domingo, 10 de octubre de 2021

LA VIDA ETERNA EN GOZO Y PLENITUD

 

Cuando te propones ser feliz deseas y quieres que sea para siempre. No es lógico ni de sentido común desear ser feliz un rato o una vida corta - setenta u ochenta años -. Quieres vivir SIEMPRE, es decir, SIEMPRE, que significa ETERNAMENTE y en plenitud de gozo y felicidad. Y esa fue la pregunta que aquel joven del Evangelio, que hoy reflexionamos, hizo a Jesús: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?

Supongo, al menos eso me sugiere el llamar bueno a Jesús, que, como bien responde Jesús - Nadie es bueno sino sólo Dios - aquel joven, quizás sin darse cuenta, consideró que Jesús era Dios. La felicidad nunca será plena si Dios está ausente. O, dicho de otra forma, la felicidad no se encuentra en todo lo que nos puede ofrecer este mundo: oro, fama, éxito, riqueza, bienes, placeres, concupiscencia, confort...etc. Podrás experimentar algunos momentos de placer, pero nunca esa felicidad plena y eterna que buscas.

Sólo en Dios encontrarás esa plena felicidad que andas buscando porque, precisamente, Él es la Felicidad Eterna. Una felicidad que simplemente consiste en dejarse amar por Dios. Un amor que te hará sentir plenamente feliz. Es difícil explicarlo o comprenderlo. Simplemente, cuando lo experimentas es cuando alcanzar a entenderlo y nunca más lo dejarás. Es, precisamente la experiencia de los santos. 

Esa fue la mirada con la que Jesús miró a aquel joven. Una mirada que si la sabemos acoger y dejar entrar en nuestros corazones, no llena plenamente de felicidad y gozo.

sábado, 9 de octubre de 2021

LA ALEGRÍA DE VIVIR

 

La vida es siempre gozo. Y lo es porque hemos sido creados para vivir gozosamente y ser felices eternamente. Ahora, es preciso recorrer una etapa que nos llevará a ese punto de gozo y felicidad eterna. Y es gozo porque también es esperanza. Una vida sin esperanza no será nunca gozosa. Ahora, podemos preguntarnos, ¿por qué es gozosa la vida? ¿Acaso aquellos que no lo son -  lo pasan mal -  experimentan gozo en sus vidas? Tendrá que haber alguna razón o razones que den esa alegría y ese gozo a la vida.

No puedo hablar por otros, pero si puedo dar razones del por qué para mí la vida, vivida en Jesús, es fuente de gozo, alegría y esperanza. Primero, porque, la Palabra de Jesús, no sólo el Jesús humano - Naturaleza - sino el Jesús - Divino - Resucitado para Gloria de su Padre, me lo proclama y lo dice bien claro: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.

Segundo, porque, aún en  los momentos de zozobra, tempestades, sufrimientos y miserias, siempre está viva la esperanza de levantarse - parábola del hijo pródigo -  y volver a la Casa del Padre. Y, tercero, entre otras muchas, porque en ese camino, ya sea con o sin sufrimiento, la experiencia de amar llena plenamente mi alma.

viernes, 8 de octubre de 2021

APOYADOS EN EL RESPECTO Y LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

Lc 11,15-26

Esa debe ser nuestra actitud, buscar la verdad desde el sentido común, la razón y abiertos a la acción del Espíritu Santo. Porque, no somos dueños de la verdad ni tampoco podemos alcanzarla por nuestras propias fuerzas. Necesitamos abrir los ojos al Espíritu de Dios, que nos alumbra la única Verdad, el único Camino y la única Vida. Porque, sin Él todo se torna oscuridad y perdición.

No es razonable que el mismo demonio se expulse a sí mismo. Sería contradictorio e irrazonable pensar así y, peor todavía, acusar a Jesús que la haga en nombre del mismo demonio. Todos sabemos que un reino dividido termina por destruirse a sí mismo, y eso - lo de acusar a Jesús -  no parece razonable ni justificado. Y es que sucede que cuando no tenemos como justificar nuestras actitudes y posturas recurrimos a razonamientos absurdos como el anteriormente citado.

Posiblemente, necesitamos limpiar nuestros ojos y también nuestros corazones para poder ver de forma clara, limpia y transparente. La verdad es una, porque de ser dos, una sería mentira. Por tanto, busquemos la verdad desde la razón, el sentido común y la apertura a la acción del Espíritu Santo. Es Él, precisamente, quién nos puede iluminar hacia la única Verdad que nos señalará el Camino y la Vida.

Porque, alejados del Señor no encontraremos sino la verdad de los hombres. Una verdad con minúscula y llena de imperfecciones, errores, egoísmos y pecados. Una verdad ensoberbecida por el hombre que causa enfrentamientos, luchas y desigualdades falseando la verdad e incumpliendo la justicia.

jueves, 7 de octubre de 2021

INSISTIR Y PERSEVERAR

 

Somos seres limitados y llenos de imperfecciones. Por tanto, nuestras relaciones son imperfectas. Esto significa que entre nosotros hay diferencias, luchas, enfrentamientos, errores, discusiones...etc. Esto significa que estamos necesitados de perdón y misericordia porque la vida, el camino sigue y la necesidad de relación es inevitable. Pero, si queremos seguir a Jesús de Nazaret, perdonarnos es condición sine qua non.

Descubrimos que la lucha está servida cada día. No hay otro menú que el de la misericordia y para eso, porque nosotros - por nuestra naturaleza humana -  somos incapaces, necesitamos la oración - intimidad con nuestro Padre Dios - que nos transforma nuestros corazones hasta el extremo de perdonarnos y amarnos. Una oración de cada día, insistente y perseverante en y con nuestro Padre Dios, que se nos muestra como Padre y nos trata como hijos.

¿Hay una relación más hermosa que esa? Porque, si un padre quiere siempre lo mejor para sus hijos, ¡cuánto más nuestro Padre Dios que nos ha creado por Amor y nos ofrece la plena felicidad gozosa y eterna a su lado! Por tanto, experimentar y descubrir esa hermosa relación en la oración es el gran Tesoro que se nos ha dado. Descubrir y saber que Dios es nuestro Padre y nos atiende, nos escucha y nos llama a su Reino es la mayor dicha y gozo que podamos encontrar.

miércoles, 6 de octubre de 2021

PADRENUESTRO

 

No se trata de una oración más, sin por eso quitarle importancia a ninguna oración. Todas son importantes y nos relacionan con nuestro Padre Dios. Pero, la oración del Padrenuestro es muy especial porque es la que recomendó o sugirió Jesús a sus discípulos cuando uno le pidió que les enseñara a orar. Y, porque no se trata de una simple oración, sino que es un perfecto y completo plan de vida.

La oración del Padrenuestro se reza con la vida de cada día. Vas viviendo y vas, simultáneamente, rezando - haciendo vida en tu vida esa oración - mientras caminas por el mundo. Y no hay otra forma de rezarla, pues de no ser vida, oración y coherencia de ambas, deja de ser verdadera oración. Y es que, sin darnos cuenta, la rezamos rutinariamente casi siempre. Si esta oración no incide directamente en nuestra vida tendremos que reconocer que nos falta mucho todavía para encontrarnos y permanecer en el Señor.

Y es que, en realidad, cuando decimos Padrenuestro, ¿reconocemos a Dios como nuestro Padre? ¿O lo decimos como algo rutinario y que nos sabemos de memoria y no incide en nuestra vida? Porque, aceptarlo como Padre exige compromiso y actitudes. Entre ellas y principal la de santificarle. ¡Verdaderamente!, ¿lo santificamos? ¿Y buscamos su Reino o el que nosotros decidimos y queremos? ¿Hacemos su Voluntad o la nuestra?

Como podemos ver, hay muchas preguntas que podemos hacernos y muchas respuestas que dar. La cuestión es tratar de ser responsable, consciente y comprometido con lo que decimos y hacemos.

martes, 5 de octubre de 2021

LA CLAVE: PERMANECER EN EL SEÑOR

 

Todos necesitamos pedir y también buscar. Nos pasamos toda nuestra vida buscando y, en consecuencia, llamando y pidiendo todo lo que necesitamos para sostenernos en pie y buscar, seguir buscando. La perseverancia en buscar nace de la inquietud que tengamos sembrada en nuestro corazón. Diría que tenemos mucha necesidad de sembrar esa semilla de búsqueda constante en nuestro propio corazón. Porque, es a partir de ahí donde encontraremos esa imperiosa necesidad de pedir y llamar para que esa búsqueda sea fructuosa y abundante.

El efecto contrario sería pararnos, instalarnos en la pasividad de, cruzados de brazos, esperar que todo nos sea dado, regalado y venido como llovido del Cielo. Si, bien es verdad, y eso no debemos de olvidarlo, más tenerlo muy presente, todo es regalo de nuestro Padre Dios. Posiblemente, nuestras insistencias, nuestras búsquedas, llamadas y pedidos serán como la obediencia a nuestra fe. Serán los signos y señales con los que manifestamos visiblemente nuestra respuesta a nuestro Padre Dios.

Todo nos viene de Él, y no por méritos nuestro, sino por su Amor Misericordioso gratuito y misterioso, que nunca entenderemos. Pero, nuestro Padre Dios ha querido que, al darnos libertad para elegir, se lo pidamos haciendo visible nuestra aceptación de ser sus hijos y de reconocerle como Padre. Y eso nos exige a pedir, llamar y buscar. Lo mismo que hacemos desde pequeños con nuestros padres de este mundo.

De modo que, Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!

lunes, 4 de octubre de 2021

PRÓXIMO O CERCANO, ESE ES TU PRÓJIMO.

Lc 10,25-37

No se trata simplemente de cumplir y hacer, sino de ver quien está necesitado y ayudarle. Bien, es verdad que hay muchos necesitados que no se dejan ayudar y rechazan todo acercamiento y disponibilidad a ser ayudados, pero, si quieres estar cerca de Dios no te quedes simplemente en el amor a Él, sino prolonga ese amor al más cercano y necesitado que está a tu lado. 

Porque, tu prójimo es ese, el que te necesita y puedes ayudarle. Hoy vivimos la época de la comunicación y, a través de los medios tecnológicos podemos estar comunicados con todo el mundo. Podríamos llegar a decir, de alguna manera, que todos los que están necesitados de este mundo son nuestros prójimos. Y es que hoy, aunque no forma presencial, pero si muy efectiva, podemos todos ayudarnos. Ejemplos muchos, pero, por citar alguno actual, nombraría la erupción volcánica de la Palma.

La parábola lo deja claro, aquellos, sacerdote y levita, vieron a herido, pero no se pararon a socorrerle, sino que justificándose miraron para otro lugar y marcharon a su compromiso dejando su verdadero compromiso: amar al prójimo como a ti mismo. Y es que nos equivocamos cuando queremos elegir a nuestro prójimo, porque, nuestro prójimo no nos es dado, sino que se presenta en nuestra vida de muchas formas. Puede ser aquel que necesita un consejo; aquel que necesita ser escuchado; aquel que está confundido, solo e inquieto y necesita ser dirigido, empujado, animado. Pueden ser muchos que buscan y necesitan ayuda. 

Porque, los pobres y necesitados - prójimos - no son aquellos  que cumplen esa premisa, sino los que, siéndolos, se abren y se dejan ayudar. Son los que permiten que tu disponibilidad, tu amor entre en el suyo y aceptan esa ayuda que tú aceptas darle. Son los que se acercan en actitud necesitada y abierta o permiten y dejan que seas tú quien se acerque a él.