miércoles, 25 de junio de 2025

LOBOS CON PIEL DE OVEJAS

Mt 7, 15-20

—Oyes, Pedro, esto de los ambientes es cosa muy importante. Importante por el peligro que nos trae como tentación para pecar. Y lo digo porque, quizás sin darnos cuenta lo pedimos cada vez que rezamos el Padrenuestro: … y no nos deje caer en la tentación … Y es que debemos evitar ese ambiente que nos provoca o nos tienta. ¿No te parece?
—Sí, creo que tienes razón. Las malas compañía son también ocasiones que nos incitan a la tentación. Y, precisamente, se suelen encontrar es esos ambientes dudosos y de mala reputación.
—Es vedad, agregó Manuel, que la gente se conoce por sus obas. Te pueden engañar en un momento concreto o en ciertas circunstancias, pero, más tarde que pronto te darás cuenta, por sus frutos, de la pasta que están hechos. 
 —Evidentemente, sus obras te irán dando un fie retrato de la buena intención de su corazón. No podrá esconderse porque sus frutos lo descubrirán.

Así es, no hay árbol bueno que pueda dar frutos malos, y, al contrario, árbol malo que dé frutos buenos. Si en tu corazón crece la cizaña y no la cortas, terminará por ahogar tus buenos sentimientos y, tus frutos, se convertirán en malos frutos. Y al contrario, si limpias tu corazón de las malas hierbas, tus frutos serán buenos.

De cualquier forma hay que tener mucho cuidado con esos lobos revestidos con pieles de ovejas, son esas tentaciones de las que pedimos en la oración del Padrenuestro evitar.

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