Es evidente que Dios ha pensado en ti. Y la evidencia de eso es que existe. Pero, Dios te ha creado, dentro de su Plan de salvación, con una misión concreta, y, para ello, te ha dotado de las cualidades y talentos necesarios. Ahora, te toca a ti estar atento a su Palabra y disponible para realizar esa misión dentro de ese Plan de Amor que Dios ha pensado para salvación de todos los hombres.
Es lógico y de sentido común que Dios no te ha creado para que te cruces de brazo. Por tanto, espera que responda a su propuesta. Precisamente, hoy el Evangelio nos presenta la propuesta que Dios hace a María, joven humilde y sencilla, para ser la Madre de su Hijo. Y la respuesta de María es afirmativa y plena de disponibilidad. Un Sí lleno de fidelidad y obediencia: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
María, ejemplo y testimonio grandioso de respuesta a la propuesta de Dios, que debe servirnos de acicate y luz para, también nosotros responder de forma afirmativa, decidida y sumisa a la propuesta que nos propone Dios. Porque, siempre será la mejor propuesta que conviene a nuestro gozo y felicidad. Porque, es evidente que alguien dependerá de nuestra manera de actuar ya sea recibiendo amor o dándolo.
Porque, nuestro mayor esfuerzo está en confiar en nuestro Padre Dios, abrirle nuestro corazón y hacer su Voluntad. Pero, nunca olvidemos que todo depende de la Gracia del Señor. Y María, precisamente, fue llena de la Gracia del Señor.
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