jueves, 29 de octubre de 2009

¿DÓNDE ESTÁN NUESTROS ORIGENES?


Buscar nuestras propias raíces es algo tan importante como señalar el camino que le da sentido a nuestro peregrinar. Un camino sin ayer es un camino sin horizonte ni objetivo, pues perdida la identidad queda desdibujada la meta a dónde dirigirse. Caminante, diría el poeta, no hay camino, pero yo añadiría: "se hace camino cuando conoces tus origines y, en consecuencia, encaminas tus pasos hacia la meta que buscas.

Meditando sobre lo reflexionado podríamos concluir que en la medida que sabemos de dónde hemos partido, quienes somos y a dónde nos dirigimos, podemos encontrar la vereda que nos conduzca a la verdadera realización de nuestro fin. Desde ahí, conocernos se hace fundamental para encontrarnos y encontrar, desde el pasado, el presente y vislumbrar el futuro. Es el camino que hace el auténtico caminante cuando camina con sentido y responsabilidad.

Valga esta pequeña y sencilla introducción para dar paso a unas fiestas que tratan de colarse en nuestra cultura sin fundamento ni tradición. Algo que tratan de introducir y de camuflar para dispersar la verdad de nuestra propia tradición, pero, aún peor, que no tiene ningún sentido real salvo el hacer fiesta sin tener nada que celebrar. Porque la fiesta supone una causa que le da sentido y razón de celebrar, en el recuerdo de algo que marca nuestra vida y le es vital.

A continuación doy paso a un buen trabajo sobre la historia y el verdadero sentido de estas fiestas de Halloween que nos quieren adentrar en nuestra cultura como algo nuevo que aporta sentido a nuestro sentir y vivir.

Halloween ¿Cristianismo o paganismo?
¿Lo debe celebrar un cristiano?
Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net

No se puede negar que es divertido disfrazar a los pequeños de la casa y salir con ellos a pedir dulces por las calles, muchos de nosotros tenemos recuerdos gratos de las fiestas de Halloween en donde compartíamos dulces y echábamos mano de todo lo que estaba a nuestro alcance para confeccionarnos el mejor de los disfraces.

Halloween, ¿Lo debe celebrar un cristiano?

Pero no podemos pasar por alto que las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestros valores. Desgraciadamente muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y la importancia de rezar por los muertos y se dejan llevar por costumbres paganas para festejar con brujas y fantasmas.

"Halloween" significa (All hallow´s eve), del inglés antiguo, all hallows eve, o Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.

Raíces paganas de Halloween

Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.

Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos sus miradas amenazantes.

¿Como sabía aquella gente la apariencia de brujas, fantasmas y monstruos?. Al no conocer al verdadero Dios vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza y las realidades del sufrimiento y la muerte. De alguna forma buscaban desahogar aquella situación dándole expresión en toda clase de fantasías. Todo lo feo, lo monstruoso y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y seres humanos constituye la base para darle riendas libres a la imaginación del terror.

Mezcla con el cristianismo

Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.

Algunos inmigrantes Irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.

Algunas costumbres de Halloween

Trick or Treat

Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una verdadera competencia para hacer el disfraz mas horrible y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat» (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan. Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. Ultimamente esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto para los residentes (que pueden ser visitados por una ganga violenta), como para los que visitan (Hay residentes que reaccionan con violencia y han habido casos de golosinas envenenadas).

La Calabaza

Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-´Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-´Lantern la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una carabela o bruja.

Fiestas de Disfraces

Una fiesta de disfraces no es intrínsecamente algo malo. Pero si hay que tener cuidado cuando estas se abren a una cultura desenfrenada como la nuestra. Detrás de un disfraz se pueden hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad. Con frecuencia se hace pretexto para esconderse y aprovecharse de la situación. Como hemos visto, los disfraces de Halloween tienen origen en el paganismo y por lo general aluden a miedo y a la muerte. Hoy día con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas sagradas. Vemos, por ejemplo, disfraces de monjas embarazadas, sacerdotisas, pervertidos sexuales, etc. Nada de eso es gracioso y solo puede ofender a Dios.

Con el reciente incremento de satanismo y lo oculto la noche de halloween se ha convertido en la ocasión para celebrar en grande toda clase ritos tenebrosos desde brujerías hasta misas negras y asesinatos. Es lamentable que, con el pretexto de la curiosidad o de ser solo por pasar el tiempo, no son pocos los cristianos que juegan con las artes del maligno.

Jesucristo es la victoria sobre el mal

La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma, el hombre de hoy retrocede cada vez mas al absurdo de la superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el mismo demonio. No es de extrañar entonces que vivamos en una cultura de la muerte en la que millones de niños son abortados cada año y muchos mas mueren de hambre y abandono.

Es más fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá" sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.

Como católicos, profesamos que solo Jesucristo nos libera de la muerte. Solo Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre. Solo Él nos protege de la monstruosidad de Satanás y los demonios. Solo Él le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo Él es vencedor sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo. Ante Cristo la cultura de la muerte cede el paso al amor y la vida.

Alternativas a Halloween

Los cristianos debemos no solo desenmascarar el mal sino ser además luz en las tinieblas. Debemos abogar por el retorno a la verdadera celebración de la Fiesta de Todos los Santos y la riqueza del festejo del Día de muertos . Se pueden hacer muchas celebraciones en torno al recuerdo de los santos.
Un ejemplo puede ser nuestro Proyecto: Fiesta de Todos los Santos

Los niños se pueden disfrazar de un santo favorito y aprenderse su vida, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas. Los mayores pueden leer acerca de los santos, tener una fiesta en honor a un santo favorito de la comunidad o de la familia.

En algunas comunidades que aun se mantienen cristianas se puede renovar la costumbre de pueblos españoles de ir de puerta en puerta cantando, tocando instrumentos musicales y pidiendo dinero para las «ánimas del Purgatorio».

Aquellos que hagan el esfuerzo por vivir su fe lograrán en la Fiesta de Todos los Santos recordar que todos somos llamados a la santidad. Podrán conocer la vidas maravillosas de los santos que les ayudarán a vivir el Evangelio. Encontrarán además grandes amigos que intercederán desde el cielo por su salvación.

lunes, 26 de octubre de 2009

MIS TEMORES Y MIEDOS.



Hay muchas cosas que nos son inalcanzables y se convierten en utopías irrealizables. Y, quizás, sean porque no están dentro de nuestras circunstancias culturales y no las hemos percibido desde muy pequeño, ni experimentado como experiencia propia en mi vida. Sin embargo, muchas veces, me pregunto, que si hubiese nacido en una familia agricultora, taurina o de cualquier otro tipo, hoy estuviese, existe esa posibilidad, cultivando, toreando o cualquier otra cosa, o al menos tendría profundos conocimientos de la materia. Las cualidades están ahí, pero muchas veces no las descubrimos, menos las desarrollamos y finalmente se quedan en ilusiones utópicas.

¡Cuantas veces he querido hacer cosas, y tomo conciencia que de haber tenido una cultura apropiada, en esa cosa concreta, podía estar haciéndolaS! Caes en la cuenta que tienes cualidades para hacerlo, pero no has recibido la formación ni vivido la experiencia de esforzarte y aprender a hacerlas, pero descubres que te sentirías capaz de hacerlo si... Unas veces depende de ti por no haber aprovechado el tiempo, y otras de las circunstancias en las que se ha desenvuelto tu propia vida.

En cierta ocasión alguien coló un huevo de águila real en un nido de pata y, como era de esperar, nacieron los patitos y también el águila. Después de un tiempo se cuenta que el águila mirando hacia el cielo vio un hermoso pájaro de enormes alas volar en las alturas con una majestuosidad maravillosa. Su belleza le dejó entusiasmado y deseó hacer lo mismo.

La madre pata que había observado tal entusiasmo le miró cariñosamente y comentó: no te hagas ilusiones, tú no puedes volar así, eres un pato. Y el patito águila bajó la mirada y siguió su camino errante a ras del suelo. ¡NO SABÍA QUE ERA UN ÁGUILA Y PODÍA VOLAR DE ESA MISMA FORMA!


Igual puede ocurrirnos a nosotros muchas veces y nuestros temores y miedos nos impiden intentarlo y arriesgarnos a descubrirnos a nosotros mismo. Sí, es verdad que no podemos caer en intentar ideales fuera de nuestro alcance y talentos, eso se descubre fácil, pero hay muchas cosas que sí están a nuestro alcance y por temor no salimos a su encuentro. Son los miedos a descubrir nuestro propio yo, nuestros mecanismos de defensa y autotraiciones y a enfrentarnos con nuestra propia realidad.

Y no hay otra realidad, queramos o no, que saber, el águila no lo supo, que somos hijos de DIOS, y que por ser hijos de DIOS con todas las de la ley, recibido en el Bautismo, tenemos la herencia de ser coherederos con JESÚS de su Gloria, que se nos regala gratuitamente si somos capaces de padecer juntamente en, por y con nuestro SEÑOR JESUCRISTO (Rm 8, 14-17).

DIOS se nos regala gratuitamente, nos da su propia Vida, "la Vida de la Gracia," que consiste en darse EL MISMO y hacernos como ÉL. DIOS quiere que seamos como ÉL, pero no según nuestro forma de ver, pensar y hacer las cosas, sino según su VOLUNTAD, y esa VOLUNTAD es su HIJO JESÚS, que nos ha enseñado el Camino para no quedarnos en la ceguera y oscuridad, como le ocurrió al águila, y poder ver y alcanzar el vuelo al que estamos llamados: "SER HIJOS DE DIOS Y GOZAR PLENAMENTE DE SU PRESENCIA PARA SIEMPRE".

domingo, 18 de octubre de 2009

LETANIA DE LA HUMILDAD


JESÚS manso y humilde de Corazón,.............Óyeme.

Del deseo de ser lisonjeado,...............líbrame JESÚS (se repite)
Del deseo de ser alabao,
Del deseo de ser honrado,
Del deseo de ser aplaudido,
Del deseo de serpreferio a otros,
Del deseo de ser consultado,
Del deseo de ser aceptado,

Del temor de ser humillado,
Del temor de ser despreciado,
Del termor de ser reprendido,
Del temor de ser calumniado,
Del temor de ser olvidado,
Del temor de ser puesto en rídiculo,
Del temor de ser injuriado,
Del temor de ser juzgado con malicia,

Que otros sean más estimados que yo,....JESÚS dame la gracia de desearlo (se repite)
Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse,
Que otros sean alabados y de mí no se haga caso,
Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,
Que otros sean preferidos a mé ne todo,
Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda,

ORACIÓN
Oh JESÚS que, siendo DIOS, te humillaste hasta la muerte, y muerte de Cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concedenos la Gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén.
Cardenal Merry del Val.

miércoles, 14 de octubre de 2009

DESDE SAN FRANCISCO HASTA NUESTROS DÍAS


Cuando te paras y empiezas reflexionar sobre lo que ocurre a tu alrededor sucede que según para el lado que mires las cosas se ven de una forma u otra. Diríamos que hay luces y sombras. Luces que marcan el camino de la evolución de lo pasado a lo actual, pero sombras que persiguen a los avances y los mantienen anclados en el pasado.

Hoy se oyen muchas voces clamando por derechos, "derechos humanos", que defienden a la persona humana y la liberan de esclavitudes y miserias. Sin embargo, a pesar de esas voces la sombra de la esclavitud sigue perenne ensombreando el camino del hombre y anclándolo en el pasado de forma firme e inamovible.

Ni que decir hay que desde mi niñez hasta hoy, han pasado casi 64 años, he vivido muchos cambios, y más resaltado cuando se vive en un pueblo pequeño como era, y es aunque ha crecido mucho, mi querido Arrecife. Desde sentarte a esperar el adorable sueño sin ninguna preocupación oyendo el susurro de los alegatos de tu madre y algún cuento, ¡aquellos cuentos! que te levantaban el corazón y agudizaban tu imaginación sintiéndolos tuyos como si lo vivieras en ese mismo momento.

Desde el portal de Belén, que cada día era recibido con la ilusión de mover un pasito más los camellos o caballos hacia el lugar del nacimiento del niño JESÚS, hasta la venida de la luz perpetua y los días de cine semanales. Como un torbellino que no te deja pensar aparecieron los transistores, los tocadiscos, el teléfono automático, la tele, y una carrera vertiginosa que no para de crecer hasta nuestros días.

Todo, lavadora, maquina de afeitar eléctrica, neveras, cocinas de gas...etc empezaron a revolucionar la forma del vivir de aquella época y no sólo cambiaron las costumbres, sino que se originó una nueva forma de relacionarse y de conducta. Ahí empezó a cambiar los criterios y valores y, si por un lado se iba creciendo tecnológicamente, por otro se iba decreciendo humanamente en dignidad.

Se vivía mejor y creo que ahora se vive mucho mejor, pero como persona no se había avanzado. Aquellas películas, al igual que hoy, que nos describían las costumbres, los valores,los derechos y la dignidad de las personas de la época seguían permaneciendo en mi época, y siguen permaneciendo hoy. Nada había cambiado en lo verdaderamente importante. La sustancia del valor que dignifica a la persona sigue pisoteado incluso ahora más que antes.

Cuando Francisco de Asís experimentó la esclavitud y miseria a que eran sometidos los empleados, mejor esclavos, que su padre utilizaba para florecer en su negocio y obtener todo aquel oro que le enseñaba, jactándose de su habilidad para conseguirlo (ver película), su conciencia y su llamada a la dignidad, por ser hijos de DIOS, de todos los hombres, no pudo aguantar ni soportar tamaña injusticia y explotación.

Ensimismados y asombrados de aquellas historias que nos relataban las esclavitudes, las miserias de aquellos tiempos, hoy contemplamos que frente a los avances técnicos la dignidad del hombre sigue anclada en el pasado. Mencionar lo que ocurre en el llamado tercer mundo bastaría para dejar constatado todo lo que trato de comunicar (ver blog Humanizando tu entorno).

Sin embargo, también en el llamado primer mundo o países superdesarrollados ocurre lo mismo. Donde abundan los rascacielos, los coches de lujo, la joyerías enjoyadas y... a tres pasos más allá y a la vuelta de la esquina permanecen los marginados, los desheredados, los hambrientos, los denigrados, los miserables. Y lo son porque, como aquellos de la época de Francisco, estos aparentan mejores condiciones, pero la realidad es la misma: sufren bajos salarios, condiciones infrahumanas, no se les respetan los derechos y son explotados.

Hay quienes se pasean por sus jardines y no advierten nada. Incluso llegan a pensar que se vive bien y que todo está en su lugar y no hay grandes ni graves problemas. Sus reales apreciaciones les llevan a exclamar. "¡se vive bastante bien!".

Atrincherados en su propio bienestar y confort se autotraicionan y distorsionan la realidad viendo justicia en donde hay injusticia; viendo libertad donde habita la esclavitud; viendo derechos donde se práctica abusos e imposiciones a su antojo. Y con una sonrisa como queriendo encubrir la realidad se autocomplacen satisfechos, pero que no tranquilos. Sus conciencias los descubren y le interpelan.

Convergemos en que todo sigue igual. El genocidio, aunque fue mucho anterior, de Herodes se repite, pasando por Hitler, ahora con el aborto. La imposición y persecución de Nerón y las muertes, para deleite del pueblo romano, se repiten hoy con Epc, retirada de crucifijos, persecuciones incluso de muerte en mucha partes del mundo... y todo porque se quiere seguir esclavizando al hombre por el hombre. Unos los ricos y poderosos y otros los siervos y lacayos.

Conclusión: no hay derechos humanos, y se grita que sí los hay, es una gran mentira; no hay libertad y se habla del logro de la libertad, es una gran mentira; no hay justicia ni solidaridad, y se hacen la fotografía y regalan premios Nobel, y como quieran llamarles, en nombre de luchar por la paz, es una gran mentira... todo sigue igual y los pueblos siguen explotados y denigrados, esclavizados y abandonados... todo sigue peor.

Y el Único qué desde siempre creó al hombre bueno en un mundo bueno; y el Único qué se interesó por el hombre cuando eligió caminar por donde sólo conseguirá su propia muerte, fue el Creador, y ese Creador envió a su HIJO para rescatar la Verdad, para encauzar los Valores, para encaminar al hombre por el camino único de salvación. Y ha sido el Único que lo ha defendido y ha puesto sobre la mesa sus Derechos Humanos. Y todo por amor.

Ahora, ¿con qué derecho se autoadjudican muchos de ser ellos los defensores y los creadores de derechos y libertades? ¿Realmente a quién defienden y liberan? ¿Se les nota eso en su forma de vivir y de darse a los demás? ¿Realmente luchan y se entregan hasta la muerte por defender la justicia, la paz y la concordia entre los pueblos? ¿Son solidarios con los pueblos más pequeños, pobres e ignorantes?¿Luchan por crear vida, protegerla, defenderla y acompañarla para lograr un mundo mejor para todos y en paz?

Si eso no es así, luego ¿de qué hablan?

lunes, 12 de octubre de 2009

¡ACOGIDA!


En el prologo del Evangelio de Juan, cuando se nos resumen y adelantan todos los temas que serán desarrollados en las páginas que siguen, se nos habla de que la Palabra de DIOS, que desde siempre es DIOS, estaba en el mundo, porque el mundo se hizo por medio de ÉL. Todo llevaba su sello y su imagen, y por eso era "suyo" en un sentido muy profundo. Y sin embargo "el mundo no lo conoció", "vino a su casa, y los suyos no lo acogieron". Ciertamente no fueron todos los que negaron esta acogida, pues hubo quienes si lo acogieron, y "a los que le acogieron les dio poder de ser hijos de DIOS".

Este contraste, este conflicto atraviesa todas las páginas del texto de Juan, clasificando en cierto modo a las personas que se acercan a JESÚS. Pero en realidad este conflicto atraviesa también el corazón mismo de los creyentes, de todos los creyentes. No se trata de un posicionamiento que define los bandos sin más ni más, sino de un movimiento por el que cada uno se siente siempre confrontado a acoger a JESÚS, su Palabra y su obra, y a estar siempre en tensión para no instalarse en la duda, la perplejidad, o el cansancio y la falta de fe.

En el Evangelio de Juan lo siguen y lo abandonan los oyentes en cada página. La expresión "muchos creyeron en ÉL" es tan frecuente como "volverse atrás" o "recoger piedras para apedrearle". De hecho, incluso los que con Pedro pueden decir: "SEÑOR, ¿a quién vamos a acudir? TÚ tienes Palabra de vida eterna, nosotros creemos y sabemos que TÚ eres el Santo de DIOS" (Juan 6, 68-69), lo abandonarán y huirán. Pedro lo seguirá de lejos después del prendimiento en el huerto para negarlo en seguida. Al pie de la Cruz María, la Madre, unas pocas mujeres y el discípulo. "Vino a los suyos y los suyos no lo acogieron".

El tema no es exclusivo de Juan. Lucas nos cuenta cómo y dónde inicia JESÚS su ministerio público, leyendo a Isaías en la sinagoga de Nazaret; y nos relata cómo todos al oírle "les expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca". Pero unas líneas más abajo, en el mismo lugar y momento, ya leemos que "todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio con intención de despeñarlo (Luc 4, 22-29).

Mateo concentrará en el final del ministerio público de JESÚS sus lamentos y juicios sobre el rechazo de su "visita", hasta aquella cariñosa queja dolorida del Maestro: ¡Jerusalén, Jerusalén!, cuantas veces intenté reunir a tus hijos, como la gallina reúne a los polluelos bajo sus alas y no habéis querido" (Mt 23, 37).

El rechazo que el hombre hace de DIOS es el rechazo del HIJO, un rechazo por el que terminamos sacándolo de la ciudad y llevándolo a la Cruz. Pero esa Cruz se convierte en realidad en el gran abrazo de DIOS al hombre. Los brazos abiertos de JESÚS de Nazaret en el Calvario acogen en el corazón de DIOS a todo el que quiere entrar.

Visto desde nosotros el texto del Evangelio es la historia de un progresivo rechazo hasta el final de la Cruz, visto desde CRISTO, la historia cambia totalmente de signo y es una permanente, total y misericordiosa acogida, hasta el abrazo final de la Cruz. A lo largo del Evangelio y hasta el final es JESÚS quien mantiene permanentemente abierta la puerta de su corazón y de su vida con la acogida más amplia y total.

Los letrados y fariseo le juzgarán precisamente por esa acogida: "Ese acoge a los pecadores y come con ellos" (Lc 15, 2), y entenderán que en su actuación concreta ÉL es el padre misericordioso que sale de la casa en busca del hijo que marchó lejos, y que ahora les está invitando a entrar a ellos.
No pone condición alguna para entrar en el banquete, pero sólo entrarán quienes sean capaces de comprender que quién está dentro es un hermano y no un extraño pecador. Los oyentes entienden lo que está proponiendo, pero no comprenden ni aceptan la misericordia que se hace acogida fraternal.

La acogida de JESÚS es total y además transforma al acogido, no es un abrazo neutro como simple invitación a entrar. El encuentro acogedor del Maestro cambia al que responde a la acogida con la acogida. Lucas nos cuenta que tras la llamada que JESÚS hace a Leví (Mateo), este le ofrece en su casa un gran banquete, al que se suma un gran número de publicanos. Podemos multiplicar el repaso de estos encuentros acogedores de JESÚS, en los que comprendemos al mismo tiempo su amplitud incondicional, y la transformación que invita a asumir y que provoca en el que es acogido.

Zaqueo, en quién nos queremos fijar ahora, acoge a JESÚS en su casa, porque JESÚS lo ha acogido primero en su corazón al invitarse ÉL mismo a pesar de la previsibles y reales críticas de todos; pero la acogida de Zaqueo en su casa es sólo el principio de un giro total en el enfoque y la marcha de su vida. (Hasta aquí la introducción al Curso Pastoral 2009-2010 de la Diócesis de Canarias por Monseñor Francisco CasesAndreu, Obispo de Canarias).

Situándonos en el contexto histórico observemos que el Sr. Zaqueo era un recaudador, tal como existen hoy, él le adelantaba la posible recaudación que en aquel pueblo de Jericó se calculaba, a los Romanos y luego él se encargaba de cobrarla. Ni que decir tiene que se aprovechaba de la situación, cómo hoy lo hacen muchos en similares oportunidades, y sacaba suculentas ganancias engañando y robando. Su acomodación era privilegiada y tentadora, de modo que salir de ella suponía un cambio duro, difícil de realizar y, sobre todo, compensatorio a tanta riqueza y privilegios.

Zaqueo tuvo que descubrir el gran tesoro que supone seguir a JESÚS que su opción fue lo suficiente pesada para desequilibrar la balanza del estado de su vida actual y optar por la de convertirse a la Voluntad del Reino propuesto por JESÚS. Y cuando se descubre una cosa así no hay muro, barrera ni obstáculo que pueda impedirlo. Pero dónde realmente quiero detenerme es en la posible causa que motivó su cambio.

Creo, por eso la reflexión apoyada en la introducción del Sr. Obispo, que la clave está en la "acogida". Acoger es hacer un lugar dentro de mí, para que el otro lo ocupe. Es permitir la entrada en mi recinto interior, para dar todo el calor y fuego que de mí entrega y servicio soy capaz. Y esa acogida, que no es otra cosa que el fruto de mi amor hace que el otro, en este caso Zaqueo, abra su corazón y responda con su acogida, no sólo física, material, sino con la entrega de su corazón al servicio del amor.

Me parece una buena ocasión para meditar, revisarnos, pararnos y mirarnos cómo está nuestra particular morada interior para estar presta a acoger a los que tocan a mi puerta. Observar como está dispuesta mis actitudes, mi servicio, mi disponibilidad, mi apertura, mis ventanas para, no sólo acoger, sino transmitir y acercarme. Experimentar como JESÚS cree y se comunica firmemente en el PADRE, como se acerca y finalmente acoge con infinita misericordia y amor.




miércoles, 7 de octubre de 2009

AUSENCIA DE DIOS


Estaremos de acuerdo que en todo joven hay una aspiración a la felicidad, quizás mezclada con un sentimiento de inquietud. Sin embargo, esa aspiración termina, a menudo, dirigida por la sociedad de consumo que los envuelve y manipula sin darse cuenta. Son falsamente alienados y anulados en su característica más singular como es la libertad: terminan esclavizados.

Se hace necesarios valorar seriamente el anhelo a la felicidad que exige una respuesta verdadera y exhaustiva. A la edad temprana de un joven es cuando se realizan las primeras grandes elecciones, capaces de orientar la vida hacia el bien o hacia el mal. Y, por desgracia, no son pocos que se dejan seducir por espejismos ilusorios de paraísos artificiales que encierran en el fondo resultados de soledad y tristeza. Vendemos el mayor tesoro de nuestra vida: la verdadera felicidad, por aparentes momentos de seudo felicidad con etiqueta de caducidad.

Son etapas difíciles y momentos de verdadero peligro porque, educarse en ser buena persona, aparte de lo recibido, que es fundamental, en el seno familiar, se hace ineludible caldearse en unas circunstancias de actitudes en la verdad y orientaciones que les dirijan por la búsqueda del bien y lo bueno. No consiste, por tanto, la educación enseñar conocimientos o tratados matemáticos, literarios o científicos, que también, sino en dar criterios para saber distinguir donde está el bien y donde el mal. Ser buena persona es saber discernis lo bueno de lo malo. Porque lo bueno libera y lo malo esclaviza.

Dice el Papa Benedicto XVI, donde apoyo mi humilde reflexión, que los jóvenes deben mirarse en la experiencia de San Agustín, que decía que el corazón de toda persona está inquieto hasta que no encuentra lo que verdaderamente busca. Y él descubrió que sólo JESUCRISTO era la respuesta satisfactoria al deseo suyo y de cada hombre, de una vida feliz, llena de significado.

Ocurre que la prontitud de los resultados, la inmediata felicidad, lo fugaz, lo ¡ya!... es lo que nos atrae, nos deslumbra y entusiasma. A pesar de lo repentino y lo instantáneo del gozo, quedamos atrapados, habituados, dependientes de esos actos casi involuntarios y teledirigidos que terminan por esclavizarnos y cegarnos hasta no ver la verdadera realidad, sino una realidad distorsionada por nuestra dependencia. Todo está condenado al vacío, soledad y tristeza.

Y aunque la película se repita innumerables ocasiones el joven no reacciona atrapado por la sin razón, dependencia y sin horizontes con sentido. La caída necesita un esfuerzo superior para levantarse que no se tiene, y sólo con voluntad de dejarse ayudar se consigue ir dándole sentido a la vida. Es el momento del encuentro con el SEÑOR, el único que nos puede sacar y salvar, que nos llama a la puerta de nuestra libertad y pide ser acogido como amigo.

Es la oferta más grande y mayor que aspiramos, y más, la única que queremos y por la que luchamos toda nuestra vida: nos invita y quiere hacer felices. La fe cristiana es esto: el encuentro con CRISTO. Persona viva que da a la vida un nuevo horizonte y, con ello, la dirección decisiva. Y cuando el corazón de un joven se abre a sus designios, no le resulta difícil reconocerle y seguir su voz. Toda ausencia de DIOS es pérdida y confusión, porque el hombre sólo puede encontrarse a sí mismo en su Creador y, por consiguiente, es ahí donde se encuentra su gozo y plenitud.

domingo, 4 de octubre de 2009

SIN MÍ NADA PODEIS HACER: SOLO DIOS BASTA.


Necesitamos de TI, de TI solamente, y de nadie más. Solamente TÚ, que nos amas, puedes sentir por todos nosotros que sufrimos, la compasión que cada uno siente en relación consigo mismo. Sólo TÚ puedes medir qué grande, qué inconmensurablemente grande es la necesidad que hay de TI en este mundo, en esta hora.

Todos necesitan de TI, también aquellos que no lo saben, y éstos necesitan bastante más que los que lo saben.

El hambriento piensa que debe buscar pan y, mientras tanto, tiene hambre de TI. El sediento juzga necesitar agua, mientras siente sed de TI. El enfermo se ilusiona en desear salud; su verdadero mal, sin embargo, es la ausencia de TI. Quien busca la belleza del mundo, sin darse cuenta te busca a TI, que eres la belleza plena.

El que en sus pensamientos busca la verdad, sin darse cuenta te desea a TI, que eres la única verdad digna de ser conocida. El que se esfuerza por conseguir la paz, está buscándote a TI, Única Paz donde pueden descansar los corazones inquietos.

Ellos te llaman sin saber que te llaman, y su grito es, misteriosamente, más doloroso que el nuestro. Te necesitamos. Ven SEÑOR.