(Lc 21,5-19): |
Ese es el camino, porque caminamos por un mundo de valores contrario a los que nos señala Jesús de Nazaret. Mientras el mundo espera la muerte sin enfrentarse a mirarla, los cristianos esperamos la segunda venida de Jesús y, por Él, nuestra salvación.
Por eso conviene no desfallecer y mantenernos firme, no haciendo caso a todo lo que se nos diga contrario a la Palabra del Señor. Sufriremos persecuciones, guerras, catástrofes naturales, cárceles, persecuciones, divisiones y hasta traiciones familiares. Seremos también rechazados y odiados por causa del nombre del Señor Jesús, pero al final, si perseveramos seremos salvados.
Es promesa y Palabra del Señor y en Él creemos. Pidamos la fuerza y la sabiduría de ser pacientes, y no dejarnos vencer por nuestros miedos y tribulaciones, sino todo lo contrario: ánimo y coraje para vivir como cristianos ejemplares en medio de todas estas dificultades.
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