viernes, 20 de septiembre de 2024

EN LA TAREA DE CADA DÍA

1ª Lectura (1Cor 15,12-20): Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que lo muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha hecho, si es verdad que los muertos no resucitan.

Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.

COMENTARIO:

Es evidente, si Cristo no resucitó perdemos el tiempo y hacemos el idiota. ¿Qué esperamos entonces? ¿Con quien hablamos y a quién nos encomendamos? ¿A quién dirijo mis oraciones? Evidentemente, seremos entonces los más locos y bobos del planeta.

Pero, Cristo ha Resucitado, y esa es nuestra fe y nuestra esperanza. Porque, en Él resucitaremos nosotros también. Ese es el anuncio de la Buena Noticia, que, Cristo, el Señor, murió crucificado en la Cruz, pero Resucitó al tercer día. Y de eso se hace eco y noticia el Colegio Apostólico – la Iglesia – que fundamentada en los apóstoles, nos transmite y anuncia la Resurrección de nuestro Señor Jesús.

EVANGELIO LUCAS 8, 1-3

EN LA TAREA DE CADA DÍA

El Evangelio de hoy nos narra una estampa del día a día que la ya comunidad - hoy Iglesia – de aquellos tiempos vivía en su anuncio de la Buena Noticia. Tal como Lucas narra en su breve nota biográfica, sobre la notoriedad de algunas mujeres y hombres – apóstoles y discípulos – que acompañan a Jesús.

Hoy, más de dos mil años después, esa primera incipiente comunidad ha crecido de manera ingente y compuestas por hombres y mujeres sigue adelante anunciando la Buena Noticia de la muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesús. Y es momento oportuno para revindica el papel importante y necesario que tiene la mujer en la evangelización y proclamación de la Buena Noticia. Un papel que demanda más notoriedad y participación.

Porque, las mujeres siempre, desde el principio, como María, la Madre de Dios y Madre nuestra, y otras, entre la que destaca María Magdalena, han tenido un papel muy destacado y de vital importancia en la vida de nuestro Señor. Recordemos que la primera anunciadora de la Resurrección del Señor es una mujer, María Magdalena. Y con ella, tras María, la primera mujer, por la que viene el Mesías al mundo, la mujer toma un gran protagonismos en la Iglesia que funda nuestro Señor.

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