verdaderamente importante. La vida está llena de cosas buenas, pero no todas son necesarias. Algunas lo son; otras, imprescindibles; muchas, simplemente útiles… y otras, directamente, van a la basura.
 
   En medio de estos pensamientos, escuché la voz de un amigo inconfundible.

    —Buenas, amigo. Me alegra encontrarte por este lugar tan nuestro y tan frecuentado. ¿Te invito a un café?
  —Buenos días, Manuel. No, gracias, acabo de tomármelo. —¿Cómo estás? Justamente estaba reflexionando sobre la importancia del silencio en nuestra vida. Sobre todo para discernir cuáles son los valores realmente imprescindibles. ¿No te parece?
   —Sí, estoy de acuerdo contigo. Y añado que, en la vida, hay valores que son esenciales, otros no tanto, y muchos más que solo son de uso cotidiano… y terminan en la basura. Saber discernir, como bien dices, es fundamental para el rumbo de nuestra vida.
    —Estamos de acuerdo, Manuel. Pero dime: ¿cuáles son, para ti, esos valores? 
   —Lo tengo claro: todos aquellos que cuentan en el Reino de los Cielos, al que estamos llamados. Para mí, esos son los imprescindibles. Y también los medios que nos ayudan a alcanzarlos. ¿Me entiendes?
   —Sí, creo que sí. Me estás diciendo que todos los valores que llevan la sustancia del amor y del servicio gratuito son los importantes. Y que todo lo que carece de ese espíritu, no cuenta. ¿Es así?
   —Exactamente. Quienes aman gratuitamente y sin condiciones son los verdaderamente elegidos. Quienes se aman solo a sí mismos y miran únicamente por ellos, serán descartados.
    —Creo, amigo Manuel, que has dado en el clavo.

    Todos nuestros logros y esfuerzos adquieren verdadero valor cuando buscan la verdad y la justicia de los más necesitados. Y cuando lo hacemos desinteresadamente, movidos por el amor y la compasión.
Pedro y Manuel, después de un diálogo sincero, habían coincidido: discernir es reconocer el valor de lo verdaderamente imprescindible.