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domingo, 5 de enero de 2025

Y LA PALABRA ERA DIOS

En Él está nuestra esperanza. No hay otra esperanza que nos llene, nos dé gozo y alegría y plenitud de felicidad eterna. El mundo, demonio y carne tratarán de seducirnos, de engañarnos y de oscurecer nuestro camino, pero, no ha nacido – acabamos de celebrarlo en estos días – un Redentor, un Niño Dios encarnado en Naturaleza Humana como nosotros, menos en el pecado, que nos alumbra, ilumina y señala el Camino, la Verdad y la Vida.

Juan, en su prólogo, nos da testimonio con su palabra de esta realidad. Jesús. el Niño Dios nacido en Belén – ha venido para salvarnos, para liberarnos de la esclavitud del pecado y para darnos plenitud de gozo y alegría eterna. Él es quien nos bautizará – nos lo dirá Juan el Bautista – con el Espíritu Santo. El mismo Espíritu Santo que Él recibió en el Jordán, y que nos acompañará el resto de nuestra vida para asistirnos, fortalecernos e iluminarnos el Camino, la Verdad y la Vida que nos lleva junto al Dios Padre.

Creamos, pues, su Palabra, su venida y recibámoslo con nuestros corazones abiertos a la acción del Espíritu Santo para que nuestra fe, asistida en Él, sea firme como roca.

martes, 31 de diciembre de 2024

A DIOS NADIE LO HA VISTO JAMÁS

El Misterio me sobrecoge y sobrepasa, y hay instantes en mi vida que me deja perplejo y anonadado. ¿Cómo puede alguien existir siempre?, es la pregunta que revive en mi corazón. Mi corta mente nunca podrá entender eso.

Sin embargo, ¡me toco y es real, existo! Luego, ¡Alguien me ha creado! Y eso deja claro, en mi corta y humilde mente, que ese Padre Dios, Bueno y Misericordioso ha existido, existe y existirá eternamente por los siglos de los siglos.

Y yo, Señor, Hijo del Padre. Mesías prometido, que has nacido en Belén, fiesta que hemos celebrado estos días, creo profundamente en tu Palabra. Tú, mi Señor, eres el Verbo hecho carne, que, rebajándose de su dignidad de Dios, sin perder su Naturaleza Divina, ha tomado la humana, se ha hecho hombre como yo menos en el pecado. Y todo para mostrarme el Camino, la Verdad y la Vida.

Tú, Señor, Hijo de Dios, nos muestra la Gracia y la Verdad sellada en la Ley que nos dejo Moisés. Una Gracia y una Verdad que nos purifica y nos hace hermanos en el amor y la misericordia que da sentido a la Ley y a los Profetas. Y de Ti, mi Señor, recibo esta fe que se fortalece en el amor de compartir con los hermanos tu Camino, tu Verdad y tu Vida.

Gracias, Señor, porque, aunque es cierto que nadie te ha visto, sí, por tu Gracia experimentamos tu presencia, y en la Palabra, tu Hijo, nuestro Señor, nos manifiesta tu Amor y Misericordia enseñándonos el Camino, la Verdad y la Vida.

FELIZ AÑO 2025

miércoles, 25 de diciembre de 2024

BELÉN ENCUENTRO DE PAZ Y ESPERANZA DE UN MUNDO MEJOR

Es evidente que el mundo, al menos una parte de él, rechaza la Palabra de Jesús, el Hijo de Dios. El hombre, que busca la vida, la rechaza. Se cumple la paradoja de que queriendo encontrar la vida, y teniéndola a su lado, una parte del mundo la rechaza. Pero, no sólo eso, muchos que la acepta y creen en ella, luego en su propia vida no la hacen, valga la redundancia, vida.

Sin embargo, llegada la Navidad, Belén se hace se encuentro universal y todos cantan y alaban a ese Niño Dios nacido pobre y humilde en un pesebre. Incluso, aquellos que no creen, o creen y viven de forma indiferente al compromiso bautismal toman conciencia del acontecimiento de Belén y, de alguna forma, celebran la Navidad.

Es evidente que la atmósfera se viste de amor, de bondad, de buenas intenciones, de treguas y promesas de paz, de actos de caridad y de amor. Y eso trasluce la realidad de que el Amor de nuestro Padre Dios trasciende, y el Nacimiento de su Hijo, el Niño Dios despierta en los corazones de los hombres.

A pesar de que la Luz no es recibida, brilla en la tiniebla a pesar de presentarle rechazo.  Y es que algo sucede en nosotros que nos contamina y nos impulsa a repeler la vida auténtica. Despierta el pecado en nosotros y es, precisamente, para eso para lo que nace mañana el Niño Dios.  Ese es el profundo significado de la fiesta de mañana: Dios, encarnado en Naturaleza Humana, se hace Hombre y viene a liberarnos de la esclavitud del pecado que nos somete y nos impulsa a rechazar la Vida Eterna y gozosa en plenitud de gozo y felicidad junto a Dios, nuestro Padre.

domingo, 3 de enero de 2021

DIOS SE HACE HOMBRE

 

La razón no puede comprender el Misterio de Dios. Un Dios creador del mundo, de todo lo visible e invisible y encarnado en naturaleza humana no es asumible ni entendible para la razón humana. Por tanto, la única posibilidad que nos queda es la fe. Creer sin ver, porque esa es precisamente la esencia de la fe. Fiarse de la Palabra de Dios. Crees o no crees. Vives según la Palabra de Dios, o vives según la tuya. No hay otro camino. Vida o muerte. ¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte... -Dt 30, 15-20 -.

Ahora, tampoco  se trata de creer a ciegas. Hay mil y una razones para creer. Para eso, Dios se acerca, toma naturaleza humana y se hace hombre - la encarnación - en todo igual que nosotros menos en el pecado. Y lo hace de forma humilde, pobre, sencilla. Sin ruidos, ni bombos y platillo. Desapercibido, oculto, entre los pobres y como un pobre más. Y así vive, pobre y sin ataduras que le puedan quitar la libertad. Su Vida y sus Obras  nos revelan su Divinidad y dan testimonio de que su Palabra es Palabra de Dios.

Él es la Luz que viene y alumbra a todo hombre. A todos los hombres que abren sus corazones a su Palabra. No la impone, la propone y espera pacientemente a que tú y yo nos demos cuenta de que Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Antes de su aparición en este mundo, Juan el bautista le prepara el camino. Él se declara como la voz que clama en el desierto y dice: «Éste era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».