lunes, 5 de septiembre de 2022

¿HACEMOS DE LA LEY NUESTRO DIOS?

Lc 6,6-11

Quizás sin darnos cuenta nos endiosamos en y con la ley. Damos prioridad a la ley priorizando nuestros intereses y conveniencia. Escogemos y cumplimos de ella lo que está a nuestro favor según nuestros intereses y, aquello que no nos favorece, tratamos de esconderlo demagógicamente y darle el sentido que nos conviene. Sin embargo, a los demás lo sometemos a la ley, a ese ley que nos favorece y sostiene nuestra posición y estado.

Un ejemplo lo descubrimos en la ley del sábado. Jesús la denunció y, por ello, fue señalado como enemigo y persona non grata. No estaban de acuerdo con lo que Jesús defendía porque eso les fastidiaba su poder y estatus. Querían ser ellos los jefes, los que mandan y los que imponían las cargas a los demás cuidándose ellos de no cargarlas sobre ellos. Y quienes molestaran – en este caso Jesús – se le quitaba del medio. Y así lo pensaban y así lo hicieron.

 

—¿Y no crees, Pedro, que hoy está sucediendo lo mismo? —puntualizó Manuel.

—Sí, de acuerdo. Y no solo ahora sino siempre. Los que tienen poder para legislar hacen las leyes pensando en su propio beneficio.

—Y tratan de cargar sobre los otros, pero cuando se trata de ellos procuran suavizarlas o pasarlas por debajo de la mesa —añadió Manuel.

—Si, pasa lo de siempre y quitan del medio a quienes estorban.

 

Esa es la historia, la verdad contra la mentira. Una mentira que prevalece incluso por encima de la verdad. Y quienes defienden la verdad, tal es el caso de Jesús, nuestro Señor, que no solo se trata de la verdad, sino de la Verdad Absoluta, porque es el Hijo de Dios, molestan y, como sucedió con nuestro Señor, lo condenan a muerte. Un muerte voluntariamente aceptada para remisión de todos nuestros pecados. Unámonos a ese sacrificio, con y por Jesús, aceptando nuestra propia cruz.

domingo, 4 de septiembre de 2022

NO PUEDES ANDAR ENTRE DOS AGUAS

—Sería engañarte a ti mismo, Pedro, el estar nadando entre dos aguas. ¿No te parece? —comentó Manuel. Estás siempre en la duda y te sientes como presionado y nada libre. Ahora esto y luego lo otro. Experimentas que estás como partido y no atiendes a este ni al otro.

—Ya lo dijo Jesús, no puedes servir a Dios y al dinero porque las consecuencias serían dejar a uno para servir a otro —respondió Pedro.

—Es el resultado que todos conocemos —agregó Manuel. ¡O estás con Jesús o no estás! No hay medias tintas.

 

La experiencia nos lo dice muy claro. Seguir a alguien supone renuncias y, cuando se trata de responder a la llamada de Jesús, la renuncia es plena. Él es el centro y en Él están puestas todas nuestras esperanzas. Eso no supone que no haya problemas, dudas, caídas, debilidades y, por supuesto, pecados. Pero, el seguimiento está centrado solo en Jesús. Seguirle es tomarle como modelo de vida y, en la medida de mis talentos y cualidades, esforzarme en parecerme a Él. Vivir tratando de reflejar en mi vida su Estilo de Vida.

Él nos ha dado todo: su Vida y su Amor. Acepto voluntariamente su Pasión – que fue algo terrible y cruel – para remisión de todos nuestros pecados. Por tanto, en correspondencia, nosotros debemos responder de la misma forma. Sin olvidar que por nuestra mancha original necesitamos de su Gracia y de su asistencia, porque, solos estaremos a merced del demonio.

Y tu cruz no está lejos de ti, está dentro, en lo más profundo de tu corazón. Te viene dada por la misma vida. Solo tienes que llenarla de amor y misericordia y, cargándola voluntariamente, caminar según la Voluntad de Dios.

sábado, 3 de septiembre de 2022

LA PALABRA DE CRISTO ES NUESTRA GUÍA

Lc 6,1-5

No hay camino si Cristo no va delante y su Palabra nos descubre y revela por donde debemos caminar. Solo Él puede guiarnos hacia el Padre y solo Él tiene Palabra de Vida Eterna. Por tanto, no miremos para otro lado ni escuchemos otras voces, solo atendamos a la Voz que viene de Él, porque solo la Ley que sale de su boca es la Ley que tenemos que hacer vida en nuestra vida.

No son las leyes de los hombres y las que marcan el sábado y nuestro proceder cotidiano. Solo es la Ley de Dios, que nos la anuncia Jesús, su Hijo, la que debemos tener impresa y presta en nuestro corazón a cumplir y hacer vida en cada día de nuestro vivir. Jesús, de una vez para siempre, es el centro de nuestra vida y, solo Él, debe marcar nuestros pasos y nuestro actuar de cada día.

Sin Él todo se derrumba y no tiene consistencia. Es como construir sobre arena. Él es la Palabra, el Camino, la Verdad y la Vida. Él es nuestro guía y quien dirige nuestros pasos por el camino – único camino – que nos lleva a la Casa del Padre. Poner nuestro énfasis en el vivir en los mandamientos puede desviar nuestra atención y quedarnos en la ley, en lo estricto y en el cumplimiento. El amor es algo que va más allá, que alcanza la misericordia y que, por encima de la ley, amar y perdona. Y así nos enseña el Señor tal sucede en el pasaje evangélico de hoy sábado: (Lc 6,1-5): Sucedió que Jesús cruzaba en sábado por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas desgranándolas con las manos. Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo

 

Lo de siempre —dijo Manuel. Ponemos a la Ley como nuestro Dios y nos olvidamos del verdadero Señor y Dios de nuestra vida.

—Suele ocurrir eso, Manuel, —respondió Pedro.

—Creemos que lo importante es cumplir y la Ley, y no olvidamos de un Dios Hombre que está con nosotros, que camina con nosotros y que nos abre su Corazón Misericordioso.

—Así es —respondió Pedro. Lamentablemente nos olvidamos de un Dios Amor, que es paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno. Y que quiere transformar nuestro corazón haciéndolo semejante al suyo.

—¡Claro, no se trata solo de cumplir sino de amar! Quien ama cumple.

viernes, 2 de septiembre de 2022

¿CÓMO AYUNAR ESTANDO EL NOVIO PRESENTE?

Lc 5,33-39

—¡Imposible, no se entendería ni tiene sentido ayuna estando el Novio presente y en plena fiesta —exclamó Pedro.

—No solo sentido ni lógica —añadió Manuel.  No puedes estar en dos estados a la vez, triste y festivo; ayuno o abundancia. Menos aún cuando el Novio está presente. Es evidente que se celebre y las celebraciones, ¡ya sabemos!, son festivas y con abundancia de comida y bebida.

—Es lógico —replicó Pedro. Tiempo habrá de ayunar cuando – ausente el Novio – la situación lo requiera.

 

La vida es alegría y esperanza. No se puede vivir en la tristeza porque hemos nacido para ser felices. Esa es la idea para la que Dios, nuestro Padre nos ha creado, y a la que, a pesar de vivir en un valle de lágrimas, nuestro destino es el gozo y la felicidad eterna. Y Jesús, el Novio, ha venido a enseñarnos el camino. Un Camino, Verdad y Vida a donde, Él, nos guía y conduce. Por eso hay que seguirle y creer en su Palabra.

Jesús no puede enseñarnos a estar triste aunque, el Camino que Él nos señala tenga muchos momentos de tristeza – la Cruz – porque, Él es la Vida, es la Alegría y Felicidad Eterna. Sin embargo, sí nos enseña a amar. Un amor que muchos momentos de nuestra vida nos exigirá dolor y sufrimiento. Lo experimentamos en nuestras propias familias con nuestros padres e hijos y personas más cercanas. La vida nos enseña que hay momentos de tristeza y alegría.

jueves, 1 de septiembre de 2022

BOGAR MAR ADENTRO

De eso se trata, de adentrarnos en la profundidad y trascendencia de nuestra vida y de no quedarnos en la mediocridad del vivir de cada día, en la superficialidad de lo cómodo, lo fácil y de lo que nos interesa – egoísmo – quedando sometido a la satisfacción del interés personal.

Se trata de abrirnos a la fe con coherencia como respuesta al seguimiento de la Vida y Estilo de Jesús. Una fe vivida desde la humildad y la responsabilidad de abordar esa Barca de la Iglesia y, en ella, dejarnos utilizar por el Espíritu Santo y, guiados por su acción, ponernos al servicio de la Iglesia. Un servicio que se concreta en y para los necesitados y pobres.

Nunca perdamos la confianza en el Señor. En Él nuestra pesca siempre – aunque no la veamos – será abundante y buena. Posiblemente, nosotros no sepamos hacerlo bien, pero siempre que nuestro corazón camine bien intencionado, el resultado será buenos frutos por obra y Gracia del Espíritu Santo. Porque, desde la hora de nuestro bautizo, Él, el Espíritu Santo, nos ha abordado e, instalado en nuestro corazón, nos auxilia, nos protege y nos fortalece para que nuestras redes queden llenas de peces. En su Nombre seremos pescadores de hombres. Hombres abiertos a la Palabra de Dios.

 

—Creo que el problema de nuestro desánimo estriba en la desconfianza y en el poner nuestra interés al del Espíritu Santo —dijo Manuel.

—No somos consciente —agregó Pedro— de la presencia en nosotros del Espíritu Santo. Y, en consecuencia, lanzamos nuestra redes por nuestra cuenta.

—Sí, creo que tienes razón, Pedro. Vamos por nuestra cuenta y el resultado se ve claramente.

—Todo es cuestión de fe y de ponernos en sus Manos —añadió Pedro.

 

Y esa es la cuestión, dejarnos auxiliar y dirigir por el Espíritu Santo. Lo hemos recibido en el instante de nuestro bautizo y en Él nuestro camino tendrá sentido y dará frutos. Y no será fácil, ¡desde luego!, pero será según la Voluntad de Dios y eso nos fortalecerá y nos dará ese gozo y paz que el mundo nunca nos podrá dar. Precisamente, porque en Él no está.

miércoles, 31 de agosto de 2022

CONTÉMOSLE NUESTROS PROBLEMAS A JESÚS.

Suele suceder que antes los problemas que nos presenta la vida optemos por evadirnos y apoyarnos en las cosas de este mundo.  La esperanza, nuestra esperanza nunca podemos apoyarla en este mundo, porque, este mundo, es caduco y termina con la muerte. Por tanto, de nada vale aspirar a las cosas que él te ofrece.

Nuestra máxima aspiración es la Vida Eterna, y esa no es de este mundo sino del que nos promete, nos ofrece y de la que nos habla Jesús. La Buena Noticia que Jesús, el Hijo de Dios, nos trae es el gozo en plenitud y felicidad de la Vida Eterna, y es, precisamente Él el Camino, la Verdad y la Vida a seguir para llegar y alcanzar esa plenitud. Por tanto, pongamos en Él nuestra esperanza. Contémosle nuestros problemas y tengamos plena confianza en Él.

No pidamos razones ni entendimiento, porque, Dios es ininteligible para el ser humano. Pidamos fe, que nos de luz, sabiduría y capacidad de discernir y saber elegir lo bueno y lo eterno. Él, cuando quiera y decida, nos dará esa fe que quizás ahora no tenemos. Fiémonos de su Palabra y tengamos plena confianza en Él. Al respecto, el Evangelio de hoy habla de las curaciones que hacia a todos aquellos que se acercaban con fe y le pedían que les curase. Incluso, llegado a la casa de Pedro, cura a su suegra. Y es que estando cerca de Jesús todo tiene solución porque Él es la Vida Eterna.


—No cabe ninguna duda, el mundo, demonio y carne son los peligros del alma. Y, el demonio, sabe utilizarlos de forma muy astuta para seducirnos, engañarnos y alejarnos de Dios. ¿No lo crees así, Pedro? —dijo Manuel.

—Y difíciles de superar si te enfrentas por tu propia cuenta —alegó Pedro.

—¡Solos estamos perdido! El demonio es más poderoso e inteligente que nosotros. Necesitamos estar unidos y abiertos al Espíritu Santo.

—Sin lugar a duda —dijo Pedro. Nuestra fortaleza y esperanza están puestas en el Señor.

 

Y el diablo tratará de engañarnos, de seducirnos, como la fábula del cuervo y la zorra, y de hacernos ver que es mejor seguir con nuestras fuerzas e ideas y dejar lo que nos propone el Espíritu Santo. ¡Mucho cuidado, no dejemos nunca de orar y de permanecer al lado del Señor!

martes, 30 de agosto de 2022

POSEIDOS SIN DARNOS CUENTA

Lc 4,31-37

Vivimos en constante amenaza aunque no lo percibamos. Nuestra vida camina al filo de la navaja, sin embargo no llegamos a percatarnos de tal amenaza. La vida puede tornarse en muerte sin apenas tomar conciencia de esa posibilidad y, lo más grave, no es la muerte en sí, sino que nuestra alma no esté preparada, que nuestra lámpara no tenga el aceite suficiente para sostener nuestra vida en espera vigilante a la llamada del Esposo. Reflexionábamos el otro día a este respecto. ¿Recuerdas?

No nos está permitido descansar. Tenemos que mantenernos expectante y en atenta escucha a la Palabra de Dios, porque, al menor descuido y debilidad el demonio nos asalta y nos seduce. Mucho cuidado con relajarnos, sobre todo en estos tiempos veraniegos y de vacaciones. Es bueno tomarlas, pero siempre bien agarrados al Espíritu Santo para mantenernos protegidos ante las tentaciones y seducciones del demonio.

Necesitamos crecer en conversión. Nunca estancarnos, y menos, instalarnos en la comodidad y mediocridad. Es ahí donde el demonio nos quiere, tranquilos, sin inquietudes ni crecimientos. Conforme con unos cumplimientos y actos piadosos, pero nada más. Una conciencia tranquila, acomodada, confortable y adormilada para que nuestros talentos no rindan ni demos frutos.

Quizás no nos damos cuenta de que el diablo está en el mundo. Muchos lo ignoran o no se preocupan de él, y eso juega a su favor. Nos observa e intenta seducirnos. Sabe que nuestra naturaleza está herida y sometida al pecado y, fácil, por tanto, de seducirla. Y si observa que está sola y alejada de Dios, el terreno queda bien preparado para su actuación. Así muchos viven en la necedad, en la ignorancia y acomodados en el pecado. Necesitamos despertar y abrirnos al Espíritu Santo.