viernes, 20 de junio de 2025

TESOROS DE LA TIERRA Y DEL CIELO

Mt 6, 19-23

«La experiencia nos dice que eso de ahorrar tiene sus más y sus menos, pensaba Pedro. Viendo llegar a Manuel, camino de la tertulia, aprovechó la ocasión para preguntarle.
—Buenos días, ¿me interesaría saber qué opinas del ahorro?
—¡Hombre”, según mi opinión dependerá de como lo enfoques. —Me explico: si ahorras desde el punto de vista de la eficacia, de invertir bien, de no despilfarrar y otros, me parece razonable. Pero, si se trata de busca seguridad y apoyar tu vida en los bienes, dinero y riqueza, creo que es un gran error.
—¿Y en qué te basas?, —Dijo Pedro algo asombrado.
—Mira, todo en este mundo termina, bien o mal. Todo pasa a otro y, tarde o temprano se consume, se destruye. Y, no sólo me estoy refiriendo al dinero y bienes, sino también a la fama, éxito, prestigio personal, poder … etc. Poner nuestra esperanza y felicidad en estas cosas nos encorva, nos dobla y nos consume. Al final es una carga muy pesada que termina por destruirnos, y hasta nos ciega y nos impide crecer, madurar y ver la realidad.
—¿Y cuál es la realidad, —preguntó Pedro bastante extrañado.
—La realidad es que sólo el amor y la misericordia – verdaderos tesoros – son los que nos llenan de esperanza, de gozo y de vida. Esos son los tesoros que merecen la pena tener en cuenta y ahorrarlos en el sentido de tener muchos actos de ese estilo. ¿Entiendes?
—A ver si lo que dices se refiere a esto: hablas de amar, es decir de desprendimiento de uno mismo para preocuparse y mirar para otros. De actos de misericordia, de servicio, de darse, de …
—Evidentemente, desprenderse enriquece. No hay mayor riqueza. Y esa riqueza nunca se destruye, es riqueza de vida eterna.
Ambos amigos habían dado en el clavo, no se trata de atesorar tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban.

Háganse tesoros en el cielo, donde no hay polilla no carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.