viernes, 9 de mayo de 2025

UN ALIMENTO QUE DA VIDA ETERNA

Todos buscamos comer bien, y, el objetivo, a parte de sabores, va buscando salud. Es decir, vida lo más eterna que se pueda. Sin embargo, tenemos la oferta de Vida Eterna al alcance de nuestra mano y, muchos, ni siquiera la toman en cuenta, indagan sobre ella o se interesan en conocerla, escucharla, experimentarla y tener una experiencia de encuentro con ella.

Simplemente, esa oferta es Jesús, el Hijo de Dios Vivo. Nos lo dice Él claramente en el Evangelio de hoy: (Jn 6,52-59): En aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día …

Más claro no se te pude decir. Simplemente, leerlo, entenderlo, reflexionarlo y experimentarlo. Es gratis y no pierdes nada, pero no basta decir: No me convence sin antes tratar de acercarte, probar e intentar escuchar y conocerlo. Claro, todo eso exige sinceridad y mucha humildad, pues un corazón endurecido y cerrado a la verdad no se abrirá a la acción del Espíritu Santo.

Esta propuesta no se impone, ni se exige. Simplemente se propone, y así te la propone el Señor: «El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y Yo en él». Eres libre para aceptarla, acogerla y experimentarla. Tu decides, pero también responsable de tu decisión.

jueves, 8 de mayo de 2025

EL ALIMENTO DE VIDA ETERNA

Es evidente que necesitamos comer para vivir. Y cierto que el pan que comemos, extraído de este mundo, nos da vida, pero no vida eterna. Sin embargo, aunque no lo advirtamos claramente, el hombre aspira a vivir eternamente. O dicho de otro modo, no queremos morir. Nos aterra la muerte y buscamos la vida eterna.

Pues bien, así de sencillo, esa es la propuesta que Jesús nos propone: (Jn 6,44-51): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en … En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».

Está claro, el único y verdadero alimento que nos da esa vida eterna en plenitud que buscamos y queremos es Jesús, el Señor, el Hijo de Dios Vivo. Sus Palabras nos lo deja muy claro. Ahora, la cuestión es, ¿le crees o no? Y eso ya depende de ti. Dios te ha dado la libertad de elegir. De ti depende. Lo que debe quedarte muy claro – la experiencia nos lo descubre – es que en este mundo no está esa felicidad y vida eterna que buscas.

miércoles, 7 de mayo de 2025

LLAMADOS A UNA VIDA PLENA Y ETERNA

Somos criaturas creadas por amor, y llamadas a una vida plena. Pero, libres para elegir, de modo que dependerá de ti alcanzar la vida plena a la que estás llamado, o quedar atrapado en la perdición y desesperación eterna por el pecado. Así de simple, de sencillo, pero de fatal.

Dios nos ha creado por amor para seamos felices eternamente en el amor. Pero, para ello debemos vivir en el amor. Un amor que experimentamos dentro de nosotros y que buscamos ansiosamente. Pero, no está en las cosas de este mundo, y en las que él mismo nos ofrece, sino vive dentro de nosotros. CC

Y es así porque hemos sido creados a imagen y semejanza de nuestro Creador. Un Dios Amor y Misericordia que se refleja en nuestra manera de ser y de manifestarnos, aunque, por el pecado, transparentamos lo contrario, odio, venganza y egoísmo. El reto será, por la Gracia y Misericordia de Dios, liberarnos del pecado para vivir según la Voluntad de nuestro Padre Dios, saciados plenamente de hambre y sed. Porque, sólo en el amor seremos plenamente felices.

martes, 6 de mayo de 2025

YO SOY EL PAN DE VIDA

El hombre no acepta que Dios sea su respuesta y salvación a todos sus interrogantes. Y lo digo porque la experiencia me lo demuestra. He hablado con muchos que se niegan a reconocer la existencia de un Dios Padre Misericordioso que ha enviado a su Hijo para liberación y salvación de este mundo.

El compromiso de aceptar a Dios y su Voluntad les asusta y les ensoberbece. Sucede lo mismo que, en tiempo de Jesús, sus propios contemporáneos, le rechazaron y negaron. Se rebelan contra su propia esencia: Amar. Porque, quieras o no, tu felicidad está en el amor, y mientras no ames como te ama Dios, tu vida estará marcada por la infelicidad y desesperación. Y esa será la herencia que recibirás.

Todo es muy simple, pero, al mismo tiempo muy complicado. El pecado venda tus ojos y endurece tu corazón, y se resiste a creer lo que Jesús, el Hijo de Dios te dice: (Jn 6,30-35): En aquel tiempo, la gente … «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».

Sin embargo, desde la hora de tu bautismo tienes la asistencia del Espíritu Santo que está a la espera de que le dejes actuar para iluminarte y creas en la Palabra de nuestro Señor Jesús.

lunes, 5 de mayo de 2025

¿QUÉ JESÚS BUSCO YO?

Esa es la pregunta, ¿estoy buscando a un Jesús que me resuelva mis problemas y necesidades o estoy buscando a un Jesús que ha dado la vida por mí y se hace pan de vida y alimento para darme vida eterna en plenitud de gozo y felicidad? Porque, dependiendo del Jesús que busque, estaré apoyando mi vida en una Roca o en arena movediza.

Y las consecuencias se irán viendo a lo largo de nuestro recorrido por este mundo. Un mundo lleno de tentaciones que seducen y que nos obligan a discernir cada paso de nuestra vida sobre el seguimiento a Jesús. Porque, en él, encontraremos dificultades, tropiezos, debilidades, deseos de abandono, contratiempos, tormentas, tentaciones, dudas, decepciones, frustraciones … etc.

Sin embargo, Él siempre estará ahí, a nuestro lado, firme, sin cambios, inmutable, el mismo, generoso, omnipotente, infinito y lleno de amor misericordioso esperando tu conversión. Dependerá de ti, de que te des cuenta de que todo lo que buscas: pan, seguridad, salud, bienes, felicidad y vida eterna está en Él.

domingo, 4 de mayo de 2025

NO SABEMOS CUANDO LLEGARÁ LA ABUNDANCIA PERO, SABEMOS QUE LLEGARÁ

Eso sí, sabemos que llegará porque confiamos en el Señor. Él está con nosotros aunque muchos de nosotros lo dudemos. Sucede que aquellos que dudan y, en consecuencia, se cierran a la luz del Espíritu Santo, permanecen en la oscuridad. Y eso es lo que posiblemente les ocurría a los apóstoles, como también nos sucede a nosotros.

Precisamente, ahora que estamos en la hora de elegir un nuevo Papa, pidamos que los cardenales en cónclave, abran sus corazones a la Luz del Espíritu Santo para que, iluminados, elijan al Papa que en este tiempo necesita la Iglesia.

Posiblemente, muchos se atribuyen el mérito de sus éxitos y sus obras, pero todo nos viene de Dios, creamos o no. No podemos demostrarlo, pero si venimos de Él, todo nos es dado por y en Él. El pasaje evangélico de hoy nos revela claramente como Dios actúa en nuestra vida, y como la oscuridad se hace luz en abundancia cuando nuestra mirada y esperanza está puesta firmemente en Él, Alimento y Gracia para nuestra vida.

sábado, 3 de mayo de 2025

¿ACASO HEMOS VISTO A DIOS?

Todavía seguimos preguntándonos que no hemos visto a Dios. Incluso, muchos lo afirman de otra manera: «no he visto a nadie que, muerto, haya vuelto a la vida». De alguna manera, al no creer en la resurrección, confesamos que no hemos visto a Dios. También los apóstoles no entendían lo de la resurrección y les costaba creer que Aquel que tenían delante era el Señor.

Hoy, son muchos los que siguen en y con la misma actitud. Incluso, muchos de los que creen no, como ocurrió con Felipe, conocen a Jesús, y se crean un Jesús a su manera y forma de pensar. Sin embargo, Jesús, quieran o no, está Vivo y entre nosotros, y nos señala el Camino, la Verdad y la Vida.

Él, creas o no, está a tu lado, sostiene tu vida y te tiende sus brazo con un amor pleno de misericordia para que reacciones y le abras tu corazón. Mientras lata estás a tiempo. En ese sentido, la vida es el don más grande que nuestro Padre Dios nos ha regalado, porque, a través de ella podemos encontrarnos con el Señor y reconocerle, darle gracias y aceptar su Infinita Misericordia.