martes, 10 de septiembre de 2013

LA VOLUNTAD DEL PADRE

http://www.sedipafmorelia.org/wp-content/uploads/2011/09/oracion-de-dios.jpg
(Lc 6,12-19)


Supongo, es de lo primero que pensamos, que Jesús hubiese preferido escoger para su equipo un grupo de gente importante, con medios y de las mejores preparadas. Cuando se trata de proclamar un mensaje, lo lógico es buscar a los mejores proclamadores.

Sin embargo, Jesús elige casi lo inservible, lo último, lo menos preparado. ¿Por qué esa elección? Esconde misterio, pero podemos pensar que tras lo pequeño, lo humilde, lo de abajo será más fácil aceptar y darse a la proclamación. Porque primero, son los necesitados, los que nada tienen y nada pierde. Y segundo, porque están abiertos a toda esperanza y deseos de cambiar, de ser ayudados.

Ocurre eso con los niños. Todo lo obtienen de sus padres. Nada saben, ecepto que sus padres le darán lo mejor, lo que necesitan. Y se abren a sus palabras y ayuda.

Al parecer esa fue la Voluntad del Padre. Jesús, después de estar una noche en oración con Él, muy temprano, interpreta lo que el Padre quiere para la proclamación de su Mensaje, y en consecuencia actua. ¿También nosotros disponemos de esa actitud de consultar al Padre ante la elección del camino a tomar en nuestra vida? Es quizás la pregunta que hoy debemos reflexionar.

lunes, 9 de septiembre de 2013

INCAPACES DE VER

http://www.sedipafmorelia.org/wp-content/uploads/2011/09/Estaban-al-acecho-los-escribas-y-fariseos.jpg
(Lc 6,6-11)


Hay momento que se nos nubla la mente, pero también la visión. Somos incapaces de ver, y menos aun razonar. Perdemos el norte y se dispara nuestra lengua hasta el punto de vomitar disparates. Creo que todos hemos sido víctimas de esta experiencia. Yo lo confieso y lo he experimentado en mí mismo.

Pero lo peor no es eso, puesto que somos débiles y caemos en la trampa que el demonio nos tiende aprovechando nuestra debilidad. Lo peor es que, pasada la tormenta, no seamos capaces de poner las cosas en su sitio y razonar. Tengo que confesar que en eso, mi nieto Manuel me da ejemplo. Se enfada prontamente, pero pasado el tiempo confiesa su arrepentimiento y recobra la paz.

Entonces me acuerdo de las Palabras de Jesús: "Tienen que ser como niños..." Hoy el Evangelio nos dice que aquellos escribas y fariseos estaban al acecho a ver si Jesús se atrevía a curar en sábado. Y Jesús, sabiendo lo que guardaban en sus corazones, les dice: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla».

Nuestra razón, desde lo más profundo de nuestro corazón, nos dice que lo importante es buscar el bien del hombre. Siempre antes hacer el bien que el mal. Jesús que conoces nuestros corazones sabe lo que sienten, y nos mira al tiempo que le indica a aquel hombre que extienda su mano.

¿Qué pensamos nosotros? ¿Quizás estamos también de acuerdo que antes la ley que el hombre?

domingo, 8 de septiembre de 2013

ELEGIR EL CAMINO


(Lc 14,25-33)


Todos buscamos nuestros propios intereses. Es ley de vida, decimos, pero cuando ante ellos se opone el amor somos capaces de también oponernos nosotros y renunciar aun a costa de perjudicarnos. Es lo que significamos cuando decimos: "Morir a nosotros mismos". O también: "ir contra corriente".

Sin lugar a duda, elegir el camino es renunciar siempre a nuestros intereses. Por eso, Jesús nos advierte hoy en el Evangelio que, seguirle es dejar todo: Padre, madre, hermanos, amigos, casa y hasta su propia vida... nada puede interponerse ante la elección de seguirle. Y es verdad, pues siempre que haya algún apego o preferencia, no estaremos entregados a Él.

Y lo experimentamos en nosotros mismos. ¡Cuanto nos cuesta vencernos! Renunciar a muchos de nuestros caprichos, intereses o apetencias significa algo muy importante para cada uno de nosotros, hasta el punto de poner al Señor en un segundo plano. 

Necesitamos meditar y reflexionar sobre el camino a seguir. Hay una previa elección, y esa elección pasa por renunciar a todo y seguir sin condiciones a Jesús. Entonces descubrimos que la oración, Penitencia y Eucaristía es la necesidad primera que nos fortalecerá para seguirle.

sábado, 7 de septiembre de 2013

LEYES DE HOMBRES

http://1.bp.blogspot.com/-6sSE8XO95FQ/TiARursoMmI/AAAAAAAAHuc/nDwR4K6ITBU/s1600/JC+Colheita+01.jpg
(Lc 6,1-5)

Leyes de los hombres que van contra los hombres; leyes que imponen pesos en lugar de aligerar cargas; leyes que obstaculizan en lugar de facilitar y ayudar. Leyes que devoran y oprimen porque su gozo se esconde en el cumplimiento o castigo. Leyes que afilan lenguas que destruyen, acusan y matan para llenar el vacío de su propias conciencias. Leyes que viven de la critica, la sospecha y el juicio haciendo de ellas su propia religión. 

Jesús desvela toda esa hipocresía y contrapone su Amor que genera verdad, libertad y paz. No está hecho el hombre para ser esclavo del sábado, sino todo lo contrario - el sábado para el hombre - las leyes en función del bien del hombre.

No son las obras, lo externo, lo que vale, sino lo que se fragua dentro del corazón del hombre. Son las intenciones del corazón las que dan valor a la obra del hombre. Nunca las normas, las leyes o cumplimientos, pues cuando se ama, todo lo que nace coincide y cumple con la Voluntad de Dios.

viernes, 6 de septiembre de 2013

TODO A SU MOMENTO

(Lc 5,33-39)

Cada cosa tiene su momento y su tiempo de acción. Se trata de realizar en cada momento lo que se debe hacer. Cuando toca orar, orar, cuando ayunar, ayunar, y cuando fiesta, fiesta. La vida es un camino, y el camino exige paradas, descansos, reflexiones, fiesta, esfuerzos y también ayunos. Pero no se trata de hacerlo según normas, preceptos o imposiciones reglamentadas. Se trata de vivir en la Voluntad del Padre y de responder a esa Voluntad, desde el amor, según lo aconsejen las circunstancias y la vivencia del momento.

Es verdad que cada momento exige unas formas correctas de comportarse y aplicarse, pero también es verdad que lo importante son las personas y el bien que demandan esas personas en la justicia y la paz. Sería más bien, aplicar cada momento de amor a mejorar el bien común, y eso será diferente según las circunstancias y los momentos.

El Señor nos enseña hoy el cómo y cuando debemos ayunar o divertirnos: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días».

Cada paso en el camino exige una respuesta, respuesta de alegría, de gozo y paz o de ayuno y sufrimiento. Saber, en y por Jesús, darle vivencia a ese instante es la mejor salida que podamos encontrar. Y sólo en Jesús encontraremos la solución.

jueves, 5 de septiembre de 2013

A PESAR DEL ÉXITO, LO DEJO TODO POR TI

(Lc 5,1-11)

Es fácil pensar que aquellos hombres, los apóstoles, asombrados por el poder de Jesús quedaran maravillados, y en consecuencia estuviesen dispuestos a seguirle. Claro, pensamos que tras magna exhibición nadie se puede negar. Pero, podemos hacernos una pregunta y reflexionar sobre nuestra respuesta:

¿Estaríamos nosotros dispuestos a seguir a Jesús, dejándolo todo, si nos diera éxito en nuestro trabajo? ¿Estaríamos dispuesto, con nuestra barca llena hasta arriba, a seguirle abandonando todo? Supongo que hecha esta pregunta, no vemos la respuesta clara. De la misma forma, aquellos hombres supieron elegir y discernir entre la riqueza material y el camino espiritual de seguir a Jesús.

Supongo que aquellos hombres descubrieron el verdadero tesoro, y supieron distinguir entre las riquezas efímeras de este mundo humano, y la vivencia del amor en el camino de Jesús. ¿Tenemos nosotros claro la respuesta?

Sólo se me ocurre pedirle luz al Espíritu Santo para que nos dé la sabiduría que nos descubra el verdadero camino del, valga la redundancia, verdadero Tesoro que conduce al Reino de Dios.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

SINAGOGAS Y ENCUENTROS

(Lc 4,38-44) l


Siempre hay un lugar donde nos citamos para encontrarnos. La ciudad se congrega, según para lo que sea, en diversos lugares donde sus moradores se reúnen con el fin de buscar, entretenerse o pasar el tiempo. Jesús habla en las sinagogas y saliendo de una de ellas es asaltado por muchos enfermos a los que impone sus manos y les cura.

Previamente había sanado a la suegra de Simón, pues había entrado en su casa y le rogaron que la curase. Jesús no se hace rogar. Se ofrece y sana a todos aquellos que le buscan y le ruegan ser curados. ¿Estamos nosotros también en esa actitud? Pero una actitud que no se pare solo en una curación física, sino que llegue más lejos y solicite la curación verdadera que salta a la vida eterna.

Hay momentos que nos cuesta acercarnos. Nos molesta escuchar y obedecer al Señor; llenarnos de paz y paciencia y esforzarnos en vivir desde su Palabra. Huimos como esos demonios que al sentir su presencia se alejan despavoridos. Nos fastidia acudir a la Eucaristía, buscar espacios de oración y seguir su camino.

Busquémosle sin descanso, a pesar de nuestras debilidades y cansancio. Él es el Médico que cura toda dolencia física y espiritual. No tengamos pereza ni miedos. Su Gracia nos dará todo lo necesario para superar las adversidades del camino.