jueves, 7 de marzo de 2013

ENFRENTAMIENTOS

(Lc 11,14-23)


Observamos que cada tertulia se apoya en diversos enfrentamientos entre los tertulianos. Difícilmente hay tertulias donde todos comparten criterios que unen y construyen. Se nota enseguida: hay respeto, ser respira una atmósfera de serenidad, de paz, y se habla con respeto y libertad.

Pero esa es la excepción, lo normal es el enfrentamiento, el poco respeto, la disputa y los desplantes. Hablan todos y al mismo tiempo, y no se oye nadie ni dejan oír a los televidentes o espectadores. Parece que es una lucha en hablar más fuerte y no dejar hablar a los demás. No se trata de compartir, al menos eso es lo que transmiten, sino de imponer mis criterios y lo que pienso.

Cuando se sienten acorralados, se autoengañan justificándose y utilizando demagogias que distorsionan los hechos y la realidad, y se inventan justificaciones apoyadas en criterios falsos y demagógicos. Si se vieran y escucharan sentirían vergüenza. Y si lo han hecho y no lo sienten, da pena, y justifican que suceda lo que sucede. No son cosas nuevas, ya ocurrieron como hoy nos narra la Palabra de Dios.

Cuando la verdad no se acepta, se llega a decir disparate como este: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios», dicen unos, y otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Jesús les demuestra que todo reino dividido se destruye a sí mismo. Eso le ocurre a los hombres cuando se alejan de Dios, terminan enfrentados.

2 comentarios:

  1. No opinar lo mismo es algo que enriquece. Pero si no sabemos trasmitir el mensaje y nos enfrentamos, no se saca nada positivo.

    Para los que se dicen creyentes, la unidad tendría que ser mucho más fácil, ya que todos seguimos a la misma persona, a Cristo.

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  2. El problema está cuando no buscas la verdad, sino tu propia verdad, y esa sí que no es plena. También, como tú dices, está en otros.

    Pero cuando la buscas, estás dispuesto a encontrarla también en otros, y tu corazón se abre a la unidad y aceptación.

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