jueves, 21 de julio de 2011

VER Y OÍR LO QUE REALMENTE QUIERO (Mt 13, 10-17)


Porque todos queremos oír siempre la verdad. Entre otras cosas porque sólo la verdad nos hará libres y dichosos. El hombre, nosotros, los hombres y mujeres de este tiempo queremos vivir en la verdad. Experiencias, como las vividas, 15 M, nos manifiestan que buscamos y exigimos la verdad, precisamente porque la verdad nos hará libres y plenos de felicidad.

Muchos creen tener y estar en posesión de la verdad y sus oídos se cierran a los demás, porque su verdad es la que, según ellos, es verdad , valga la redundancia, más no es así, y la experiencia de la propia vida se encarga de hacérnoslo ver. Y es esa soberbia y dureza de corazón la que cierra sus oídos a toda verdad, pero sobre todo a la Única y Verdadera Verdad que sólo está en DIOS. Y en la medida que nosotros estemos en ÉL, también estaremos en la verdad.

Por eso, todos aquellos que se jactan en tener la verdad, quedaran al final sin ella y perderán todos, porque sólo al que tiene y escucha la verdad, la verdadera Verdad, le será dado todo. 

Déjame SEÑOR empaparme de tu Verdad, porque sólo 
TÚ eres la Verdad, el Camino y la Vida. No permitas
que me aleje de TI, no me arrojes lejos de tu
Santo Espíritu. Devuélveme la alegría de 
tu salvación y afiánzame con un
espíritu generoso. Amén.

miércoles, 20 de julio de 2011

NO PUEDO ENTERRAR MIS TALENTOS (Mt 13, 1-9)


Muchas veces sabemos que esto o lo otro lo hacemos medianamente bien, por no decir muy bien, pero, por muchas cosas o por miedos los dejamos de hacer. Son nuestros compromisos que nos asustan y responsabilizan y a los que, con mucha frecuencia, no le plantamos cara porque nos hace la vida más cuesta arriba.

Son las sabidas luchas contra corriente que nos tientan a huir y a tomar el camino más cómodo y fácil. Son las tentaciones de enterrar nuestros talentos y no arriesgarnos a ponerlos en productividad por miedo a perderlos. Son nuestros egipcios (Éxodo 14, 5-18)), de la Palabra de ayer, que nos amenazan a rechazar la salvación que nuestro PADRE DIOS nos ofrece.

Son nuestras arriadas de bandera blanca ante la cizaña, la ventisca o los contratiempos e inclemencias del tiempo que nos amenazan y nos impiden dar frutos. Son nuestras pruebas y dificultades que necesitamos vencer poniéndonos en Manos del Sembrador y dejándonos plantar, abonar y cultivar por ÉL.

PADRE del Cielo, quiero ser semilla de tierra buena,
de buen cultivo y de buenos frutos, pero, 
para ello, necesito el calor, la
lluvia y los cuidados de
tu Mano. amén.

martes, 19 de julio de 2011

TODO SOMETIDO AL AMOR DEL PADRE (Mt 12, 46-50)


¿Cuántas cosas hay en mi corazón? Y de todas ellas, ¿cuál ocupa el primer lugar? Porque de la que ocupe el primer lugar dependerá lo que más anhele mi corazón. Y si hay cosas que ocupen el lugar principal de mi corazón, el PADRE no podrá ocuparlo. Y si el PADRE no lo ocupa, mi primer amor no es el PADRE.

De modo que, no estoy haciendo la Voluntad de mi PADRE DIOS: "Amarle sobre todas las cosas", porque hay cosas que, en mi corazón, están primero que ÉL. Nada es primero al Amor a DIOS, y eso es lo que DIOS quiere, que le entreguemos nuestro amor libremente. Nuestro Amor que pasa, casi al mismo nivel, por amar también a los demás.

Por eso, mis amigos, hermanos, padres y madres son todos aquellos que hacen la Voluntad de mi PADRE, dice el SEÑOR, que está en los Cielos. Y, María, su Madre, es la primera que se ha dejado Amar por el PADRE. Es la Esclava humilde que se ha entregado a la Voluntad del PADRE: "Ser la Madre de su HIJO".

Enamora, PADRE mío, mi corazón y llénalo de tu
gozo y cariño. Mi corazón roto, malherido y
apegado al pecado necesita de TI, de 
tu Gracia.

Gracias por la Madre y el HIJO de sus entrañas que,
por obra del ESPÍRITU SANTO, han venido a
enseñarnos el camino del verdadero
amor: "Cumplir tu Voluntad. Amén.

lunes, 18 de julio de 2011

¿CON QUÉ DERECHO EXIJO? (Mt 12, 38-42)


No sólo me planto, sino que me tienen que demostrar, ¡y muy clarito!, a mi manera y gusto, que TÚ eres DIOS. ¡Vamos!, que tienes que demostrarme una y mil veces, y las que hagan falta,a que eres DIOS hasta que yo lo crea y me convenza.

Ese era el sentimiento de aquella gente a la que JESÚS llama "perversa y adultera", pues no sólo se resistían a la evidencia, sino que se constituían en señores con derecho a ser tratados como a ellos le apetecía. ¡Y continuamos así!

Exigimos que se nos demuestre que JESÚS es DIOS;  exigimos que baje alguien, ya muerto, a decirnos que es verdad, que estamos resucitados y salvados en JESÚS, por su Muerte y Resurrección. Exigimos y nos encontramos con derecho a todo, y nada es nuestro y, es más, todo se nos ha sido dado. Nos bastaría reconocer que DIOS es mi destino y mi fin último porque lo que más busco y quiero es ser eterno y feliz, y eso lo alcanzo cuando realmente empiezo a amar como JESÚS me ama.

Dame, SEÑOR, un corazón infinito como el tuyo
para amarte y amar a mis hermanos como
TÚ me has enseñado. Amén.

domingo, 17 de julio de 2011

EJEMPLOS NOS PUSO A MONTONES (Mt 13, 24-43)

 Cuando conviven juntos el bien y el mal...

No caben excusas ni justificaciones, pues todo está claro, al menos lo que se necesita para tomar la salvación que nos ha sido ofrecida. Porque lo grandioso y maravilloso es que ya, aquí ahora, estamos salvados. Se ha pagado el rescate y hemos sido devueltos a la vida. El dilema ahora es elegir esa salvación o convertirse en cizaña y terminar en el fuego.

Todo va a depender de nuestra grano de mostaza, de nuestra levadura y de nuestro celo apostólico por crecer y fermentar para dar fruto y extenderse. Todo va a depender del cultivo de nuestra fe y del producto de nuestra cosecha. Seremos nosotros nuestros propios cultivadores y los dueños de nuestros propios frutos, pues la siembra ya ha sido hecha y tiene el suficiente abono necesario para dar fruto. Ahora es nuestra voluntad libre la que pondrá el riego de amor necesario para que la semilla muera y dé frutos.

Quiero ser semilla abonada y cultivada para,
muriendo a mí misma, dar los frutos
del grano de mostaza y de la 
levadura fermentada.

Quiero ser campo de trigo bueno donde
la cizaña sea apartada y arrojada
al fuego, y solo permanezca
el fruto de mi buena
semilla. Amén.

sábado, 16 de julio de 2011

LA CARGA SE ALIGERA CUANDO ES DESEADA (Mt 12, 14-21)


Cuando el camino se nos pone empinado, escarpado y difícil de recorrer, todo parece que se nos viene abajo y nuestras fuerzas sentimos desfallecer. Es el acontecer diario de cada día que en muchos momentos de nuestra vida sentimos y sufrimos. Pero, hay algo más, y es que cuando esa carga de cada día que llevamos en nosotros es una carga impuesta, no querida, sufrida porque no nos queda otra alternativa, la situación puede llegar a ser caótica, depresiva y de fatales consecuencias.

Expresiones como: ¡"No puedo más!, ¡estoy al borde de un ataque de nervios!, ¡me va a dar algo!", son las consecuencias del sentimiento de no poder seguir así y no aguantar esta dura subida por el camino de nuestra vida. Son momentos tensos que nos harán tomar otros derroteros más facilones o sucumbir a las apetencias de lo más fácil y llevadero. 

La expresión: "No podía seguir así" refleja nuestra visible bandera blanca en señal de rendición y entrega a los criterios del mundo. Mi carga es muy pesada y no he podido llevarla. Posiblemente he querido cargarla yo solo.

Pero, ocurre y se experimenta que cuando esa carga que la vida nos depara a cada uno es aceptada. Aceptada como las circunstancias de la vida que me ha tocado vivir, de la consecuencia de mi propio pecado, y de la cruz que me toca cargar, la visión de la misma empieza a cambiar. El peso sigue siendo el mismo, pero la forma de llevarla se hace más ligera y suave. La presencia del Quien me motiva a caminar, a tomarla en mis hombros y a avanzar hacia adelante, me anima, me conforta, me fortalece y me la hace más llevadera.

Cuando tomo conciencia que mi cruz, al igual que su Cruz, yo debo también padecerla, sufrirla y llevarla en, con y por ÉL, todo se hace más llevadero, ligero y suave. Su yugo me es mucho más fácil cargarlo, soportarlo y transportarlo porque ÉL me sostiene, me empuja, me levanta, me anima, me fortalece, me acompaña, me alegra, me sonríe, me habla, me alimenta, me aconseja, me descubre el camino, me da la vida y me hace feliz.

SEÑOR JESÚS, TÚ eres mi apoyo, mi sostén, mi roca, mi
motivo, mi anhelo, mi camino, mi fortaleza, mi
esperanza, mi alimento, mi interés, mi
ilusión, mi tesoro, mi única fuente
de felicidad eterna, por eso,
la carga, el peso, las
contrariedades, 
la cruz, 
CONTIGO 
puedo llevarla adelante. Amén.

viernes, 15 de julio de 2011

EL PERDÓN POR ENCIMA DE LA LEY (Mt 12, 1-8)


En muchos momentos experimentas que la norma y la ley son contrarias al perdón y al amor. Porque para perdonar hay que amar, y sólo amando se puede comprender que lo importante no es la norma ni la ley, sino el perdón y la misericordia.

Si bien es que, tanto la norma como la ley van en favor de hacer el bien y de ordenar nuestra vida en cuanto a la buena y justa convivencia, si ocurre que en muchos momentos las circunstancias aconsejan actuar fuera de la norma y por encima de la ley. Es el caso que hoy nos narra la Palabra del DIOS, y que JESÚS recrimina a los fariseos.

No debemos empeñarnos tanto cumplir en cuanto perdonar y amar con misericordia, pues cuando se ama ya se está corrigiendo. Y el amado devuelve la misericordia en actitud de corregirse y de actuar en favor del bien común. Pues cuando somos perdonados por JESÚS, sentimos el deseo de no volver a pecar más, a pesar de nuestras limitaciones e impotencias, que nos traicionan y nos tientan de nuevo.

Gracias, SEÑOR, por tu paciencia, por tu espera,
por tu misericordia, y por quedarte a mi
lado para perdonarme, una y cien
veces, por mis caídas y 
mis debilidades. Amén.