domingo, 30 de noviembre de 2008

MARÍA, MADRE DE DIOS.


El ESPÍRITU SANTO vendrá sobre ti, María; no temas, concebirás en tu vientre al HIJO de DIOS. Aleluya.

Con estás palabras, DIOS nuestro PADRE eligió a María para ser Madre de su HIJO. Me pregunto, ¿qué pasa con nosotros, porque, DIOS nuestro PADRE, también nos ha elegido y nos ha destinado para cumplir una misión? María, desde ahí, es ejemplo y luz para señalarnos el camino a seguir, con humildad, en silencio, sometida en libertad y amor a la voluntad del SEÑOR; llena de dudas, desconcertadas con las respuesta de su hijo y la huida a Egipto; confusa, angustiada y humillada como mujer repudiada y madre soltera; sacrificada su juventud y predestinada a una vida esclavizada a una Voluntad.

María, ante tantas desventuras, riesgos, confusiones, humillaciones, esclavitudes fue sumisa y confiada. Creyó y se abandonó entregada en MANOS del SEÑOR; se dejó esclavizar en su Gracia, alcanzando la más plena libertad, porque en ÉL seremos libres, pues la Verdad nos hace libre. María nos marca el Camino y ahí está su grandeza.

María, me atrevo a decir: guía y luz para llegar a JESÚS, y por JESÚS al PADRE. María es, por tanto, eslabón imprescindible en el Camino hacia la Casa del PADRE.

Hoy nos revelamos contra la Voluntad del SEÑOR cuando no aceptamos a nuestros hijos; cuando los rechazamos; más aun, cuando los matamos abortándolos y rechazándolos. Hoy nos enfrentamos a María excluyéndola de nuestro seguimiento según sus actitudes y rechazando la Voluntad del SEÑOR nuestro Creador.


María es la Virtud a seguir en nuestra línea de conducta ante los designios de DIOS y lo que DIOS ha determinado para con nosotros. Siguiendo a María evitaríamos muchas muertes e injusticias que en el seno familiar se están gestando: separaciones, abandonos, abortos, eutanasia, irresponsabilidades con los hijos, malos tratos, egoísmos...etc., con María y mirando a María muchas cosas serían de otra forma más justa y buenas.



Empieza el Adviento y María abre nuestra esperanza y nuestro Camino a seguir. Imploremos a María para que interceda al SEÑOR JESÚS, su HIJO, y a través y cogidos a ÉL lleguemos a dejar nacer en nuestros corazones al niño DIOS. ¡Feliz Navidad!

sábado, 29 de noviembre de 2008

PADRE nuestro.

PADRE nuestro,
PADRE de todos,
líbrame del orgullo
de estar solo.



No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando CONTIGO,
con mis hermanos estoy;
y sé, que estando con ellos,
TÚ estás en medio, SEÑOR.



No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye de un exilio
de aristrocacia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.


 
Allí donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón.
Y dice siempre nosotros;
incluso si dice ;yo;.

(Del diurnal del sábado de la II semana)

La coherencia entre la fe que se profesa y la vida no admite “medias tintas”. Al rezar la oración del Padrenuestro, decimos, quizás sin darnos mucha cuenta: “Hágase tu voluntad... así en la tierra, como en el cielo”.

Quizás podríamos añadir hoy que es precisamente “su voluntad” y no la nuestra, lo que marca la diferencia entre un espíritu auténtico de seguimiento de Cristo y otro que no lo es. Esa es la voluntad que hace que nuestra vida se edifique sobre un sólido cimiento.

Porque, ¿qué seguridad futura, qué tranquilidad de conciencia nos daría seguir “nuestra” voluntad, si no está unida a Dios? No son pocos los que sin pensarlo siguen como modo de vida sus impulsos, sus caprichos y su comodidad... Sin darse cuenta edifican su vida sobre arena, y por ello sufren tantas depresiones y hay tanto vacío, tanta desilusión incluso entre nuestros familiares y conocidos. Las dificultades y desgracias no tienen ya sentido ni esperanza.

martes, 25 de noviembre de 2008

"LOS PRIMEROS CRISTIANOS TUVIERON QUE AFRONTAR EL PAGANISMO, NOSOTROS EL NEO-PAGANISMO"


Los primeros cristianos tienen una extraordinaria vigencia cultural, sobre todo a la hora de comprender el mundo en que vivimos y la interacción entre el cristianismo y mundo contemporáneo.

La cultura europea está configurada desde el cristianismo, y por tanto a partir del esfuerzo de los primeros cristianos. Quién carece de un ayer, carece de identidad. Se hace necesario saber de donde uno procede, pues somos realmente nuestro ayer. Estas son "las raíces cristianas" de Europa a las que se refirió Juan Pablo II en Santiago de Compostela y que ahora están en el centro del debate cultural europeo (me acuerdo en este momento de mi amigo Oliver con el cual compartí hace breves momentos sobre el tema cultural del ser cristiano). Es importante resaltar este hecho, pues el cristianismo se extendió a todo el mundo precisamente desde Europa.

Sin embargo, desde la ilustración, y especialmente a lo largo del siglo XX, se ha dado un proceso de descalificación y negación de esas raíces. Cada vez es mayor el acoso cultural y mediático, la marginación efectiva que sufre el Cristianismo en Europa. En este sentido, la manera coherente en que los cristianos queremos vivir nuestra fe se puede calificar de arriesgada, y de ahí precisamente nace la enorme actualidad de los primeros cristianos, que vivieron una situación socio-cultural parecida y afrontaron con todo naturalidad sus riesgos.

Estimo muy importante conocer de donde venimos así como la realidad que vivieron nuestros antecesores en la fe. Existe el riesgo de creernos que ellos, aún a pesar de saber lo de las persecuciones y de más, tuvieron un comienzo dulce y tranquilo, porque lo que no se experimenta y vive no se constata y se conciencia de forma real y vital.



Hoy, aunque nuestras opiniones se respetan socialmente y no somos arrojados a los leones, empezamos a notar cierto acoso y presión en todo lo que huele a cristiano y santidad. Recuérdese lo de la Madre Maravillas; crucifijos de todo lugar público; negación de licencias a Radio María, cadena Cope y Punto Radio...etc., ( www.yosoycreyentecatolico.com/2008/11/en-defensa-de-la-verdad.html ).

Es otra forma de acoso, estamos en otra época. Pero esa diferencia fundamenta la semejanza: ellos estaban rodeados, de manera agobiante por el paganismo clásico; la floreciente cultura helénico-romana, basada en el culto a divinidades completamente extrañas al mundo judeo-cristiano, y sobre todo en el culto al Emperador.



Ellos tuvieron que afrontar el paganismo, pero nosotros tenemos que afrontar el neo-paganismo: es cierto que se ven Iglesias catedrales, etc. (testimonios en piedra de esas raíces cristianas de las que hablábamos antes), pero lo dominante en el mundo actual europeo, lo casi agobiante en los "medios", es lo que llamo neo-paganismo: un conjunto de "opciones" Y "ofertas" de signo materialista (o "espiritualista") que son las nuevas "divinidades" postmodernas.

En este contexto, el cristiano -y la comunidad cristiana-, si son coherentes, "se la juegan", como los primeros cristianos. Pero sólo si son coherentes pueden ganar la batalla, también como los primeros cristianos.


El santo Padre Benedicto XVI en realidad no habla de otra cosa: de una manera o de otra, todo converge ahí: encíclicas, discursos catequesis, etc. Hay que leer muy bien su Magisterio. Según la gran Tradición de la fe, el punto de partida para responder a la pregunta es éste: que la historia y su desarrollo son, si es lícito hablar así, la estrategia de DIOS para ofrecer a la humanidad la salvación que CRISTO nos ha conseguido con su Vida, Muerte y Resurrección. Pero, ¡atención!, CRISTO no es un figura del pasado, es ÉL el que lleva adelante, ¡hoy!, esa misión.

Esta convicción es absolutamente fundamental, porque nuestro papel -el de la Iglesia y el de cada cristiano- es "colaborar" con el SEÑOR, que es el que hace; seguirle, que ÉL va delante. Por eso nuestra forma, la forma histórica de anunciar el Reino, es testificar con la propia vida que CRISTO vive y hablar a la gente de la felicidad y la alegría que el Reino ha metido y mete en mi vida y cómo puede cambiar y transformar también las de ellos. Por eso hemos de amar a nuestro mundo -los hombres y las mujeres de nuestro mundo- tal como es, porque en él CRISTO sigue actuando y cuenta con nosotros para "cambiarlo", como hicieron los primeros cristianos.

Desde esta actitud invito a todos los que no lo han hecho, a vivenciar un Cursillo de Cristiandad cuyo objetivo no es otro que la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano. Estamos necesitados de experiencias vividas y encuentros profundos que experimenten la vivencia de la presencia del ESPÍRITU entre nosotros.

Hoy corremos el peligro de deshistorizar el Evangelio y con ello la figura viva del CRISTO entre nosotros. En las catequesis de Bautismo experimento la desinformación e ignorancia que las nuevas generaciones tienen a la hora de acercarse a la Iglesia. Se hace necesario una proclamación desde el testimonio y el conocimiento, Pablo es un ejemplo, que presente a JESUCRISTO como la única esperanza que nos salva.

No quiero extenderme más con mis opiniones, pues considero magníficamente expuesto lo que el profesor Pedro Rodrigues ha desarrollado en su entrevista. Les remito, lo creo muy interesante, a esa entrevista que podrán leer integramente en www.primeroscristianos.com/entrevistas.html

Creo y estoy convencido que vivimos un momento histórico que debemos aprovechar en respuesta al ESPÍRITU y la oportunidad de dar cumplimiento responsable a nuestro compromiso de Bautismo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

DESIERTO


Hoy que sé que mi vida es un desierto,
en el que nunca nacerá una flor,
vengo a pedirte, CRISTO jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, SEÑOR, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz,
pon, SEÑOR, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca busque recompensas
al dar mi mano o al pedir perdón,
pon, SEÑOR, una fuente de amor puro
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, SEÑOR, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. Amén.

(del diurnal, lunes de la segunda semana).


jueves, 20 de noviembre de 2008

LOS EJEMPLOS SIEMPRE ILUMINAN.

Beata María Maravillas de JESÚS



Una ciudadana madrileña. Nace en Madrid el 4 de noviembre de 1891. Bautizada el día 12 del mismo mes y año, en la parroquia de San Sebastián con el nombre de María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán.

Hija de don Luis Pidal y Mon y de doña Cristina Chico de Guzmán y Muñoz, Marqueses de Pidal. El padre era a la sazón Embajador de España ante la Santa Sede; había sido Ministro de Fomento. Se distinguió siempre por sus gestiones a favor de la Iglesia. Con su hermano, el filósofo Alejandro Pidal, creó la Unión Católica, un partido político que agradó mucho al Papa León XIII y a la mayoría de los obispos españoles. En un ambiente de tanta religiosidad y distinción, la educación de la Beata fue esmeradisima. Recibió el sacramento de la confirmación en 1896 y la primera comunión en 1902.

Dotada de grandes cualidades humanas, entre las que destacaba una inteligencia clara y profunda, y una voluntad siempre orientada hacia el bien.

Desde niña, ella misma lo diría, que su vocación a la vida consagrada había nacida con ella. En su juventud, además de cultivar su vida de piedad y de llevar a cabo sus estudios privados de lengua y cultura general, se dedicó a las obras de beneficencia y caridad, ayudando a muchas familias pobres y marginados.

La madre María Maravillas es un ejemplo a imitar. No ya sólo en su fe y amor a CRISTO, sino, para los no creyentes, pero sí, hombres de buena voluntad y deseosos de hacer el bien, como supongo que serán los señores del Gobierno y otros. Y estos faros son los que hay que enaltecer y elevar para ejemplo de todos los españoles, y para poner como modelos a imitar.

Indudablemente, ¡claro!, sí se quiere una España mejor y más solidaria. La idea del Señor Bono me parece muy buena para los intereses de la nación y, además muy oportuna, pues en los momentos que vivimos estamos llamados a mirarnos en aquellas personas que nos han precedido y han sido ejemplos de entregarse totalmente al servicio de los demás.

Es más, me atrevería a recomendarles a los señores del Gobierno y otros que miraran para arriba y tomaran ejemplo de quien no necesita hacer campaña ni publicidad sino sólo ofrecer su vida y testimonio para alumbrar el camino a seguir.

Por todo lo reflexionado, me parece de sentido común el poner una placa que nos remita al ejemplo moralizante de aquellas personas que son antorchas vivas que nos enseñan el camino para conseguir una España mejor, más humana, más solidaria y en paz. Aplaudo la feliz e inteligente iniciativa del Sr. Bono y, por el contrario, desapruebo la tan poco acertada, como nos tienen acostumbrados, de los Srs. del Gobiernos y sus amigos.

Y yo diría más. En este mundo donde el horizonte está tomado por el individualismo y la indiferencia y donde todo resulta light. Donde nada se mantiene por su propio valor, sino por el que cada cual le quiera dar (relativismo), estamos muy necesitados de luminarias vivas que con su vida y ejemplo nos marquen el camino de la renuncia y sacrificio para el bien de la sociedad.

María Maravillas Pidal y Chico de Guzman

Tanto amor dio la Madre Maravillas que, hoy, en este mundo que vivimos, es difícil alumbrar y descubrir actitudes desapegadas y entregadas al servicio de los otros. ¡Claro, que la placa es aconsejable y necesaria! Indudablemente que no es fundamental o imprescindible que se haga, pero si necesario y aconsejable.

En este mundo en el que estamos inmersos, donde el amor se confunde con ""emoción" y, por consiguiente, amamos hasta que nuestra emoción se termine, es pero muy, muuuuuuyyyy necesario que hayan placas que nos recuerden los disparates que estamos haciendo y en que nos estamos convirtiendo.

Y para terminar les rogaría que, ya que no aceptan poner esta placa ejemplarizante, retiren estas otras que si estropean, denigran y llevan a la perdición total.
contra el dolor, la morfina.
Contra el aburrimiento, el alcohol.
Para la vejez, residencias.
Para los niños guarderías.
Si la vida cansa, eutanasia.
Si el embarazo complica, aborto

jueves, 13 de noviembre de 2008

¿DONDE ESTÁ EL MAL?


Hay muchas respuestas en nosotros que nos sorprenden y nos confunden. En muchas ocasiones no sabemos cual es la causa de que hagamos esto o lo otro. Y cuando lo que hacemos es bueno, decimos que somos buenos y, cuando es al contrario, decimos que somos malos. El mal, pues, viene a ser algo que lo define el resultado de nuestra acción en relación con las consecuencias que vaya a tener, bien para nosotros o para los demás.


Y, según nuestra razón, como lo que debemos hacer es lo que está bien y es bueno para todos, nos confundimos y sorprendemos cuando actuamos mal. Surge, pues inmediatamente en nosotros la pregunta: ¿por qué hacemos el mal?. En la inquietud de reflexionar y tratar de dar respuestas que nos ayuden a entendernos y clarificar nuestras actitudes, se me ocurre pararme en la complejidad que representa el hombre en su propia naturaleza humana. Y claro, me es ineludible referenciar mis criterios desde la limitación humana manchada por el pecado. El hombre desde su creación se ve adulterado por la sombra pecadora que lo limita y lo hace vulnerable al mal.





Y desde ahí podemos entendernos y comprender que hay en nosotros una lucha interior entre el bien, al que estamos llamados y así lo sentimos, y el mal que nos empuja e inclina a desordenarnos y corrompernos. A modo de ejemplo y de vivencia podemos ejemplarizar las ocasiones que hemos tenido de llenar el deposito del coche antes de que lo tomara nuestra esposa u otra persona y decidimos dejarlo vacío y que lo hicieran ellos. O aquella otra ocasión en que prometimos llevar a los chicos al partido, pero nos arrepentimos en el último momento con una débil excusa porque nos surgió algo más atractivo, que no importante.


También hayamos experimentado esto mismo en otras ocasiones y habiéndolos llevados al partido lo hemos hecho culpables de estropearnos nuestro particular y atractivo capricho. Hay muchos momentos en la vida, eso quiero significar, que actuamos hipocritamente aparentando ser una cosa y deseando hacer otra que redunda en mi propio beneficio sin mirar como queda el otro. Cuanta veces habremos pasado la página triplicada o más al leerle un cuento a nuestros hijos creyendo que no se darían cuenta porque estábamos impaciente por terminar y...etc., cada uno puede mirarse por dentro.


El resultado nos lleva a darnos cuenta de que dentro de nosotros hay respuestas que responden según apetencias y conductas que deseemos o nos enfrenten. Ante la permanente encandilación del coche que va detrás y que me molesta con sus luces, yo le dejo pasar para luego hacerle lo mismo. Ante la llegada de una persona al ascensor miro para otro lado y no lo paro porque quien se acercaba no me apetecía de compañero/a de viaje durante unos segundos.


Son actitudes que repetidamente realizamos durante cada día ya, en muchos momentos, sin darnos cuenta, de forma instintiva e irracional, como si de algo normal y bueno fuera. Y así, lo trasladamos a todos nuestros ambientes y circunstancias como algo corriente que todos practicamos y hacemos. Sin saber como y sin darnos cuenta, convertimos nuestro alrededor en una selva donde todos vamos gritando: "¡salvese quien pueda!"


Y degradamos, condenamos, somos indiferentes con todos los que nos rodean, según nos convenga, y los desvaloramos o criticamos sumergiéndolos en la más despiadada categoría de perezosos e imcompetentes. O, en el mejor de los casos tratamos de ser condescendientes con la gente que compartimos trabajo y tareas, mostrándole amabilidad y toda esa blandura que nos parece indicada para lograr que hagan lo que me interesan y sacar provecho propio.


Y de todo eso están llenos nuestro grupos, inclusos eclesiales, donde proliferan envidias solapadas, rencores, venganzas, trepadores y quitate tú para ponerme yo. Así el mundo es un problema, pero un problema que radica en cada uno de sus ciudadanos. El mal reina a sus anchas entre nosotros mientras no nos demos cuenta de que es de dentro de donde tenemos que partir para limpiar, puro lo de dentro, toda la basura que hay fuera.