Se hace difícil elegir el camino, sobre todo cuando sabes que tienes que recorrerlo con espinas y dificultades. Pedro así lo entendió y respondió al SEÑOR que no permitiría que le pasara nada. Y nosotros también nos sentimos inclinados a elegir el camino cómodo y fuera de peligros y sacrificios. Nos cuesta caminar por lo intransitable. Se nos hace difícil.
Pero, ese es el camino. No hay otro: La Cruz. JESÚS recriminó a Pedro y le dijo: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!».
Nos cuesta mucho abandonar nuestros pensamientos y tomar los de DIOS, pero sólo de esa forma encontraremos lo que buscamos: "La felicidad eterna". Esa es nuestra recompensa y, por supuesto, nuestra esperanza. Amén.
No dejes, SEÑOR, que me vaya por el camino fácil,
cómodo y placentero, porque, a pesar de
aparentar la felicidad, detrás de él
se encuentra el vació y la
muerte.
Ilumina y fortaleceme para no dejarme convencer,
y, ayudado de tu divina Gracia, sepa
enfrentarme a la adversidad y
soportar el camino de
la Cruz. Amén.
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