domingo, 29 de septiembre de 2013

JUSTICIA SOCIAL

(Lc 16,19-31)

Cuando Jesús habla está descubriendo muchas cosas que los hombres hacemos mal llevados por nuestro egoísmo personal. Hay muchas desigualdades entre los hombres porque no hay igualdad de oportunidades. Unos tienen acceso a la educación y al trabajo, y otros no. Unos están dotados de más talentos y otros no, pero el mundo ha sido creado por Dios para los que más posean repartan con los que menos tienen.

Esta es la cuestión y el origen de todos los enfrentamientos, que a su vez origina todo lo que vemos y nos rodea en este mundo. El hombre quiere ser poderoso y vivir a sus anchas, y para eso explota, somete y es injusto ante los demás, o es indiferente a los sufrimientos de los desposeidos.

Jesús nos descubre hoy esa realidad contándonos esa parábola del rico epulón (Lc 16,19-31) donde refleja esa realidad que nos rodea. No se trata de ricos y pobres, sino de compartir y auxiliar a los que menos tienen o necesitan. Nuestro mundo es un ejemplo de esta realidad, y necesita un cambio de actitudes para establecer estructuras sociales más justas. Todos somos culpables en mayor o menor medida, pero todos podemos hacer algo para remediarlo.


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