domingo, 7 de octubre de 2012

CON NUESTROS CRITERIOS...

 Mc 10, 2-16 Se acercaron entonces unos

Señor no entendemos esta unidad, porque hay momentos que uno de los dos se cierra al diálogo, al perdón y a luchar por la unidad, ¿qué hacer en estos casos? Se nos escapa esta capacidad de amor que necesitamos para soportar tan doloroso camino.

Sin embargo, muchas de estas cosas ocurren porque el compromiso de unir nuestras vidas no se hace contigo, ni tampoco se dialoga lo suficiente y desde el corazón de cada uno. ¡Claro!, cuando las cosas no se emprenden desde Ti, Señor, ¿qué pretendemos después? Así nos va y así nos quejamos, porque si hemos sido capaces de atrevernos a unirnos por nuestra cuenta, luego, nosotros solos, no sabremos ni encontraremos salida a nuestros desagravios.

Somos débiles, pero en Él fuertes, y es en Él donde debemos buscar soluciones, pero no después solamente, que sí, sino antes, porque la unión matrimonial se empieza antes, y con él como invitado de excepción. Así será muy difícil que las tempestades y huracanes que nos visitan terminen con nuestra unión, porque nunca estaremos solos. Él nos une, nos acerca, impide que nuestros corazones se rompan, se odien.

Tengamos la paciencia, la constancia y la fe de abandonarnos en sus brazos, y de esforzarnos en desprendernos de todo aquello que molesta nuestra unión: apegos, sexo, orgullo, soberbia, criterios, egoísmos... porque liberados de ellos el amor renace y se hace presente. Trates de experimentarlo y verán como todo florece en la presencia de Dios. El problema está dentro de nosotros.

¡Señor!, ponemos nuestra unión y nuestras vidas en tus Manos. No permitas que nos separemos ni que seamos víctimas de nuestros propios apegos y miserias. Llénanos con tu amor y acrecienta en nuestro. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.