En
el Evangelio de hoy, Jesús, nos lo dice claramente: (Jn 16,16-20): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus
discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis
a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso
que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me
volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre’?». Y decían: «¿Qué es ese ‘poco’? No
sabemos lo que…
Es indudable que necesitamos fe. La misma fe que necesitaron aquellos primeros discípulos que llegaron a verle. Porque, recordemos que después de vivir con Él tres años y presenciar muchas de sus obras, le dejaron solo en el sacrificio de la cruz. Y la fe nos ayuda a entender que Jesús ha Resucitado, se ha ido, pero para venir, y, ahora, sigue entre nosotros vivo, real y presente en la Eucaristía. Aparte, el Paráclito, del que nos habla también el Evangelio de estos días atrás, ha bajado a nosotros. El mismo que bajó a Jesús en su bautizo del Jordán. Por tanto, no tengamos miedo y dejémonos llevar por la acción del Espíritu Santo, que nos asiste, nos fortalece, nos da sabiduría y aliento para seguir y resistir todos los embates con los que el mundo, demonio y carne nos tientan y seducen.
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