lunes, 18 de febrero de 2013

¿DÓNDE VERDADERAMENTE AHORRAMOS?

Mt 25,31-46


Esa es la pregunta. El Evangelio de hoy nos pone las cartas sobre la mesa. ¿Qué ocurrirá al final de los tiempos? Porque eso es lo verdaderamente importante. Ese es el verdadero drama de nuestra vida, lo que acontecerá después de la muerte. ¡Porque morir tendremos que morir!

Y la llegada del Hijo del hombre está anunciada. ¿Cómo estaremos nosotros en ese momento? Por otro lado, esta vida no termina por llenarnos. Lo pasamos bien algunas veces; nos sentimos a gusto también algunas veces, pero no terminamos de encontrarnos bien y a gusto siempre. Y eso es lo que realmente nos gustaría, porque lo pasamos mal también muchas veces. Yo diría que vivimos angustiados e insatisfechos la mayor parte de nuestra vida.

También sufrimos mucho, muchas veces no en nosotros sino por lo que ocurre en nuestra familia y a nuestro derredor. Deseamos que ocurra algo. Es más, presentimos que esto no debe ni puede ser el final. Aspiramos a ser eternamente felices, y es precisamente eso lo que el Evangelio de hoy nos propone: "Estar a la derecha del Rey". Y eso lo podremos conseguir dejándonos llevar por el Espíritu Santo, ese mismo que llevó a Jesús al desierto.

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