lunes, 28 de diciembre de 2020

AMENAZAS, PERSECUCIONES Y HUIDAS


Mt 2,13-18

Podíamos parodiar la canción de Julio Iglesias, la vida sigue igual. Y decimos que sigue igual porque siguen las huidas y las amenazas de muchas familias que huyen de noche de la pobreza, del hambre, de las guerras y persecuciones. Así sucedió con la familia de Nazaret que tuvieron que trasladarse a Belén, cumpliendo el capricho de un poderoso - emperador romano Cesar Augusto - de medir la grandeza de su imperio.

Y sucedió que en ese ir llegó la hora del parto. Y Jesús nació en Belén sin tener un lugar adecuado pues no consiguió posada. Su nacimiento tuvo lugar en un establo abandonado, signo de pobreza y humildad. Pero, pronto tuvo que huir de nuevo, amenazado por otro poderoso - Herodes - que llevado por su envidia y temor de perder su reino le amenazó con su muerte. Y así salió para Egipto cumpliendo la profecía: «De Egipto llamé a mi hijo». 

Y hoy sigue pasando lo mismo, muchas familias huyen de noche de los poderosos. Ellos son los que están detrás de todo esto. Son amenazadas y perseguidas por su fe; son obligadas a migrar, a dejar sus casas, a seguir las directrices de los poderosos. Ellos quieren mandar y organizar un nuevo mundo, imponer su pensamiento y obligar a que tú y yo lo aceptemos a la fuerza. Nos roban la libertad de ser libres y pensar por nosotros mismos. Quieren destruir las familias y las obligar a huir para, en la huida, dispersarlas, aislarlas y destruirlas.

Nada ha cambiado. Ayer fueron asesinados muchos niños inocentes por la ambición y envidia de un rey. Pero, hoy son asesinados - millones -  ya desde el vientre de sus madres y propiciados por ellas. Los poderosos siguen amenazando y persiguiendo. Pero, nuestra esperanza descansa en esa Familia de Nazaret que, padeciendo esas amenazas y persecuciones, supo con paciencia, fe y perseverancia, no desviarse del camino que lleva al Padre.

domingo, 27 de diciembre de 2020

LA FAMILIA

Hoy corren tiempos contrarios a la familia. Da la sensación que la familia molesta y que destruirla es prioritario para algunos poderosos que pretender aislar a sus integrantes e individualizarlos. Es decir, romper la familia y aislar a sus miembros. Sin lugar a duda, la familia es la célula y el fundamento de la sociedad. Sin familias no hay pueblos, y si la familia va bien, también van bien la sociedad y la Iglesia. Y eso es lo que molesta a muchos, la Iglesia.

Destruir la Iglesia pasa por destruir la familia - Iglesia doméstica - que congregadas y unidas formal la Iglesia. O dicho de otra forma: La Iglesia es la reunión de las familias en torno al Altar donde se ofrece Cristo - el Señor - por y para la redención y salvación de todos los hombres. Y es, precisamente, en la familia donde se aprende a ser persona. Persona libre, humilde, solidaria, generosa, abierta al bien y al perdón. Persona capaz de compartir, de servir y de sacrificio. Persona que vive en la verdad y en el respeto al otro y que entiende que la misericordia es la clave del amor y la unidad.

No hay otra escuela donde se pueda educar, porque la escuela tradicional es la que se encarga de enseñar conocimientos, pero es solamente en la familia donde se educa. Y lo hacen los padres según sus convicciones y credos. Y claro, ahí aparece la Iglesia que anuncia la Buena Noticia de salvación y nos descubre que Dios es un Padre bueno que nos ama y nos salva. Y eso parece que a muchos no le gusta.

Jesús vivió esa experiencia familiar. Pasó sus primeros años hasta su madurez bajo la potestad de José y María - Sagrada Familia -  y en el Evangelio de Lucas se nos dice: El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.

sábado, 26 de diciembre de 2020

DE LA POBREZA A LA CRUZ

Mt 10,17-22

 Se hace difícil seguir a Jesús. Sobre todo si buscas seguirlo tras una vida cómoda, confortable y sin problema. Ese, desengáñate, no es Jesús, ni tampoco es su camino. Él nace pobre, excluido de la sociedad de su época. Nace en un pesebre de animales y, también, en un lugar donde todos, sin exclusión, pueden visitarle y encontrarse con Él. Pobres para los pobres, pero, también para los ricos que quieran hacerse pobres. Porque, ¿cómo podríamos visitarle de haber nacido en un palacio?

Porque, la pobreza y humildad son la condición necesaria e imprescindible para llegar a ese pesebre donde nace Jesús. Y donde sigue naciendo hoy, nació ayer, y nacerá cada día. En todos los corazones pobres y humildes que le abran las puertas y le permitan entrar para nacer de nuevo desde el Espíritu Santo transformando los corazones viejos en corazones nuevos cada día del año.

Y, desde esa pobreza, libre de toda tentación, Jesús camina hacia la Cruz. Una Cruz que resume su Vida de entrega, de sacrificio, de renuncia y de amor misericordioso. Una vida de gozo y felicidad, porque, al final hacer la Voluntad del Padre es lo que verdaderamente te llena de gozo y felicidad. Una felicidad que no se manifiesta en la alegría pasajera, exterior y superficial, sino en la alegría profunda que nace de dentro del corazón y se identifica con la Voluntad de Padre y tiene como referencia a nuestro Señor Jesús.

Una alegría que vive dentro de nosotros y no se consume, sino que nos fortalece, nos sostiene y nos da vida. Vida en abundancia que se fragua dentro de un corazón vivo, gozoso y eterno nacido desde la Cruz y crucificado en el Amor.

viernes, 25 de diciembre de 2020

ENVUELTOS EN PAÑALES Y ACOSTADO EN UN PESEBRE

Lc 2,1-14

Jesús nace pobre y esa será la señal de identidad de toda su vida en este mundo. No es acogido y tiene que acomodarse en un pesebre, lo único que queda disponible a su alcance. ¡Y claro!, ¿a quién puedes invitar a esa forma de nacer y venir a este mundo? Solamente los pobres son capaces de inclinarse, adorar y acoger a ese Niño pobre nacido en un pesebre.

Y son los pastores - los últimos de la sociedad de aquella época  e inferiores a los campesinos - a los que se les anuncian e invitan a presenciar y visitar a ese Niño libertador y salvador que nace en Belén. Y son los pastores los que reaccionan, aceptan, acogen y corren a ver esas señales anunciadas por el ángel: "Envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Van asombrados y constatan lo que el ángel le había dicho, y esperanzados en ser liberados, acogidos y aliviados adoran al Niño Dios.

La excepción serán los Magos de oriente que, siendo ricos son humildes y reconocen la grandeza del nacimiento del Niño Dios. Son las señales imprescindibles que necesitamos para acercarnos al Niño del pesebre: Humildad y pobreza. Más tarde, ese Niño, hecho hombre, hablará mucho de la pobreza y humildad. Condiciones necesarias e imprescindibles para acercarme y tener un encuentro con Jesús.

Porque, solo por la humildad y la pobreza podemos encontrar la libertad para, iluminados en y por el Espíritu Santo, llegar al Señor. Ese es el único camino, el que siguió Jesús, despojándose de toda su condición e igualándose con el hombre menos en el pecado. Y es también el camino que tenemos que seguir todos aquellos que quieren dejar que Jesús nazca verdaderamente en sus corazones. 

¡FELIZ NAVIDAD!

jueves, 24 de diciembre de 2020

DIOS NOS VISITA

 

El núcleo, lo trascendente, importante y centro de todo es el Misterio: Dios, toma Naturaleza humana y se hace hombre, Ese es el significado del belén y en ello se resume todo el portal y todo los adornos y vivencias que les queramos dar. Pero, lo trascendente e importante es que Dios se ha hecho hombre y ha venido a visitarnos para, siguiendo el Benedictus cantado por Zacarías, perdonar nuestros pecados y darnos Vida Eterna.

Es verdad que las fiestas se celebran con un banquete - cena de Navidad - y buen vino u otra bebida, pero, no es menos verdad que esas cenas festivas y llenas de alegrían deben estar precedidas porque, el centro, el motivo, el gozo y la alegría son motivos y gracias a la Bondad de Dios y a su Infinita Misericordia. Por Él somos perdonados y salvados e invitados al gozo eterno en plenitud de felicidad.

Esa es la alegría con la que celebramos esta fiesta y el motivo y la causa por la que familiarmente nos reunimos y compartimos nuestra fe al calor del hogar, del calor y de los alimentos que nos hacen la noche más gozosa y llena de esperanza. No son los regalos ni tampoco es la comida lo que debe ilusionarnos, sino la esperanza de un mundo mejor, libre y lleno de amor en Dios nuestro salvador.

Y ese Salvador se hace hombre como tú y como yo hoy. Sufre, padece, llora y también se alegra como cualquiera de nosotros, pero, le diferencia que Él está libre de pecado y viene a recoger los tuyos y los míos. ¡Claro, contando con nuestro permiso! Nos ha dado libertad para elegir o rechazar. Luego, dependerá que tú y yo le dejemos entrar en nuestra casa, le abramos nuestros corazones y le dejemos, acunándolo en nuestro corazón, que nos llene de su Amor. Esa es la verdadera Navidad, prepararnos para que Dios, hecho Niño, nazca en nosotros cada día.

¡FELIZ NAVIDAD!

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Y TÚ, ¿DESCUBRES ALGUNA MISIÓN?

Lc 1,57-66

Juan tenía una misión y, desde su nacimiento fue entendido por sus padres., que le ayudaron, permitieron y dejaron que la Voluntad de Dios tuviese cumplimiento en la vida de su hijo. A nosotros nos parece, desde la distancia y lejanía todo fácil, pero, Juan, como cualquiera de nosotros, era libre para resistirse a la misión que le venía de arriba o para aceptarla. Todo empezó ya estando en el vientre de su madre y sobre saltándose al advertir la presencia de Jesús en el vientre de su María. Desde ese momento, Juan, yo quiero imaginar, que aceptó la misión de ser el precursor.

Supongo que María pasó por la misma experiencia. Era plenamente libre y podía resistirse al Plan de Dios o aceptarlo. Afortunadamente, tanto María como Juan decidieron abrirse al Plan de Dios y, desde ese momento, la Buena Noticia de Salvación ha recorrido el tiempo hasta llegar a nosotros. Realmente, somos dichosos de, también nosotros, abrir nuestro corazón al Plan que Dios tiene para cada uno de nosotros. Porque, lo que Dios, nuestro Padre, quiere y desea para sus hijos, es lo mejor, la plena felicidad y vida eterna.

Ahora, Dios ha dejado el aceptar esa propuesta de felicidad eterna en nuestras manos. Podemos decir que sí, como Juan y, sobre todo María, o podemos resistirnos como Herodes, muchos fariseos y sumos sacerdotes de aquella época y también de ahora. 

Gracias a Juan y a María, que entregaron sus corazones y vidas para realizar el Plan que Dios les había propuesto, podemos también nosotros tener ahora esa gran oportunidad. La pregunta, por tanto es clara: Tú y yo, ¿qué plan buscamos para realizarlo según la Voluntad de Dios? ¿Contamos con Él, le preguntamos, le buscamos y nos relacionamos a través de la oración?

martes, 22 de diciembre de 2020

MARÍA, PROCLAMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR

 

María responde al saludo de su prima Isabel, también llena de Espíritu Santo, para proclamar la grandeza del Señor. Derrama toda su fe en Aquel en quien cree y deposita, confiada, su vida. Se entrega plenamente al plan que su Dios le ha confiado y reconoce, humillada, las obras que el Poderoso ha hecho en ella.

María esboza el plan que su Hijo, años más tarde, llevará a cabo.  Su Nombre es Santo y su Misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbio de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había prometido a nuestros padres - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Y lo asombroso y milagroso es que en la Vida de Jesús, el Hijo de María, tuvo lugar todas esas cosas que María, su Madre, proclama en ese momento como correspondencia al saludo recibido de su prima Isabel, madre de Juan el bautista. También, nosotros recibimos, en la hora de nuestro bautismo, al Espíritu Santo y en Él podemos realizar lo que Dios quiere de nosotros, que no es otra cosa que nuestra plena felicidad y gozo compartida en y con su Gloria eternamente. Digamos también como María,  ""aquí está el esclavo del Señor, hágase en mí según tu Palabra".