lunes, 6 de abril de 2020

EN CASA DE LÁZARO

Lent 5C – JOURNEY TO PENUEL: Wrestling to See the Face of God
Jn 12,1-11
Lázaro había resucitado y la curiosidad de verlo llevaba a la gente a merodear por su casa. Ahora, añadida la visita de Jesús, los judíos se aglomeran por ver a quien había resucitado a Lázaro. Supongo que en nuestro tiempo pasará lo mismo. Prueba evidente son los santuarios de Fátima, Lourdes y también Medjugorje que son muy visitados. Me imagino que afluencia tendría una resurrección a nivel mundial.

Ahora, la cuestión es preguntarnos, ¿qué me llevaría a mí a ese imaginario lugar? ¿Simple curiosidad, o deseos de encontrarme con Jesús? Porque, de eso es de lo que se trata, de discernir que Jesús, el Mesías enviado por Dios, su Hijo predilecto, va a entregar su Vida por mí y por todos los hombres. Sucede en la casa de Lázaro, Marta y María que, ésta última, María, le unge sus pies y los seca con sus cabellos. Parece como un presagio de adelanto de su sepultura.

Sin embargo, otros, caso de Judas, ponen en primer lugar la cuestión económica. ¿No te recuerda nada eso? Está ocurriendo también ahora. Ante la vida de muchos ciudadanos, en su mayoría mayores, que están muriendo por el contagio del virus covid19, muchos políticos, gobernantes y empresarios se sienten más preocupado por la economía que por las vidas de las personas. Como puedes ves las épocas se parecen a pesar de la distancia que hay entre ellas.

En mi modesta opinión lo verdaderamente importante es fijarnos en Jesús y tratar de, abriéndonos a su Corazón, dejar que el Espíritu Santo actúe sobre nosotros y nos vaya cambiando nuestro corazón a semejanza del de Jesús.

domingo, 5 de abril de 2020

APARIENCIAS DE ENTRADA TRIUNFAL O TRIUNFALISMO

Templo – Página 2 – Alcalá Pbro. Mis Meditaciones las comparto ...
Mt 26,14—27,66
Podemos quedarnos en el entusiasmo del domingo de Ramos, pero, nos equivocamos, porque el triunfo de Jesús no se apoya en ese entusiasmo falso basado en el poder y la fuerza, sino en la Cruz. A los pocos días ese entusiasmo hipócrita se convirtió en acusación. No buscaban la paz y el amor que ofreció Jesús, sino el poder y la fuerza. Y la ilusión que muchos tenían no la encontraban en Jesús, porque, su Reino, lo dijo el mismo Jesús, es un Reino de Amor, de Justicia y de Paz.

También nosotros nos equivocamos si buscamos un Reino cómodo, con un pie en el mundo y otro en la Iglesia. Un Reino que se acomode a nuestras apetencias y comodidades. Eso que solemos decir de un pie en el mundo y otro en la Iglesia. Sabemos ya, advertidos por Jesús, que no podemos estar de acuerdo y servir a dos señores. Es decir, no podemos estar con un pie en el mundo y otro para las cosas de Dios, porque, primero, Dios está en todas las cosas y todas las cosas son de Dios; segundo, nuestro único camino es el de Dios, porque, quieras o no, tu vida terminará en Dios. Has salido de Él y en Él terminarás.

Jesús nos salva entregando su Vida en la Cruz, y ese es el camino que Él nos señala. Porque, sus discípulos y seguidores harán y sufrirán el mismo camino que el padeció. No hay otro camino que la Cruz. Un camino de obediencia, de entrega plena, de servicio y de sufrimiento por amor. El triunfo sale y se esconde en esa entrega de Cruz. Por lo tanto, no busquemos triunfos artificiales ni espejismo de ilusiones. La felicidad está escondida en la entrega por amor que termina en la Cruz. 

Así lo descubrió y entendió nuestra Madre María, la Madre que le siguió, que fue su primera discípula, que fue obediente hasta el final y que se mantuvo firme y llena de esperanza al pie de la Cruz.

sábado, 4 de abril de 2020

Y TODAVÍA TRATAN DE LIQUIDARLO

ESTRENANDODIA: LECTIO DIVINA: Juan 11,45-56
Jn 11,45-56
Hoy está sucediendo lo mismo que en tiempo de Jesús. El Evangelio nos dice: En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él. Pero algunos de ellos fueron donde los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: « ¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así, todos creerán en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación».

¿No les recuerda eso a lo que está sucediendo ahora en estos tiempos? La Iglesia es perseguida y muchos quieren quitarla del medio y erradicarla de la sociedad. En muchos países los cristianos son perseguidos y en el mío la han excluido de la enseñanza pública y quieren también acabar con la concertada para erradicar también las clases de religión.

Sin lugar a duda que la persecución a Jesús y a su Iglesia no ha terminado y, posiblemente, no terminará hasta su segunda venida. Jesús molesta y viendo los judíos que se les va a ir toda la clientela y los romanos se pueden soliviantar contra ellos, deciden que Jesús pague por todos para salvar al pueblo y también a los que no son del pueblo. 

Y esa amenaza de acabar con su Iglesia sigue hoy, porque la Iglesia les desbarata sus pensamientos únicos que les permite dominar y gobernar a los pueblos y llenarse de comodidades y riquezas. Hay ejemplos candentes que se están repitiendo hoy mismo y que muchos nos lo demuestran con sus ejemplos y obras. Sólo hay que abrir los ojos para verlos. Y siguen buscándolo para prenderlo.

viernes, 3 de abril de 2020

LA ORACIÓN Y LA FE

Sergio E. Valdez Sauad: Juan 10,31-42. OBRAS SON AMORES | Juan 10 ...
Jn 10,31-42
Los sumos sacerdotes, escribas y fariseos no están dispuestos a perder sus privilegios de mando, de ser los que dirigen al pueblo y los que deciden según la ley. Para ellos hay tres cosas, la ley, los profetas y las tradiciones y consideran que Jesús, que les viene a cambiar su forma de vivir y de ser, y que les incomoda con su Palabra, es un blasfemo. Blasfemo porque se presenta como hijo de Dios y eso representa para ellos un paso atrás. ¿Cómo se van ellos a despojar de su autoridad y su poder?

La hora se aproxima y los judíos maquinan ya la forma de ejecutar a Jesús. Se descubre ya el móvil por el que quieren matarle. Le acusan de blasfemo: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios». Mis obras descubren mi procedencia, pues hago las obras de mi Padre y ellas dan testimonio de mi Palabra. Mi Padre está en Mí y Yo en mi Padre.

El problema se esconde en las limitaciones de la mente humana. No podemos razonar la divinidad de Dios. No llegamos a entender el Misterio de la Santísima Trinidad por mucho que nos esforcemos. La solución es la oración y la petición. Tendremos que pedir el don de la fe para, entender al Señor. Nosotros solo llegamos hasta un límite y desde ahí todo depende de Dios. Pero, ese es el límite al que, por nuestra capacidad de libertad, tenemos que llegar.

Sabemos que el mundo no ha nacido de un impacto que originó este orden asombroso, sino de un acto creador. Ese Creador es Dios y Jesús, el Hijo enviado y hecho Hombre nos lo ha revelado con su Palabra y sus Obras. Y, sobre todo, con su Vida, entregándola para nuestra salvación. De ahí en adelante necesitamos la oración para pedir esa luz y sabiduría que nos ayude a conocerle mejor cada día. O lo que es lo mismo, una conversión de cada día.

jueves, 2 de abril de 2020

EN OTRA DIMENSIÓN

Juan 8,51-59 | Evangelio del día - parroquiaweb.es | Movie posters
Jesús descubre su divinidad, pero aquellos fariseos y escribas no le entienden. Están apegados a sus tradiciones y a su ley, y fuera de ella no entienden nada o no le dan valor. Jesús está hablando de vida eterna y ellos están pensando en la vida física por la que todos tenemos que pasar. Así murió Abraham y los profetas y cada uno de nosotros también tendremos que morir.

Y las Palabras de Jesús las toman como imposible y como de alguien que está o consideran endemoniado. Leemos: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?».

Debemos de pensar que, quizás, a nosotros nos esté ocurriendo lo mismo. Tenemos muchas dudas y no llegamos nunca a disiparlas plenamente. Siempre están con nosotros y nos inquietan y nos alertan para ponernos en guardia. Claro, hoy nosotros tenemos una gran ventaja, y es que, por la Iglesia, nuestra madre sabemos quien es Jesús y entendemos sus Palabras en el Evangelio. Pero, debemos de comprender y ponernos en el lugar de aquellos contemporáneos de Jesús.

Jesús es el Hijo de Dios, la segunda Persona de la Santísima Trinidad y ha existido siempre. Es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob y su nombre es Yo soy. Abraham se llenó de alegría cuando vio el día del Señor - Gn 18 -  y los judíos, que tienen por padre a Abraham se agarran a la ley y tradiciones y no salen de ahí, no ven más. Tratemos nosotros de levantar nuestra mirada y mirar más arriba para encontrarnos con el Señor, verdadero Hombre y verdadero Dios. Quizás estos momentos de pandemia, entre otras cosas, nos traiga la oportunidad de encontrarnos con el Señor.

miércoles, 1 de abril de 2020

SER LIBRES NOS LLEVA A SERVIR

Sergio E. Valdez Sauad: Juan 8,31-42. LA VERDAD LES HARÁ LIBRES
Jn 8,31-42
Eres libre cuando descubierta una necesidad estás presto a servir y a ayudar para aliviarla o, a ser posible, erradicarla. Porque, ser libre nos lleva a servir por amor. Sin embargo, nuestra experiencia nos descubre que no somos libre al experimentarnos apegados y sometidos a muchas cosas que nos pueden. Apegos, hábitos o vicios que nos dirigen y someten nuestra vida esclavizándonos e impidiéndonos hacer el bien y optar libremente por amar.

Porque, el amor es lo que sentimos en lo más profundo de nuestro corazón y que, muchas veces, no escuchamos porque nos lo impiden nuestros apegos, nuestras pasiones, nuestras, en resumen, esclavitudes. Y es que nuestra naturaleza está sometida a las tentaciones del Maligno, que tiene todas las cartas en su poder y las maneja a su antojo. Igual que en el desierto tentó al Señor y no pudo con Él, también nos tienta a nosotros que, si estamos apartados del Señor y no abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo, nos maneja como quiere.

Nuestra libertad está en acercarnos al Señor y pedírsela.  Sólo la Verdad nos hará libre y el Señor es no sólo el Camino, sino la Verdad y la Vida. En Él encontraremos la sabiduría, la fortaleza, el camino y la voluntad para actuar con verdadera libertad. Es, por tanto, muy necesario e importante para nuestra vida actuar con verdadera libertad, que consiste en hacer el bien, no en hacer y buscar mi bien, sino el bien propio y el de los demás. Algo que nos suena mucho: amar como quiero que me amen a mí. Y eso, a veces, no se ve encarnado en los que realmente se creen y se llaman a sí mismo, hijos de Dios, sino a los que realmente creen en Jesús, el Hijo de Dios Vivo y hacen su Voluntad.

martes, 31 de marzo de 2020

LA BRUJULA DE NUESTRO CAMINO: "LA CRUZ"

Sergio E. Valdez Sauad: Juan 8,21-30. JESÚS PASA
No podemos encontrar el camino sin cruz. Es verdad que nadie quiere sufrir y la Iglesia, continuadora de la obra de salvación de Jesús, se afana en mitigar el sufrimiento de los más pobres, de los marginados y excluidos, pero, también es cierto que nuestro camino terrenal termina en la cruz, nuestra muerte. Y a ella llegamos por diversos caminos: enfermedades, accidentes u otras formas que nos violentan y acaban con nuestro periplo aquí en la tierra.

Nuestro Señor nos enseña el camino desde su nacimiento, desde su encarnación en Naturaleza Humana. Su concepción ya fue un camino de espina y de sufrimiento para María y José. Ambos fueron anunciados por el ángel del Señor para anunciarle y descubrirle tanto la concepción por obra del Espíritu Santo, como a José, que era cosa de Dios. Y toda su vida, huida a Egipto, presentación en el Templo... estuvieron llenas de acontecimientos y sorpresas que auguraban un camino de cruz.

Y, obediente a la Voluntad del Padre, Jesús toma la Cruz y en la Cruz manifiesta todo su amor a nosotros. Porque, por esa muerte de Cruz, aceptada voluntariamente, nos da la prueba de su Infinito Amor a cada uno de nosotros y por el que somos, misericordiosamente, perdonados de nuestros pecados y liberados para, recuperando nuestra dignidad de hijos de Dios, entrar en la Gloria de Dios Padre.

Jesús es el Mesías enviado por el Padre que viene a darnos prueba de su Amor entregando su Vida para darnos a nosotros vida eterna. Jesús es la Voluntad de Padre que nos ama y, por los méritos de su Hijo, nuestro Señor, nos manifiesta y nos prueba que quieres salvarnos y compartir su Gloria con cada uno de nosotros.