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- Mateo 11,25-27 "Por aquel tiempo tomó Jesús la palabra y dijo: -Yo te alabo, ...
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es lo que el Señor escoge para manifestar su Gloria y su Poder. Podría valerse de grandes e intelectuales personas, pero casi siempre, es una constante en su elección, elige a pequeños y humildes personajes para hacer sus obras.
¿Qué pasaría si el Señor elige a un gran personaje? Quizás no nos sorprenda mucho, porque pensamos que esa persona está preparada, sabe mucho y es normal que haga tal cosa. Si los apóstoles hubiesen sido personas intelectuales, preparadas y bien formadas, hubiésemos pensado que debido a su preparación convencieron y persuadieron con la proclamación del Evangelio.
El Señor ha elegido a gente humilde, analfabeta, sencillos y rudos personajes que sorprenden como pueden llegar a proclamar públicamente el Evangelio. Esto manifiesta más claramente a los ojos del pueblo que es obra de Dios, porque gente sin preparación exponen sabiamente la Palabra de Dios.
Y es que en la sencillez y humildad se esconde la necesidad y la obediencia. Sólo buscan los humildes y sencillos; los pobres y los necesitados, y sólo en esas actitudes estamos disponibles para dejarnos conducir y dirigir por el Espíritu Santo. Así, los apóstoles y todos los elegidos por el Señor respondieron a su llamada.
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