jueves, 10 de enero de 2013

JESÚS ATRAE NUESTRA MIRADA

Lucas (4, 14-22)

Y también la de todos aquellos que en ese momento y en esa hora se encontraban allí, junto a Él en la sinagoga de Nazaret. El Evangelio nos dice que todos los ojos estaban fijos en Él. Porque Jesús atrae, tiene una mirada persuasiva, que convence y habla en verdad.

Y es que cuando se vive en la verdad, se testimonia la verdad. Y la verdad se transmite, contagia y toca el corazón de quien la escucha. Jesús ya no solo habla en verdad, sino que es la pura Verdad. Él es la Palabra que da Vida, y la vida del que la escucha se transforma.

Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y todo el que escucha su Palabra y la cumple tendrá vida eterna. No hay otro camino, porque el único camino que el hombre, tú y yo, buscamos es el camino de la vida, y una vida eterna.

Si preguntamos a cualquiera, nos dirá que lo que desea es salud y felicidad. Pues bien, salud es vida eterna, porque queremos salud no para hoy solo, sino para siempre. Y felicidad es lo mismo, estar saludable y siempre. Eso lo buscamos todos, y eso lo refleja Jesús y nos lo promete en su Mensaje. Por eso, nada extraño que Jesús enamore, y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.


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