sábado, 12 de octubre de 2013

ESCUCHAR PARA CUMPLIR

(Lc 11,27-28)

Hay dos cosas que van unida. Si una es separada, la otra pierde todo su sentido. La una, es la escucha de la Palabra de Dios. Sin ella, el camino se hace oscuridad y el horizonte se esconde. La Palabra es la estrella que nos guía y alumbra nuestros pasos. Escuchar la Palabra para encontrar la orientación del camino se hace necesario. Cada día trae sus interrogantes, sus decisiones y su trabajo. Vivirlo en presencia de Dios implica escuchar su Palabra y, en consecuencia, aplicarla a nuestra vida.

La otra, es cumplir lo escuchado. Aplicar la Palabra a nuestra vida significa darle cumplimiento con y en nuestro obrar concreto de cada día. Vivenciar la Palabra en otros lugares donde vivimos: familia, trabajo, amigos, vida social, ambientes... Y hoy, en la época que vivimos, a través de la red también podemos llevar nuestras vivencias e inquietudes de la  Palabra a todos los lugares del mundo. Y es trajo y compromiso que debemos, cada uno en la medida de sus posibilidades, realizar.

Y simplemente, serán dichosos aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen.

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