viernes, 4 de octubre de 2013

HACER LO QUE ÉL NOS DICE


Lc 10, 13-16

Es la forma de expresarlo en castellano canario, porque yo soy canario. Hacer lo que Jesús de Nazaret nos indica es hacer la Voluntad del Padre, porque Jesús nos señala eso. Muchos lugares, como los que hoy nos señala el Evangelio (Corozaín, Betsaida, Cafarnaúm...) no obedecieron las indicaciones y mandatos de Jesús. No escucharon su Palabra y obedecieron a las suyas propias.

No procedamos nosotros de la misma forma. Obedezcamos en María a la Iglesia, nuestra Madre ahora en la tierra, que nos vuelve a decir que procedamos a vivir y actuar tal y como Jesús nos indica (Hacer lo que Él les diga) y señala en su Palabra. No cerremos nuestros corazones sino dejemos que se empapen del buen vino guardado en odres nuevos, y hagamos que renazcan jóvenes y nuevos para recorrer un camino nuevo de esperanza y de fiesta.

Vaciemonos del vino viejo que guarda nuestro corazón viejo, cansado y fracasado, y llenémonos del vino nuevo que Jesús, como hizo en Cana, obedeciendo a su Madre, transforma en aquello corazones que se abren a la esperanza de empezar un nuevo camino, que aunque trae dolor y lucha, llena de esperanza y alegría porque posiblemente coincide con la Voluntad de Dios.

jueves, 3 de octubre de 2013

CONTANDO EL TIEMPO PARA LA FIESTA


Lc 10, 1-12

De joven el tiempo era el camino para la llegada de la fiesta. Recuerdo que el lunes siempre era el reto, y uno, de los que fue mi profesor durante mucho tiempo, gustaba de empezar el lunes fuerte para aclimatarnos rápido después del descanso semanal. Se vivía de lunes a sábado. El fin de semana era la fiesta, el fútbol, el cine, el descanso y las diversiones.

Desde entonces, el camino ha servido para llegar a la fiesta. Pero esas fiestas siempre acaban, y muchas mal, con sensación de vacío, de resaca y desmotivación. Cuesta volver a empezar porque se pierde hasta la ilusión. Debe haber una fiesta diferente, insaciable y con esperanza de nunca terminar. Es esa la fiesta que debemos buscar. Y la que yo he querido siempre encontrar.

Hoy mi camino va en esa dirección. Tengo el norte claro porque no voy solo. Sigo los pasos de Jesús de Nazaret, Aquel que un día nos envió, a ti y a mí, a recorrer los caminos de nuestra vida proclamando que hay un Fiesta grande que celebrar. Que la vida no es celebrar fines de semanas vacíos y resacados, que la vida es celebrar cada día la Fiesta grande de la eternidad gozosa y feliz.

miércoles, 2 de octubre de 2013

VOLVER A NACER

Mt 18, 1-5, 10

No cabe duda que hemos cambiado mucho desde que éramos niño hasta ahora. De mayores nos hemos vueltos más huraños, maliciosos, codiciosos, envidiosos, egoístas y hemos perdido la ingenuidad y la limpieza de corazón. De niños no había mala intención ni malicia. Sí la ingenuidad pícara propia de una naturaleza humana, pero no mal intencionada ni desconfiada.

El corazón de niño es un corazón necesitado, confiado y obediente. Un corazón que pide y busca protección y seguridad. Un corazón que busca al padre y le pide lo que necesita. Sin embargo, de mayor pierde esa necesidad. Se vuelve autosuficiente y desconfiado. Confía en sí mismo y pierde la necesidad de un padre.

Para volver a la Casa Paterna es necesario volver a nacer. Nacer del  Espíritu que nos limpia y nos vuelve a la pureza, a crear un corazón nuevo y puro. Ser como niño, necesario para entrar en el Reino de los Cielos, es sentir y experimentar la necesidad del Padre.

martes, 1 de octubre de 2013

DIFICULTADES EN EL CAMINO

Lc 9, 51-56


Todo camino trae tropiezos y dificultades porque llegar a una meta exige esfuerzo y lucha. Jesús, viendo cercana su hora, decide ir a Jerusalén. El camino pasa por Samaría y buscando alojamiento para descansar experimenta rechazo porque se dirigía a Jerusalén. 

Odio al enemigo que los apóstoles sufren y quieren venganza. Preguntan a Jesús si quiere acabar con esos que les impiden alojarse y descansar. Jesús no sólo les niega esa respuesta violenta sino que les regaña, pues su Reino, por el que va a entregar su vida, es un Reino de mansedumbre y de amor. Amor precisamente a aquellos que no te acogen ni aceptan, e incluso te responden con violencia.

Se hace más difícil retenerse, ahogar el odio y el deseo de venganza y respuesta a la violencia recibida, que el responder con la misma moneda. Ser dueño de controlarse, de ser manso y responder con amor es un acto de fortaleza que necesita mucho amor. Jesús que así había vivido nos da testimonio de lo que predica y proclama, aceptando las adversidades que le salen en el camino: "Amar a los enemigos, hacer el bien a los que nos odian, bendecid a los que nos maldicen, pedir por los que nos persiguen".


lunes, 30 de septiembre de 2013

ESTADÍSTICA Y CONTROL

Lc 9,46-50)

Nuestro mundo de hoy se mueve por estadísticas para controlarlo todo. Incluso, nosotros los blogueros hablamos mucho de eso, de saber cuantos nos visitan y nos leen. De tal forma que en la medida de visitantes y lectores nuestros blogs toman valor y prestigio. Es una forma de querer estar arriba y ocupar los primeros puestos del poder.

También, en tiempo de Jesús existía eso. Al parecer es propio de la naturaleza humana tocada por la ambición y el poder. Los apóstoles discutían quien iba a ocupar el primer puesto. Se disputaban ya la amistad de Jesús para estar en los primeros lugares. Y Jesús les descubre que los primeros puestos son para los que se ponen al servicio de los demás.

Algo contradictorio para el mundo en que vivimos. Aquí, nuestro mundo y nuestros criterios se apoyan en el tener y poseer. Vale quien tiene poder y riquezas, y quienes ocupan los lugares de gobierno y de mando. Fuera de eso no eres tenido en cuenta y se te estima muy poco. Por eso todos corren en busca de esos lugares.

Sin embargo, son los niños los que despiertan y atraen la atención de los mayores y de los poderosos. La inocencia, la limpieza de corazón, la ingenuidad y disposición a creer y obedecer de los niños derrumban las barreras del poder y emergen el amor que lo supera y vence todo egoísmo. Por eso, Jesús nos invita a ser como niños y a recibirlos en su nombre.

domingo, 29 de septiembre de 2013

JUSTICIA SOCIAL

(Lc 16,19-31)

Cuando Jesús habla está descubriendo muchas cosas que los hombres hacemos mal llevados por nuestro egoísmo personal. Hay muchas desigualdades entre los hombres porque no hay igualdad de oportunidades. Unos tienen acceso a la educación y al trabajo, y otros no. Unos están dotados de más talentos y otros no, pero el mundo ha sido creado por Dios para los que más posean repartan con los que menos tienen.

Esta es la cuestión y el origen de todos los enfrentamientos, que a su vez origina todo lo que vemos y nos rodea en este mundo. El hombre quiere ser poderoso y vivir a sus anchas, y para eso explota, somete y es injusto ante los demás, o es indiferente a los sufrimientos de los desposeidos.

Jesús nos descubre hoy esa realidad contándonos esa parábola del rico epulón (Lc 16,19-31) donde refleja esa realidad que nos rodea. No se trata de ricos y pobres, sino de compartir y auxiliar a los que menos tienen o necesitan. Nuestro mundo es un ejemplo de esta realidad, y necesita un cambio de actitudes para establecer estructuras sociales más justas. Todos somos culpables en mayor o menor medida, pero todos podemos hacer algo para remediarlo.


sábado, 28 de septiembre de 2013

EL MAL ESTÁ AL ACECHO


(Lc 9, 43b-45)

Suele ocurrir que las primeras palabras son bien acogidas. Las semillas que caen junto al camino suelen dar inmediata respuesta apenas caen unas gotas, pero luego, en la espera de más lluvia, se desesperan agostadas por ese sol que calienta hasta el ahogo y se mueren. 

Esa vida tan prometedora, alegre y colorida que adornan las vías, pronto se ven desérticas y tristes; oscuras y con tintes de muerte. ¿Qué ha ocurrido? ¿Acaso la raíz no tuvo la profundidad necesaria para agarrarse bien a la tierra? ¿O las primeras tempestades, sequías y calores le han hecho desistir de crecer y agarrarse a la vida?

Jesús, que sabe de la dificultad de la misión que le ha sido encomendada por el Padre, nos advierte y nos previene sobre lo que va a ocurrir: "Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres". Posiblemente a nosotros nos ocurra esto hoy. Acogemos la Palabra, pero pensamos que la vida nos tiene que ir bien, y si eso no es así nos justificamos alejándonos de Jesús.

Quizás nosotros tampoco hemos entendido, y también tenemos miedo de preguntarle al Señor. Amar como Él nos ha amado y nos ama, supone cruz, dificultades, sacrificios y hasta martirio. Eso debemos tenerlo claro. No es que queramos eso, pero cuando vives en la Verdad siempre encontrarás alguien que quiera que la dejes y vivas en la mentira. Y eso producirá dolor y persecución. Jesús nos lo dice, pero también nos da esperanza de que salgamos victorioso.

Cristo y yo mayoría aplastante. Con Él podemos vencer porque Él ya lo ha hecho.