Y es que nuestras fuerzas humanas no nos permiten poder lograrlo, pues nuestras debilidades nos hacen caer y dejar mucho que desear. Sin embargo, a pesar de todo eso, nuestros padres siguen a nuestro lado y nos dan muchas pruebas de nuestro amor. Muchas veces será estando a nuestro lado, esperándonos. Otras, acompanándonos, sirviéndonos, soportándonos y siempre estando dispuestos a dársenos y ofrecersenos.
Pues, JESÚS, me dice hoy que ÉL me quiere con el mismo amor que el PADRE lo quiere a ÉL. Y ya sabemos cuál es el amor del PADRE al leer la parábola del hijo prodigo. Y agrega que el testimonio de demostrarselo es hacer lo mismo que ÉL hizo con el PADRE: "Cumplir su Voluntad".
Cuando tratamos de configurarnos con CRISTO, ser imagen de CRISTO y vivir según las mismas actitudes de CRISTO vivenciando su estilo de vida y poniéndonos en Manos del ESPÍRITU SANTO para dejarnos dirigir y conducir por ÉL, estamos tratando y esforzándonos en cumplir su Voluntad. Estamos permaneciendo en ÉL y si permanecemos en ÉL permaneceremos en su Amor y en el Amor del PADRE.
No permitamos, por la libertad que hemos recibido,
que nadie nos aparte del amor de JESÚS.
Permanezcamos a su lado en la
oración intima y diaria, en
la aceptación y
obediencia.
Pidamos que su Amor nos llene plenamente de su
Gracia y nos conforte en la lucha de cada día,
en la batalla contra nosotros mismos,
porque la lucha está dentro de
nosotros, y con CRISTO
somos seguros
vencedores. Amén.
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