De poco, Tú Señor, haces mucho. Y con poco, a Ti Señor, te basta para satisfacer las necesidades de otros muchos. Es la manifestación de tu grandeza y de tu poder. Pero también, la manifestación de tu Misericordia y de tu Amor. Te compadeces de las necesidades de los demás, y te compadeces porque las descubres y no miras para otro lado.
¿Estamos nosotros actuando así? ¿Percibimos las necesidades que otros tienen y que nos demandan? ¿O simplemente callamos, hacemos mutis y nos quitamos del medio en silencio? Supongo que de todo un poco. Somos pecadores y huimos del complicarnos la vida. Nos molesta, más que esforzarnos en dar solución a necesidades que otros no pueden satisfacer, el no saber cómo solucionarlas.
Pienso que los apóstoles de saber cómo hacerlo, hubiesen dado de comer a aquella multitud. Pero el no saber, y menos poder, nos evaden de mirar el problema. Bien es verdad que muchas veces lo excluimos sin apenas esforzarnos en intentarlo, pero otras, queriendo no sabemos ni cómo o qué hacer.
Sin embargo, al margen de todo esto, lo importante es saber que con Jesús podemos encontrar soluciones y ayudar a otros, al menos, a aceptar, superar y luchar contra las adversidades y sufrimientos. No podremos quitar el sufrimiento que cada cual tendrá que sufrir y soportar, pero si compartirlo y aliviar la carga. También las adversidades nos predisponen a la escucha y mirada atenta a Jesús. Quizás a través de ella podemos encontrar el camino de encontrarnos con Él.
Pienso que, en general, vamos por la vida como ciegos, sin percibir que es lo que Dios quiere de nosotros. Eso es debido a la falta de vida interior y de oración. Tiene remedio, pero requiere de un acto de voluntad que no siempre somos capaces de hacer. ¿La solución? Pedir y pedir sin cansarnos, confiando en Quien nunca nos abandona. Un abrazo!
ResponderEliminarLa multiplicación de los panes y peces nos enseña la grandeza y el poder de Dios. Y la necesidad de descubrir que todo está en sus Manos. Él hace de lo poco mucho o suficiente, por tanto nunca desesperemos porque lo que el Señor nos ha dicho con esa multiplicación es que pongamos lo que tenemos y el pondrá lo que falta si ve que es lo que conviene. Así de sencillo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en el Señor.