miércoles, 2 de enero de 2013

LA VIDA DE LA GRACIA

EVANGELIO DE JUAN (1, 19-28). Hubo un hombre llamado...

Detrás de Juan viene Aquel que nos dará su propia vida. Fue enviado para darnos gratuitamente con su muerte esa Vida del Padre. Vida eterna y gozosa. Nuestro Padre Dios nos da su propia Vida, Vida de la Gracia, por los méritos de su propio Hijo, enviado para hacer esa Voluntad del Padre.

Y esa puerta de la Vida de la Gracia empieza por el Bautismo. Por él, somos revestido de la misma naturaleza divina que el Padre Dios, semejantes a Él, y heredero de su Gloria en Xto. Jesús. Nos quedamos perplejos y asombrados por tanta grandeza que no cabe dentro de nosotros mismos. Supongo que cuando decimos estas palabras estamos impulsados por el Espíritu Santo, porque se nos hace imposible entenderlo.

Juan nos anuncia este hermoso milagro y don de Dios. Él es el último profeta que nos proclama que estamos salvados en Xto. Jesús. Revestidos de su naturaleza divina, por obra y Gracia del Padre, que nos regala su propia Vida y nos hace, con su Hijo, coherederos de su Gloria. ¿Se puede entender esto?

Sólo dejándonos en Manos del Espíritu Santo podremos ir entendiendo la maravilla de Gracia que el Padre Dios nos ha dejado en su Hijo Jesús. Sólo revestido e injertados en Él y bañados de su Gracia por el Bautismo, seremos verdaderos hijos de Dios llamados a su presencia.

Pidamos al Padre que, abandonados en Manos del Espíritu Santo, empecemos este año abierto a la Vida de la Gracia que el Señor nos regala en el Bautismo, y que cada día seamos capaces de renovarla en la Eucaristía alimentados por el Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús. Amén.

martes, 1 de enero de 2013

CEGADOS POR EL CONSUMO

Lucas (2, 16-21)

Sales a la calle y te invade una corriente de alegría, todos corren y van de prisa. Entran y salen de los comercios y llevan bolsas con compras y regalos. Se oyen palabras de felicidades y la algarabía te contagia y te arrastra.

Sin embargo, se consigues pararte experimentas que,  ¿por qué correr? ¿A dónde voy con tanta prisa? ¿Qué ocurre? ¡Ah!, al parecer estamos a unas horas de despedir un año y dar entrada a otro. ¿Y eso justifica tanto alboroto y consumo? 

No tenemos razones para justificarlo, y menos cuando hay tantos que necesitan ayuda. Sería más importante tratar de que todos tengan más de lo necesario y que haya más felicidad compartida y sobre todo paz y amor. Alguien está tratando de decirnos eso desde una cuna. Un Niño ha nacido y por medio de unos pastores trata de que nos enteremos que la cosa no va por ahí.

No se trata de la alegría de un rato, de unas copas, música y diversión. No es que eso esté mal, es bueno y viene bien, pero con moderación y responsabilidad. Hay muchos niños que pasan frío y no tienen lo necesario para sentirse bien. Quizás tendríamos que pensar y compartir algo más.

Pero no se trata de hacerlo hoy ni ahora. Sí, conviene alegrarnos y divertirnos un poco, pero no viene mal pensar que empieza un año nuevo y que se trata de que ese año sea un año de más compartir, de más solidarizarnos, de más justicia, de más paz y de más amor. 

En eso debemos estar comprometidos y después de comernos las uvas podemos pensar que también otros tienen derecho a comérselas. Brindemos por un año en el que seamos capaces de intentar que el Niño Dios nazca cada día entre nosotros. Una cosa podemos hacer, unos minutos de silencio y pedirle al Espíritu Santo que nos transforme en esas personas que queremos ser.


lunes, 31 de diciembre de 2012

JUGAMOS TODOS LOS DÍAS

Juan 1,1-18


Se me acercó una compañera, hermana en Xto. Jesús, y de la parroquia, y se lamentó entre bromas que no nos había tocado nada en la lotería parroquial. Se me ocurrió comentarle que lo importante es que nos toque la lotería final, la que durará para siempre. Y ella asintió comprendiendo lo que decía.

Y ahora, en la última reflexión del año, el Evangelio nos habla de la Palabra de Dios, y la Palabra estaba con Dios y era Dios. Todo lo creado ha sido por y para Ella, y sin Ella no existe nada. En Ella estaba la vida y la  vida era la luz de los hombres...

Esa es nuestra verdadera lotería, la Palabra de Dios, el Verbo encarnado. Y a esa lotería jugamos cada día, cada hora y a cada instante. Estamos abonados a ese juego del convivir con la Palabra y vivir la Palabra en el amor. El amor al Dios encarnado en cada hombre necesitado de su Palabra. 

Un Dios que llena plenamente nuestra vida y se nos manifiesta en todos los acontecimientos que vivimos y en donde crecemos, nos desarrollamos y convivimos con los demás. Es el juego más apasionante de nuestra vida. 

Un juego donde el riesgo de cada día está presente en nuestra toma de decisiones, en nuestro olvido personal, en nuestra disposición de darnos, de renuncia por hacer crecer a nuestro derredor todo fruto bueno que haga y sirva para el bien de los demás.

Ahora, en el último juego de este año que acaba, volvamos a apostar con esperanza para que dentro de nuestro corazón se encarne y viva ese Niño Dios que acaba de nacer, y permitámosle vivir cada día de este nuevo año que está a punto de entrar.

 UN FELIZ AÑO NUEVO EN XTO. JESÚS



domingo, 30 de diciembre de 2012

SÓLO PUEDES DAR LO QUE TIENES

(Lc.2, 41-52)

Es de sentido común dar, pero dar lo que tienes, porque lo que no tienes no puedes darlo aunque quieras. De ahí, en materia de vida y de amor, que para dar y transmitir la vida que tú buscas y en la que crees, debes vivirla no solo en apariencias sino en verdad y justicia.

Jesús recibió el testimonio de vida de su Madre María y también de su padre San José. Ellos con su dedicación y amor le fueron transmitiendo su fe y sus criterios de amor según la Voluntad del Padre. El Evangelio nos revela que María y José estaban atento a Jesús y se preocupaban por su educación, hasta el punto de angustiarse con el acontecimiento de su pérdida en la fiesta de la Pascua.

Hoy, la Palabra de Dios, nos pone el dedo en la llaga, en la llaga familiar, pues es la familia la fuente donde los hijos beben la iniciación de la fe y el amor a los demás. Y esa mirada familiar nos debe fortalecer para poner todo nuestro esfuerzo en la defensa y protección de la familia.

La familia como célula fundamental de la sociedad, cuna de formación y de nacimiento a la fe, a la verdad y a la concordia y amor a todos los hombres. Tesoro de convivencia y paz para toda la humanidad y solución a todos los problemas que el mundo nos plantea hoy. Es en la familia donde se construyen los hombres y por ellos se construye el respeto a la vida, a la libertad, a la justicia y al amor en toda la humanidad.

sábado, 29 de diciembre de 2012

TAMBIÉN A MÍ SE ME PRESENTA

Evangelio según San Lucas 2, 22-35 (María y José cumplían con unción ...


Cuando leemos e intentamos reflexionar o meditar la Palabra de Dios, al menos a mí me ocurre, lo hacemos desde una perspectiva lejana, como algo que ya ha ocurrido y que no nos toca a nosotros. Sé que nos esforzamos en mirarlo desde nuestra propia realidad y desde nuestro tiempo, pero, quizás por nuestra debilidad y limitaciones, nos despistamos y evadimos de la realidad.

Jesús, siguiendo la burocracia y tradiciones de su época y cultura, es llevado y presentado en el templo, y el anciano Simeón, tocado por el Espíritu Santo, manifiesta y profetiza la presencia del Mesías que él esperaba. Ya se siente preparado para partir en paz, pues sus ojos han visto al Salvador.

Se me ocurre, invocado el Espíritu Santo, pensar que Jesús es presentado diariamente también a cada uno de nosotros. Vive dentro de nosotros y espera ansioso de amor a que, como Simeón, cada uno de nosotros percibamos su presencia en nuestro particular templo de nuestra vida. En donde vivimos con nuestra familia; en donde vivimos con nuestro trabajo; en donde vivimos nuestro tiempo de ocio y con todos aquellos con los que nos relacionamos.

Ahí ocurre nuestra particular presentación, y ahí debemos manifestarle como hizo Simeón, presentándole como el Mesías Salvador del mundo.

viernes, 28 de diciembre de 2012

EL ÑINO NACE TAMBIEN EN NUESTRO CAMINO

Evangelio del 28 de diciembre de 2011: Mt 2, 13-18


No sabemos cuándo, pero si sabemos que en cualquier momento somos interpelados a levantarnos y emprender un nuevo camino, un camino de salvación. Quizás sea esa la llamada que hoy nos quiere comunicar el Evangelio de hoy: "Oyes, levántate y camina porque muchos necesitan de tu ayuda".

Así ocurrió hace 2012 años. José fue avisado en sueño para que levantara vuelo y emigrará con María y el Niño a tierras de Egipto salvándolo de una muerte segura. En su lugar murieron muchos niños inocentes que no han dejado de morir todavía por la misma causa. "La furia y el egoísmos del hombre".

En aquel entonces fue el rey Herodes, y hoy son todos aquell@s que llevados por su egoísmo impiden que muchos niños inocentes vean la luz del sol. No oyen ninguna llamada sino que ensordecidos por las tinieblas y envueltos en la oscuridad permanecen anclados en su propio interior, encerrados en un corazón de piedra que mata y asesina a todos aquellos que le incomodan y le impiden hacer su voluntad y apetencias.

Hoy mueren muchos niños porque no se escucha la voz al Ángel del Señor que les invita a levantarse y a salir de sus propios egoísmos huyendo del mal que esconden en su corazón de piedra y transformarse en un corazón de carne empapado de solidaridad, justicia, paz y amor.

Hagamos una serena, silenciosa e interior reflexión que nos ayude a comprender y a ponernos en movimiento como José para levantar nuestro corazón y poner a salvo a millones de niños inocentes que mueren dentro del seno de sus madres. Amén. 

jueves, 27 de diciembre de 2012

NO PARECE ASOMBRARNOS

 Evangelio según San Juan 20,2-8. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del ...


porque ya lo hemos oído muchas veces. Quizás se nos ha hecho algo rutinario, y nos cuesta despertar y contemplar la fuerza y la grandiosidad del acontecimiento. Uno de los grandes peligros de esta época y cultura sea la capacidad de adaptarnos a toda noticia.

Con demasiada frecuencia, los adelantos de la técnica nos lo hacen posible, nos encontramos con noticias de todo tipo. Ya nuestra mente se ha adaptado que no despierta en nosotros ninguna capacidad de asombro. Oímos la cantidad de niños que son asesinados en el vientre de sus madres en estado embrionario, pero activos seres humanos que avanza su primera etapa en sus vidas, y no nos asombramos nada.

Es más, continuamos tarareando la canción y dando el último bocado al bocadillo de turno de nuestro placentero desayuno. Y nos hablan ahora del hambre que pasan centenares de millones de niños, y nos quedamos igual. A lo sumo damos un suspiro, pero aceptamos que eso es casi normal o sucede en la vida.

Y de la misma manera, celebramos y damos la noticia que Jesús Vive, que su tumba fue encontrada vacía por María Magdalena, y que luego Pedro y otro discípulo lo comprobaron personalmente, y nos quedamos impasible y como una página más del calendario, en este caso, litúrgico.

Sin embargo, es el fundamento de nuestra fe. El pilar donde nos apoyamos con consistencia y de donde nadie nos puede remover. Estamos salvados porque Jesús Vive, y si vive está con nosotros, pues eso nos lo prometió: "Estaré con ustedes hasta el final del mundo". Y todo en Él se ha cumplido: "Está Vivo". 

Por eso creo, porque me fio de su Palabra y me lo refuerza el testimonio de aquellas mujeres, Pedro y el otro discípulo. Yo como ellos he escuchado y creo, y porque en mi vida también lo experimento.