jueves, 20 de junio de 2024

DIOS, NUESTRO PADRE, ESTÁ A LA ESCUCHA

Nos sería imposible hablar con Dios porque, nosotros simples criaturas, no estamos a la altura para entender ni poder hablar con Dios. Si es posible hablar con Dios es porque Dios se abaja a nuestra altura, primero se ha encarnado en nuestra propia naturaleza, y se abre en su Divinidad a escucharnos. Muchas veces hemos dicho que es Dios quien da el primer paso y viene a nosotros.

Por otro lado, si tenemos la opción de salvarnos, lo hemos dicho muchas veces y lo reconocemos, es por la Infinita Misericordia de Dios. Es Él quien nos da esa oportunidad porque nos ama con Infinita Misericordia. Por todo ello nos atrevemos a hablar con Él.

Puedo decir que mucha veces, cuando sentado a la orilla de mi cama, y viéndome tan poca cosa y delante de quien experimento estar, trato de ponerme en su presencia, siento vergüenza y me doy cuenta de su Infinita Grandeza y Amor que tiene por sus criaturas. Y eso me da atrevimiento y fortaleza, con humildad, para hablar con Él.

Nuestro Señor Jesús nos ha dejado el Padrenuestro precisamente para eso, para que no nos enrollemos demasiado y no nos perdamos en palabreríos o nos quedemos mudos. Simplemente para llamarle Padre nuestros – que nos hace hermanos – y para que, como Padre, le santifiquemos y le pidamos que viva en nosotros – Él que es nuestro Reino – y se haga su Voluntad, no la nuestra.

Nos enseña a pedirle todo lo que necesitamos para vivir y estar cada instante de nuestra vida en su presencia – el pan de cada día – y a perdonar como Él nos perdona y a protegernos de caer en tentaciones y seducciones que este mundo nos propone y con las que nos tienta: mundo, demonio y carne.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.