viernes, 7 de octubre de 2011

DIVIDE Y VENCERÁS

Lucas 11,15-26
Nadie, a sabiendas, va a tirar piedras sobre su mismo tejado. Nadie va a favorecer lo que realmente quiere evitar. Acusan a JESÚS de expulsar demonios en nombre de Beelzebul, cuando realmente JESÚS lo hace por el dedo de DIOS.

La soberbia y ceguera de no encontrar razones ni justificaciones por las que puedan acusarle enciende en ellos la ira de la venganza y de la sin razón. No soportan el poder que testimonia el HIJO de DIOS y todos se vuelven contra ÉL.

 Los que no están conmigo, están contra MÍ, y el que no recoge conmigo desparrama.Sucede con aquellos que sólo ven por sus intereses y sus ideología, y no aprecian la verdad de la bondad que tienen delante. Así las cosas se enfrentan en confrontaciones que generan insultos y agresividad hasta el punto de matar.

Es entonces cuando el fuerte acaba con el débil y cuando el poder acusa al que es frágil y no tiene defensa. En este clima es fácil justificar cualquier atentado contra las personas, incluso, los asesinatos, si el muerto no es de los nuestros. Muchas personas sufren hoy estas confrontaciones y enfrentamientos de intolerancia y rechazo mutuo que se respira en muchos ambientes políticos e instituciones públicas.

Entre todos hemos de crear unas condiciones y un clima de tolerancia, respeto mutuo y confrontación leal en el que sea posible ir encontrando caminos de diálogo. Y los cristianos, lejos de endurecer y sacralizar falsamente nuestras posiciones manipulando a Dios e identificándolo con nuestras propias posturas, hemos de seguir a este Jesús que —cuando sus discípulos pretendían que impidiera que otros expulsaran demonios en nombre de Él— los corrigió diciéndoles: «No se lo impidáis. Quien no está contra vosotros, está con vosotros» (Lc 9,50). Pues, «todo el coro innumerable de pastores se reduce al cuerpo de un solo Pastor» (San Agustín) (Del comentario de Josep Pausas ¡ Mas).

SEÑOR JESÚS, sólo TÚ tienes Palabra de 
Vida Eterna. Y esa Palabra quiero
hacerla vida en mí. Dame
la Luz que necesito para 
siempre estar dispuesto
a oírla y escucharla. amén. 

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