jueves, 4 de octubre de 2012

DESPRENDIDOS PARA PROCLAMAR...

 Evangelio según San Lucas 10, 1-12 (El Maestro envía a otros setenta y

porque sólo libres podemos hablar en verdad y justicia. Y esa misión no necesita de nada que la pueda atar y esclavizar. Sólo necesita estar injertada en la Verdad, El Camino y la Vida, es decir, en Xto. Jesús.

Somos profetas, sacerdotes y reyes desde el momento que hemos sido bautizados. Y, por el Bautismo, estamos comprometidos a dar testimonio y fe de nuestro compromiso. Un testimonio y una fe adquirida libremente y profesada de igual manera. No se puede imponer sino proponer.

Proponer que todos los hombres queremos ser felices y eternos es precisamente proclamar lo que todos los hombres buscan. Por eso, consciente y sabedores de esa realidad, nuestra misión es, si cabe, más exigente y más obligada proclamarla.

Somos pocos, las mies es mucha y los obreros pocos, pero mantenemos la ilusión y la esperanza de que los hombres descubran esa realidad que buscan. Sí, se hace necesario no llevar alforja ni bolsas ni sandalias... porque demasiada carga puede inmovilizarnos, distraernos y confundirnos. Es imprescindible ir ligeros, despegados y desprendidos.

Porque se hace fundamental ser libre, y la libertad pasa primero por desprendernos de todo aquello que impide tanto llevar como dar a conocer a Jesús. Sólo Cristo es necesario y todo lo que no respire a su frescura y olor está sobrando. Evangelizar es llevar a Cristo en el corazón, y llevándolo lo transmitirás.

Danos, Señor, la fuerza y la sabiduría de, viviendo en Ti llevarte a los demás que se cruzan en nuestra vida. Amén.


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