jueves, 11 de diciembre de 2008

CAUSAS DE LAS CRISIS MATRIMONIALES.


“No entiendo lo que me pasa, porque no hago el bien que quisiera, sino, por el contrario, el mal que detesto. Ahora bien, al no querer lo que hago reconozco que la ley es buena, y, en realidad no soy yo quien obra el mal, sino el pecado que está dentro de mi” Rom. 7, 14-16

Todo crecimiento implica un cambio, los cambios traen como consecuencia crisis, y el matrimonio no es ajeno a ellas. Una buena manera de evitar las causas de crisis en el matrimonio es conocerlas, analizarlas y poner el esfuerzo que se requiera para superarlas con verdadero amor.

La palabra amor esta cargada de muchos sentidos y existe una mala interpretación de ella. El uso, abuso, manipulación del término amor exigen aclararlo para evitar que quede reducido, cosificado y trivializado.

El amor en el matrimonio es una relación entre dos personas de distinto sexo cuya característica más importante es la entrega sin egoísmos. Los esposos se donan sin reservas, mutuamente. El amor es buscar el bien del otro, hacerlo feliz, es hacer que se sienta comprendido y aceptado en todo su ser, en su modo de pensar y de actuar, en su sensibilidad y en sus gustos. El amor reclama estabilidad, madurez y confianza total del uno en el otro.

Hace tiempo, por mayo, publiqué un artículo de José Menchón que exponía todo lo que creo que debe ser. No por ello desconsidero casos muy puntuales y extraordinarios en los cuales se ha de buscar caminos, exentos de egoísmos, que nos ayuden a encontrar el verdadero sentido de la vida y de la verdadera felicidad:

Poco antes, el 4 de mayo, influido por la reflexión de Menchón, hice la mía propia donde compartía los mismos criterios de él y vivenciaba los míos. Hoy los traigo al recuerdo por las piadosas mentiras de Ave Mundi que tantos beneficios nos está dando al actualizar todas esas actitudes que nunca debemos perder de vista y siempre refrescar desde la Luz:

Redescubrir la auténtica grandeza del amor, su fuerza, su belleza, pero también sus exigencias nos llevará a restituir su auténtico sentido.
La convivencia no es tarea fácil porque el amor no anula las singularidades del carácter, las capacidades, los defectos, las creencias; al contrario, el amor debe abarcarlas, quererlas y corregirlas cuando sea necesario.

El amor de los esposos es un don, una participación del mismo amor creador y redentor de Dios. El sacramento del matrimonio les da a los esposos la gracia para perfeccionar su amor y es la razón por la que son capaces de superar con éxito las dificultades que se les puedan presentar durante las etapas de su vida conyugal.

Muchas veces el matrimonio se ve afectado por conflictos que provienen de ellos mismos (causas internas) o de terceros (causas externas), pero siempre ha de recordarse que la entrega amorosa de Cristo debe ser ejemplo constante en la relación de los esposos.

Publicado por MAT (de travesíaporlavida).

Son criterios que comparto totalmente hasta tal punto que he incluido en muchos de mis comentarios y artículos o reflexiones de mis blogs, como el citado más arriba. Los he visto muy bien expuestos y concisos que, como diría Gracián, lo bueno si es breve, dos veces bueno.

3 comentarios:

  1. Coincido con el post, se ha degradado la palabra amor, ahora a cualquier cosa le llaman amor y hay que rescatar su verdadero significado.
    Tomo nota de los criterios :) espero un día poder tener con quien llevarlos a la práctica.
    Saludos afectuosos. Hilda

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  2. Esa es la pura realidad. Cuando hablamos del amor nos auto-engañamos y no queremos darnos cuenta. Nos colocamos frente al otro, no al lado del otro, y defendemos nuestros derechos, pero no vemos nuestros deberes.
    Todo lo que sea defender ya es desamor, lo contrario, porque defender es reivindicar y el amor nada defiende, ni reivindica. El amor lo da todo. Sí, ya sé que es díficil, pero JESÚS lo hizo y nos prometio que nosotros, con ÉL, también podíamos. Por lo tanto, desconfiamos cuando nos desesperamos y nos resignamos a no amar como ÉL.
    Hilda, ten paciencia. Ya aparecerá tu media naranja. El SEÑOR está y te dará lo que convenga. Vales mucho y tienes muchos valores, pero eso no se ve tan facilmente. Sin embargo, como a Abrahan, el SEÑOR enviará, según su Voluntad, lo que quiera de ti.
    Un fuerte abrazo en CRISTO.

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  3. gracias así lo espero yo también, gracias por los buenos deseos y por el concepto en que me tienes!!

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