jueves, 5 de diciembre de 2024

LAS PALABRAS NECESITAN HECHOS QUE LE DEN VIDA

La verborrea puede ser elocuente, pero si no se traduce en hechos se evapora y se queda en nada. Las palabras necesitan hechos reales y de nada sirven si sólo se quedan en eso, en simples palabras, que por muy elocuentes que sean no sirven para solucionar los problemas.

Escuchar, por tanto, palabras que signifiquen verdad y sean buenas necesitan ser puestas en prácticas, pues de no ser así ningún valor tienen. De modo que escuchar la Palabra de Dios y no ponerla en práctica es como construir una casa sobre arena, tal y como dice Jesús en el Evangelio de hoy. Llegada las lluvias, desbordados los ríos, soplaron los vientos y  la casa se derrumba y hunde.

Lo verdaderamente importante no es solamente escuchar la Palabra – que es de suma importancia – sino, una vez escuchada, hacerla tuya y llevarla a la vida. Es decir, en otras palabras, ponerla en práctica. Y eso, alumbrado en un ejemplo como el anterior, lo podríamos significar en aquel que construye su casa sobre roca. Vienen las tempestades, los vientos y las lluvias y la casa se mantiene firme.

De la misma manera, nuestra fe permanecerá firme si la sedimentamos en los sacramentos – Eucaristía y Penitencia – y en la oración. Esa será la Roca que nos fortalecerá y evitará que nuestra fe se desmorone, se debilite y desfallezca. Porque, en Xto. Jesús seremos Roca firme que soportará toda tempestad.

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