(Lc 11,15-26) |
Ignorar la realidad del demonio, es ignorar que alguien está interesado en estropear tu vida e impedir que alcances la vida eterna en plena felicidad. Quiere dividirnos y ponernos en contra de Jesús. Nuestra razón puede ser arma diabólica y exigirnos pruebas y fundamentos. Si la dejamos en manos del demonio puede enfrentarnos a Jesús.
Muchos que levantan su voz en contra de la verdad, por otro lado insultan perdiendo el respeto a la libertad del otro. ¿Dónde está la justicia y la verdad de esas personas? Sus actitudes desesperadas los delatan y los descubren en la mentira y falsedad. No escuchan porque solo quieren imponer su verdad. La verdad del demonio que llevan dentro.
Y es que no podemos estar divididos, porque terminaremos por seguir a uno y dejar a otro. Sólo Jesús es la única y verdadera Verdad. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y debemos tener mucho cuidado que nos asalten y nos desvíen del camino hacia la Verdad. Por eso, caminando todos juntos, desde el respeto a los demás y abierto a buscar la Verdad, será más difícil que nos puedan confundir. La oración es nuestra arma principal.
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