Mt 26, 14-25 |
Nada quedará oculto. Puedes vivir escondido en las
apariencias, pero, delante de Dios todo quedará descubierto. La Verdad nos
desnudará de todas nuestras apariencias y mentiras escondidas. La Verdad
emergerá y alumbrara a todos emergiendo todos nuestras, tanto buenas como malas
obras. Posiblemente, eso fue lo que le ocurrió a nuestro primeros padres, Adán
y Eva, tomaron conciencia de que estaban desnudos cuando desobedecieron a Dios.
Es decir, la mentira se desnuda y se descubre. Emerge a la luz y alumbra a
todos con la verdad.
La mentira de Judas queda sujeta a la luz y a la verdad. Todo será iluminado, de modo que de nada vale ocultarlo. Esconder la verdad en las apariencias no es sino perder el tiempo autoengañándose. Ahora, la humildad de reconocerlo y de aceptarlo, el ejemplo, Pedro, nos da la oportunidad de limpiarnos, de resarcirnos y de levantarnos. Jesús, el Señor, igual que hizo con Pedro, se olvida de nuestras ofensas. Es lo que nos promete en el Padrenuestro, si perdonamos nosotros, empezando por nosotros mismos, nuestro Padre Dios también nos perdona. El camino, pues, está claro.
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