(Mc 12,18-27) |
No es cuestión de entenderlo todo, porque, entre otras
cosas, la vida está rodeada de misterios que la razón ni la mente del hombre
puede entender. El hombre necesita fiarse y creer. La fe nos es muy necesaria.
Dios lo ha querido así y nos ha dado una razón que llegue hasta un límite donde
se hace imprescindible la fe. Fe en su Palabra.
La fe es la prueba de nuestra libertad. Es el premio a, como
los niños, obedecer al Padre y creer en su Palabra. Creyó Abraham, y creyó
también Moisés. Y nos invita también a creer Jesús. Él es el Hijo de Dios
verdadero y resucitará una vez que la hayan matado. Porque Dios es el Creador.
Señor de la Vida y la Muerte.
Hay razones que nos invitan a creer. La vida de Jesús está
llena de obras y señales que nos revelan la existencia del Padre. Él nos habla
del amor del Padre y nos revela su plan de salvación. Un plan que termina con
la resurrección como lo ha hecho el Hijo. Los saduceos niegan la resurrección y
ponen a Jesús a prueba presentándole el caso de la mujer que se casa siete
veces con los siete hermanos. Piensan como hombres y se pierden en el disparate
y la sin razón.
No es la otra vida como está. Sería absurdo pensar así. No
hay necesidad de ir al supermercado, ni de criar hijos para repoblar el cielo,
ni de dar amor. No hay necesidad de amar ni de trabajar, ni de buscar tiempo de
ocio y de entretenimiento. La vida será diferente, inimaginable. Jesús nos dice
en una ocasión que nos va a preparar un lugar en el cielo. Un lugar que
nosotros no podemos imaginar. ¿Cómo es posible que pensemos en un cielo
prolongación de la tierra?
Dios tiene otros planes, y su Hijo Jesús nos lo dice muchas
veces en su paso por la tierra. Mi Reino no es de este mundo, porque de ser así
su actitud hubiese sido otra. Después de la Resurrección no nos costará amar,
ni ser bueno, porque ya estamos en la Gloria del Padre, y compartimos su
Gloria. Somos como ángeles, con un cuerpo glorioso y espiritual. Será hermoso
imaginar, pero el poder del Padre superará todo lo que, sus criaturas, podamos
llegar a pensar.
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