jueves, 18 de agosto de 2011

TIENES UNA INVITACIÓN (Mt 22, 1-14)


He recibido una invitación, pero no le he hecho mucho caso. Persiste la invitación y sigo sin hacerle caso. Antes, presto más atención a mis intereses particulares, a mis problemas y a tratar de pasarlo lo mejor posible. Paso de invitaciones inoportunas que no me dicen nada y me traen molestias y problemas.

Esa puede ser una de muchas respuestas negativas a una llamada de invitación que DIOS nos hace al banquete de la vida eterna. somos sus hijos por nuestro compromiso de Bautismo, pero hemos rehusado a considerarnos tales. No queremos ninguna invitación.

Llegará el mañana, y nuestra invitación fue dirigida a otro u otros. Quizás alguno la haya aceptado y mi puesto haya quedado ocupado. También puede ser que a otros haya cogido de improviso, y no estén preparados, con el traje adecuado, para asistir al evento. Habrá muchas sorpresa y lo mejor será poner atención y prepararse para no dejar pasar la invitación. Mañana puede ser tarde.

Que sepa, DIOS mío, mantenerme presto y atento
a tu invitación. Que vele mis vestidos de 
gala para que nada me falte y,
no ser que vaya mal
presentado, sea
despedido de tu banquete. Amén.

1 comentario:

  1. Muchas Gracias por el congreso de ayer.

    Seguimos en contacto.

    Un fraternal abrazo.

    ResponderEliminar

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.