viernes, 29 de abril de 2022

EN EL CAMINO DE LA HUMILDAD, ENCONTRARÁS AL SEÑOR

 
Mt 11,25-30
Hay solo un camino para llegar al encuentro con Jesús, la humildad. Un camino humilde, sencillo, y abierto a la acción del Espíritu Santo. Un camino difícil, porque la suficiencia, el orgullo y la soberbia de no ser menos que nadie, te confunden y te desorientan del camino humilde que te lleva al encuentro con Jesús. El ejemplo lo tenemos hoy en santa Catalina de Siena - ver aquí - como referencia para orientarnos en ese camino de humildad, sencillez y sabiduría, por la Gracia de Dios.

Son los humildes y sencillos los que se encontrarán con Jesús, el Señor. Su camino fue así, humilde – nacido en un pesebre – de condición pobre y sencilla; sin ninguna notabilidad hasta el punto de que Resucitó sin triunfalismos ni publicidad. Se apareció solo a sus amigos, a los que, precisamente, le esperaban y, a pesar de la dificultad, creyeron en Él. ¡Imagínate si se les aparece a los que le creían ni tendrían esperanza de que resucitara! Estaríamos de acuerdo en que, como en la parábola del rico epulón – Lc 16, 19-31 – no creerían ni a un resucitado.

Es el camino, hacernos pequeños y humildes. Hay que reconocer que el Señor es muy grande para nosotros. Inalcanzable, inefable, ininteligible…etc. Solo en esa humildad y condición de siervo, podemos llegar a encontrarnos con Él. Fue el camino de los apóstoles y discípulos, y también de Catalina de Siena. No hay nada más grande que recibir al Señor todos los días. Alimentarnos del su Cuerpo espiritualmente y pedirle su Gracia para alcanzar ese camino de humildad y caridad. ¿Se puede tener mayor aspiración en este mundo? ¿Se puede tener mayor esperanza de gozo y vida eterna? Porque, es una realidad que tú, como yo, queremos vivir siempre. Pregúntatelo.

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