sábado, 16 de noviembre de 2024

LA NECESIDAD DE INSISTIR

Es evidente que quien no busca, no encuentra. Siempre hemos pensado que quien no llora no obtiene resultados. Entendemos que con ese «llorar» queremos significar que quienes no insisten, arrían la bandera y se dan por vencidos, no son escuchados. Hay que ser insistentes y no desfallecer cuando anhelamos y pedimos conseguir algo en concreto.

Jesús nos pone en guardia en el Evangelio de hoy, y nos propone que insistamos y no desfallezcamos en la perseverancia de pedir. Para ello nos alumbra con una parábola que nos deja claro esa necesidad de insistir: (Lc 18,1-8): En aquel tiempo, Jesús les propuso una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni  

Se hace necesario nuestra insistencia porque, esa insistencia, valga la redundancia, está revelando la fortaleza de nuestra fe. Cuando creemos en la Misericordia y Bondad de Dios, y que Él nos puede dar lo que le pedimos – si conviene a nuestra salvación – no debemos desfallecer ni venirnos abajo. El Señor nos escucha y siempre nos dará aquello que conviene a nuestra salvación. Tengamos fe en ello. Es nuestra Padre, y un Padre, más como nuestro Señor que nos ha dado todo, nunca nos falla.

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