Lc 5, 33-39 |
Era día de fiesta. Se celebraba una boda y, como
miembro de la familia, estaba invitado. Pensé: «hoy haré día libre, dejaré la dieta aparcada. Es día
para celebrar la boda de estos amigos»
De esta manera, Pedro, había borrado la dieta de ese
día para celebrar la alegría de la celebración de la boda. Y es que, a veces,
por circunstancias especiales, hay que interrumpir la dieta o ayuno, para disfrutar
del momento puntual que se presenta en nuestra vida. Ya, cuando el momento sea
el adecuado, tomaremos de nuevo la dieta, o haremos el ayuno pertinente.
Viendo llegar a Manuel, aprovechó para pedirle su
opinión al respecto.
—Manuel, ¿qué opinas sobre suspender las dietas en
algún momento determinado?
—¡Hombre!, el sentido común te dice que, puestos a
celebrar algo especial, se puede dejar la dieta o el ayuno pertinente, para
disfrutar del momento presente.
—Eso había decidido. ¿Qué te parece?
—Pues, muy bien. Hay un pasaje del Evangelio, precisamente
en Lc 5, 33-39, donde Jesús, en respuesta a fariseos y escribas, que le
reprochaban que sus discípulos no ayunaban, dice:
«¿Acaso
podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos
días».
En la presencia de Jesús nadie se acuerda del ayuno.
Todo está centrado en celebrar el encuentro con Él. ¡Es el Mesía, el Salvador
que nos librará de la esclavitud! No hay lugar para el ayuno, sino para la
fiesta.
—Estoy de acuerdo. Sería contradictorio ponerse
triste cuando hay motivos para estar alegre; privarse de algo cuando no hay por
qué hacerlo. ¿No piensas, Manuel, que eso es lo correcto?
—Totalmente, el ayuno, de cualquier tipo, está
reservado para momentos de penitencia, de sobriedad y de entreno, para guardar
el equilibrio y no dejarnos dominar por el vicio, el ego, bienestar y
comodidades. Es aconsejable para luchar contra el relajamiento excesivo, la
indisciplina y flaquezas que llevamos en nuestra naturaleza.
El Espíritu de Jesús sigue soplando, trayendo novedad e invitándonos a ser valientes y estrenar caminos.
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