Nos es muy difícil entender que se nos de la vida, y la oportunidad de hacer esa vida eterna e inmensamente feliz de forma totalmente gratuita. Es algo que, desde los criterios humanos, no nos cabe en nuestras cabezas limitadas y finitas, a pesar de nuestros engreimientos y vanidades. El hombre, en la medida que es más ignorante, es más suficiente, y en esa medida será cada vez más soberbio y engreído.
Todos tenemos experiencia de lo que significa un padre y una madre. Pues bien, nuestro PADRE DIOS se nos da de forma tan grandiosa que nada, ni nadie lo puede superar. Sí nuestros padres han cooperados con DIOS para darnos la vida, DIOS no sólo nos la ha ragalado, sino que se nos da el mismo en su HIJO JESUCRISTO. La Vida de la Gracia es DIOS mismos que se nos da y nos hace participe de su propia Vida.
Eso significa que somos participe y herederos de su Gloria por los méritos de su HIJO JESUCRISTO, que con su pasión y muerte nos ha rescatado para su PADRE como hijos suyo y con todas las características que conlleva el ser hijos de DIOS. Participamos de su Gloria, y eso quiere decir que seremos eternamente felices en su presencia, como corresponde al Hijo respecto a su padre.
Es nuestro mayor Ideal: "Vivir la Gracia, y en Gracia". No hay meta mayor que empezar a vivir como DIOS, y como DIOS es Amor, nos hacemos instrumentos del Amor. Y si amamos somos felices, y sí felices en DIOS: "eternos". Pero eso, que es la mayor oferta que el hombre puede recibir, no por ser totalmente gratuita, es barata. Pensamos que, todas las cosas regaladas y fáciles de conseguir, son baratas, y por ser baratas su valor no es grande. Ese es el criterio humano.
Sin embargo, no hay tesoro mayor que la Vida de la Gracia, porque con ella conseguiremos lo que todos perseguimos como locos: ser inmensamente felices y eternos. ¿Quién puede resistirse a esa oferta? Y, para colmo, nuestro desconcierto es tal, que encima se nos ofrece sin plazos, con toda la paciencia del mundo, en cada momento, a cualquier hora, sin horarios de cierre, "siempre", y totalmente gratuita.
Pero, no por eso, barata, porque el inmenso regalo de ser como DIOS: eternamente feliz, todo amor, exige que no lo puedo conseguir según mis criterios, mi forma de pensar, mis apetencias y deseo. Nuestro pecado consiste, no en querer ser como DIOS, puesto que nuestro PADRE DIOS nos invita y nos regala la oportunidad de serlo, sino en querer serlo como a mí me da la gana y me gusta. Ahí está la carestía, el precio y la cruz que tenemos que pagar: "hacerlo según el plan de DIOS"; "según su Voluntad".
Realmente somos muy necios y ciegos. Buscamos donde no podemos encontrar: las cosas, el poder, el dinero, el placer, las apetencias, el sexo, el alcohol, la droga, la juerga, la comodidad...etc, son nuestros prioritarios objetivos, y estas cosas, aún siendo necesarias, son simplementes medios que tienen una vida efímera y caduca.
No es malo el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y no a ser, y que quiere tener más no para ser más, sino para consumir la existencia en un goce que ser propone como fin en sí mismo. Por esto, es necesario esforzarse por implantar estilos de vida, a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones (Juan Pablo II).
Sólo injertados en CRISTO podemos conseguir lo que realmente queremos y llevamos dentro de nosotros, ser felices y eternos, porque en CRISTO, con ÉL, por ÉL y con ÉL viviremos la vida de la Gracia según la Voluntad del PADRE. ¿Qué magnifico y grandioso regalo!
No es malo el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y no a ser, y que quiere tener más no para ser más, sino para consumir la existencia en un goce que ser propone como fin en sí mismo. Por esto, es necesario esforzarse por implantar estilos de vida, a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones (Juan Pablo II).
Sólo injertados en CRISTO podemos conseguir lo que realmente queremos y llevamos dentro de nosotros, ser felices y eternos, porque en CRISTO, con ÉL, por ÉL y con ÉL viviremos la vida de la Gracia según la Voluntad del PADRE. ¿Qué magnifico y grandioso regalo!
¡Qué cosa más grande es la gracia, que nos hace participar en la misma vida de Dios! Y qué pena que tantas veces no sepamos apreciar ese gran don… absolutamente gratuito.
ResponderEliminarUn gran regalo que tendríamos que aprender a aceptar con alegría.
Gracias, eligelavida, por tu comentario y tu valoración del gran tesoro que tenemos. Es reconfortante compartirlo contigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en XTO.JESÚS.