martes, 19 de agosto de 2014

EXPLOTADOS Y EXPLOTADORES

(Mt 19,23-30)


Se trata del origen y del destino, no en sí mismo, de la riqueza, pues siendo rico se puede ser generoso y aliviar la carga de otros que no tienen lo necesario y suficiente para sostenerse en la vida. Pero también se trata de la procedencia de esa riqueza. En las palabras, después del encuentro con Jesús, de Zaqueo encontramos luz para entenderlo.

Tan rico es aquel que explota al pobre, aún siendo él también pobre, como el que se hace rico con la fatiga y el sudor, de otros, mal retribuidas. Y, peor aun, aquellos que siendo ricos guardan sus riquezas para su propio interés, satisfacciones y egoísmos.

De cualquier manera, de una u otra forma, ricos o pobres estaremos tentados a ser egoístas y explotadores y a mirarnos sólo a nosotros mismos dejando un poco de lado a los demás. Por eso necesitamos la Gracia y la Fortaleza del Espíritu Santo, para que asistidos en Él seamos capaces de vencer nuestro corazón apegado a las cosas y bienes de este mundo y más generoso en compartir.

Señor, sólo en Ti encontraremos el Camino, la Verdad y la Vida de olvidarnos de nosotros y ser más generosos y misericordiosos con nuestros hermanos, y capaces de dejar todo aquello que nos impide vivir en tu Voluntad.

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