sábado, 2 de octubre de 2021

ENTRE LOS MÁS PEQUEÑOS

Mt 18,1-5.10

Ser humilde significa estar entre los más pequeños. Es esperar siempre para el último puesto en actitud de obediencia y de servicio. Pero, es también a oponerse al crecimiento de ser más fuerte, más poderoso y más importante para gobernar y mandar, quizás sin la actitud de servir sino que le sirvan. Porque, ese no es el crecimiento que Jesús quiere ni el que le gusta.

Jesús nos ha dicho que ha venido a servir, no a ser servido - Mt 20-28 - y quien quiera ser primero que busque el último lugar, es decir, el de servir. La pregunta que suscita nuestra conciencia es: ¿Queremos mandar, tener poder, dinero y bienes? ¿Queremos ser fuertes, poderosos y los primeros? La respuesta es bien clara, nos la da Jesús: (Mt 18,1-5.10): En una ocasión se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: « ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?». Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como...

Queda muy claro, ser como niño implica tener un corazón limpio, inocente, puro, obediente, indefenso y sin exigencias y derechos. Significa se pequeño y poner todas tus esperanzas en tu padre. Así son los niños, confían y ponen todas sus esperanzas en su padre. Ahora, con respecto a nuestro Padre Dios, ¿pensamos y actuamos nosotros de esa manera y con esa intención? ¿Damos la mano y nos asimos a nuestro Padre del Cielo confiando en su Bondad, Misericordia y Amor?

viernes, 1 de octubre de 2021

¿Y YO, DOY RESPUESTA A TODO LO RECIBIDO?

 

Posiblemente porque no nos damos cuenta y porque no  lo hemos meditado serenamente y seriamente. ¿De dónde me viene todo lo que tengo? ¿Quién me ha dado la vida y todo lo que tengo? Es posible que yo haya contribuido con mi obediencia, mi esfuerzo y trabajo, pero, ¿podía haberlo hecho yo solo? La pregunta es categórica y suficientemente clara. Todo te ha sido dado con una misión y finalidad.

Y, la realidad es que no somos conscientes ni de lo que tenemos ni de lo que hemos recibido. Creo y estoy convencido que no soy consciente de todo lo que me ha sido regalado y puesto en mis manos para que lo comparta y lo ofrezca - desinteresadamente - a los que lo necesiten. Es decir, a los más necesitados y pobres que quieran recogerlo y aceptarlo. Porque, dicho sea de paso, hay muchos - pobres y excluidos - que no quieren aceptar nada e incluso rechazan lo ofrecido con buena voluntad e intención y gratuitamente. 

Precisamente, el Evangelio de hoy nos pone varios ejemplos, Corazín, Betsaida, Cafarnaúm, de los que Jesús se lamenta por no haber correspondido tras realizarse muchos milagros en ellas. Pero, eso nos traslada a hoy, a nuestro presente y a nuestra realidad. ¿Damos respuesta nosotros a todo lo que Dios, nuestro Padre, ha realizado en nosotros? 

Es posible que muchos se quejen y hasta, aparentemente, tengan razones para hacerlo. La vida, sus situaciones, incluso familiares y de orden político y económico les han maltratado y sufren. Es el caso de Tiro y Sidón, que siendo menos agraciadas tendrán un trato con menos rigor. Dios impartirá justicia y, sea cual sea nuestra situación no perdamos nunca la esperanza de que Dios es nuestro Padre, conoce nuestra situación y nos escucha. Si estamos con Él y estará con nosotros. Y nuestras cruces y sufrimientos se convertirán en alegrías y felicidad eterna.

jueves, 30 de septiembre de 2021

LLAMADOS A PREPARAR EL CAMINO

Lc 10,1-12

Simplemente enviados. Enviados no a convertir sino, simplemente, a preparar el camino. A anunciar que Jesús, encarnado en naturaleza humana y enviado por el Padre, está entre nosotros. Él - el Reino de Dios - nos anuncia su llegada y nos revela de parte de su Padre, su Infinito Amor a cada uno de nosotros. Y en eso consiste nuestro preparar el camino al Señor.

Porque, Él es el Camino y nosotros simples obreros que preparamos el camino anunciando la venida del Señor, la Buena Noticia de Salvación. Igual que Juan - aunque nunca a su altura - somos enviados a allanar y preparar el camino para que, luego, el Señor active en nuestro corazón ese Amor que, desde el instante de nuestra creación, ha sido sellado a fuego en cada uno de nosotros.

Porque, es Xto. Jesús el único que realmente Salva. Es Él el que nos da la vida con su Palabra y Fortaleza para convertir nuestro corazón en un corazón manos, suave, humilde y disponible al amor. Sí, desde el instante que nuestro corazón empezó a latir dentro del vientre de nuestras madres, hemos sido enviados a anunciar a Buena Noticia. Y, en la hora de nuestro bautismo, hemos recibido al Espíritu Santo para acompañarnos y fortalecernos en la misión que hemos recibido.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

VIVIR EN LA PRESENCIA DE DIOS

 

Dios no nos ha creado para olvidarse de nosotros. Como buen Padre nos cuida y nos protege. Se ha comprometido voluntariamente por amor. Y su Amor es un compromiso que nos lo manifiesta en cada momento e instante de nuestra vida. Nos cuida, nos sigue con su Mirada y, con sus ángeles, nos protege de todo peligro. Sobre todo del peligro de alejarnos de su presencia olvidándonos de Él y priorizando las cosas de este mundo. Nos ha creado por amor y para que seamos felices, no solo unos por años en este mundo, sino para Siempre - eternamente - en su Reino y junto a Él.

Como ocurrió con Natanael, según nos habla hoy el Evangelio, nuestro Padre Dios nos conoce y sabe como respira nuestro corazón y sus más profundos secretos. Y, lo sabe, porque nos ama y quiere nuestra plena felicidad. Por tanto, como niños debemos corresponderle fiándonos de su Palabra y de sus gestos de amor. Nuestra respuesta debe ser como la de un niño respecto a su padre. Confiado y dejado de su Mano Misericordiosa.

Tengamos plena confianza en Dios, nuestro Padre. Primero, porque es nuestro Padre. Y, segundo, porque nos ha dado sobradas muestras de su Amor Misericordioso en su Hijo predilecto Jesús. Y, sepamos, que en Él estaremos siempre protegidos y seguros, a pesar de los peligros y amenazas que nos acechan en este mundo. Dios nuestra Padre, envía a sus ángeles a que nos cuiden y protejan porque, su principal preocupación somos nosotros, sus hijos. Dios nuestro Padre es un Padre amoroso y el Amor siempre triunfa.

martes, 28 de septiembre de 2021

LA MEJOR OPCIÓN DE PODER ES EL AMOR

Lc 9,51-56

La mejor opción que se puede tomar es la de amar. Porque, en el amor está el verdadero poder que convierte, que transmite y que contagia el perdón, la fraternidad y la paz. Esta mañana, concretamente, presencié un hecho que puede explicar sin muchas palabras esto que quiero expresar. Un vecino, imposibilitado para sacar su coche de su garaje porque otro, aparcado en su misma salida se lo impedía, indagaba entre la vecindad quién habría dejado su coche allí. Suponía que fuese de algún jardinero u operario que trabaja en alguna casa.

 A mí me tocó a la puerta intuyendo que podría ser del jardinero. Le invité a tocar en otras casas y, unos minutos más tarde resultó que era de unos trabajadores de limpieza que habían venido a retirar escombros. Yo supuse que el vecino se enfadaría y le reprocharía - con toda justicia - el aparcamiento al dueño de coche. Sin embargo, fue todo lo contrario, con mucha amabilidad aceptó lo sucedido y dió las gracias por retirarle el coche. Confieso que me sorprendió. Estuve a punto de reprocharle al dueño su mala acción. Posiblemente sin darse cuenta, pero, inoportuna e irresponsable. Pero, me quedé asombrado de la actitud y respuesta del vecino - y más cuándo, me parece, que no es asiduo practicante religioso - verdaderamente afectado.

Entrando en casa pensé. ¡Qué buen testimonio me ha dado esa actitud y comportamiento! Y se me quedó más claro que lo verdaderamente importante es el perdón y, por lo tanto, amar. Es lo que llega y lo que realmente convierte. En mí se ha experimentado. Y Jesús, nuestro Señor, es lo que ha hecho en todo su tiempo en este mundo y continúa haciéndolo presente entre nosotros en Espíritu. Su ida a Jerusalén esconde esa actitud de darse en amor por ti y por mí y por todos los hombres y mujeres del mundo. Una actitud que traerá consecuencias, pero que habla por sí solo de amor y salvación.

No es el estilo de Jesús el de la violencia ni el afán de la venganza, sino la mansedumbre, el respeto para los que no piensan igual y, sobre todo el amor.

lunes, 27 de septiembre de 2021

¿TU VIDA SUMA, O RESTA?

 

Preguntarnos si con nuestra vida sumamos o restamos es tratar de mirarnos y ver que aportamos nosotros a ésta, nuestra sociendad, de la que tanto recibimos. Es indudable que, lo que no suma, resta. Porque, quedarse separado es retroceder. Por tanto, no aportar equivaldría a restar. Al menos no restar te permite sostenerte en una actitud positiva de aumentar, de sumar y no retroceder. Por esom quien no está en contra, está a favor.

Por otro lado, ¿no es el niño - indefenso, necesitado y dependiente - el centro de atención de toda la familia? Es el más pequeño, débil y pobre, pero el que más atenciones y servicios tiene. ¿No nos hace pensar eso? Son los pequeños, los necesitados y los más pobres los que necesitan estar en el centro de nuestras atenciones porque son ellos los verdaderamente necestiados. Son ellos los que están en el Corazón de Xto. Jesús.

Por otro lado, los que buscan poder y riqueza no se sienten necesitado y, en consecuencia, buscan ser los primeros, los más fuertes y poderosos. Y, en consecuencia, someten, esclavizan y mal tratan a los más pequeños y pobres. Solo piensan en sus intereses, proyectos y beneficios. Precisamente, hoy, Jesús deja bien claro lo que piensa al respecto en el Evangelio: (Lc 9,46-50): En aquel tiempo, se suscitó una discusión entre los discípulos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me...

Conviene reflexionar y abrir bien los ojos, porque, creyéndonos buenos cristianos buscamos los primeros puestos sin darnos cuenta que para ser primeros tenemos que ser últimos.

domingo, 26 de septiembre de 2021

¡VEN, OH SANTO ESPÍRITU!

 

Mc 9,38-43.45.47-48

Nuestra vocación debe ser la dejarnos llevar por la actuación del Espíritu Santo. Lo hemos recibido en la hermosa y maravillosa hora de  nuestro bautismo, y ha bajado a nosotros para asistirnos y auxiliarnos en ese recorrido por este mundo para, dirigidos y bien llevados por Él, encontrar el verdadero camino que conduce a la Casa del Padre. Y, el Espíritu, sopla dónde quiere y en el que quiere.

Por tanto, no nos sorprendamos porque otros, a quienes no consideramos de los nuestros, sean dirigidos y asistidos por el Espíritu Santo. ¿Quiénes somos nosotros para dar órdenes al Espíritu? ¿Acaso pensamos que podemos darle órdenes? Quienes tiene al Espíritu en su corazón y actúan, por tanto, en nombre del Señor, no estarán nunca en contra de Dios. Todo lo contrario, estarán a su favor: Jesús mismo lo dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa...

Toda acción buena tiene su premio y, en consecuencia favorece y beneficia a la comunidad. Por el contrario, toda acción mala tendrá su castigo y también perjudicará a la comunidad. Eso debe ayudarnos a ser más responsables y a considerar que cualquier acto mal intencionado y egoísta, no solo nos perjudica, sino que también sus efectos recaen en mal para los demás. 

Pero, todavía sus efectos pueden ser peores cuando es motivo de escándalo para los pequeños, los inocentes e indefensos. Las Palabras que les dedica Jesús son terribles: - Mc 9,38-43.45.47-48 -Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no... 

Nuestro mayor tesoro son nuestros actos. Tengámoslo presente y seamos responsables en vivir en la verdad y actuar siempre en bien de los demás. Cualquier acto por pequeño que sea -  un vaso de agua - tendrá la recompensa de nuestro Padre Dio.