No es fácil ser joven. No lo ha sido nunca y tampoco lo es en nuestros días, cuando la incertidumbre y la precariedad se instalan cada mañana en el horizonte. La falta de vivienda, la precariedad laboral, la fragilidad de los lazos emocionales..., y sobre todo, la falta de sentido, dibujan un futuro sombrío y un presente a veces angustioso. Sin embargo, siempre se puede encontrar a jóvenes que sacan todo el jugo a la vida
Los datos son sólo números, pero cada número esconde detrás un auténtico drama: en España se producen cada año más de 3.300 suicidios entre personas de todas las edades, y se calcula que el 1% de la población española realiza al menos una tentativa de suicidio a lo largo de su vida. Entre los 10 y los 35 años, las cifras asustan: son más de 700 los fallecimientos por este motivo cada año. Y entre 15 y 40 años, el suicidio es la segunda causa de muerte, aunque en algunas Comunidades Autónomas es ya la primera, por el paulatino descenso de fallecidos en accidentes de tráfico que se está produciendo últimamente.La información la da el doctor Gustavo Faus, del Centro de Psicoterapia de Barcelona, en el que un equipo de profesionales trabaja para el estudio, asistencia y prevención de las conductas autodestructivas y suicidas. El doctor Faus afirma que, «en el 90% de los casos, hay una patología psiquiátrica de base, un problema patológico. Luego, en los jóvenes hay problemas diversos, de tipo emocional y sentimental, de tipo académico..., aunque hay siempre de fondo una patología, como la depresión». Y va más allá: «Las causas del suicidio son multifactoriales. Se ha hablado mucho de pérdida de valores, de sentido de pertenencia al grupo, de falta de identificación con un modelo de referencia, de problemas de desestructuración de la familia, de marginación...»El camino de la solución a esta salida en falso y a esta forma de ver el mundo pasa, en primer lugar, según el doctor Faus, por el reconocimiento del problema: «Lo primero es hablar, pedir ayuda. El suicidio se ve como la vía de salida ante un problema que en realidad es pasajero; hay que hacer ver a la persona que lo que le pasa tiene solución. En general, la persona que se quiere suicidar no quiere morirse, sino que no quiere vivir de la manera en la que lo está haciendo».
Los datos son sólo números, pero cada número esconde detrás un auténtico drama: en España se producen cada año más de 3.300 suicidios entre personas de todas las edades, y se calcula que el 1% de la población española realiza al menos una tentativa de suicidio a lo largo de su vida. Entre los 10 y los 35 años, las cifras asustan: son más de 700 los fallecimientos por este motivo cada año. Y entre 15 y 40 años, el suicidio es la segunda causa de muerte, aunque en algunas Comunidades Autónomas es ya la primera, por el paulatino descenso de fallecidos en accidentes de tráfico que se está produciendo últimamente.La información la da el doctor Gustavo Faus, del Centro de Psicoterapia de Barcelona, en el que un equipo de profesionales trabaja para el estudio, asistencia y prevención de las conductas autodestructivas y suicidas. El doctor Faus afirma que, «en el 90% de los casos, hay una patología psiquiátrica de base, un problema patológico. Luego, en los jóvenes hay problemas diversos, de tipo emocional y sentimental, de tipo académico..., aunque hay siempre de fondo una patología, como la depresión». Y va más allá: «Las causas del suicidio son multifactoriales. Se ha hablado mucho de pérdida de valores, de sentido de pertenencia al grupo, de falta de identificación con un modelo de referencia, de problemas de desestructuración de la familia, de marginación...»El camino de la solución a esta salida en falso y a esta forma de ver el mundo pasa, en primer lugar, según el doctor Faus, por el reconocimiento del problema: «Lo primero es hablar, pedir ayuda. El suicidio se ve como la vía de salida ante un problema que en realidad es pasajero; hay que hacer ver a la persona que lo que le pasa tiene solución. En general, la persona que se quiere suicidar no quiere morirse, sino que no quiere vivir de la manera en la que lo está haciendo».
En medio del desconcierto
Entonces, ¿qué les pasa a los jóvenes? ¿Qué les falta? ¿Qué están buscando? Doña Sol Fumanal, orientadora familiar y de pareja, instructora del método de ovulación Billings y colaboradora habitual de la emisora familiar Onda Voz (www.ondavoz.es), afirma que «los jóvenes se buscan a sí mismos en medio el desconcierto que la sociedad actual les ofrece. A muchos de ellos nadie les ha explicado que la felicidad no consiste en tener sino en ser. Ser persona conlleva una inmensa capacidad de ser feliz y de hacer feliz a otros, que si no desarrollamos nos lleva a lo contrario, al ansia de tener, en la creencia de que la última tecnología que caiga en mis manos, el último vestido o el peinado de moda, será lo que me lleve a la felicidad. Buscarte a ti mismo en estas edades es lo propio, la rebeldía, el desconcierto, la incomprensión, la búsqueda de aquello que me ayude a saber cuál es mi lugar, quién me quiere y qué es lo que necesito. Ni siquiera los adultos, aquellos que debemos ser su ¿modelo?, sabemos con frecuencia qué es lo que realmente buscamos; pero si ponemos la inteligencia en ello, sí somos capaces de diferenciar que tenemos unas capacidades y unos motivos para vivir, mucho más elevados, que distan del modelo que se nos ofrece para vivir entre algodones, sin esfuerzo pero con tristeza...» Esta pedagoga habla sobre «la necesidad del silencio interior que es preciso para pensar y ordenar mi vida conforme a unos principios que realmente me hagan llegar a ser persona, es decir, a utilizar mis capacidades, inmensas por cierto, de grandeza en mi dedicación a otros, a pensar en sus necesidades antes que en mi última adquisición musical, de entregar mis preocupaciones en una simple sonrisa o en una llamada de teléfono, no un simple sms, para decirle a mi amigo que tengo un rato libre para escucharle, para llevarle en mi coche a hacer recados o, por qué no, facilitar mi sitio a una persona mayor para que vaya sentada en el Metro».
Por eso, los modelos de referencia son tan importantes; sin ellos, los adolescentes y los jóvenes se quedan huérfanos, sin rumbo. Afirma la señora Fumanal: «Debemos acompañarlos en ese camino que tienen que recorrer, como hemos tenido que hacer todos, esa grandeza de la que hablamos, esos ejemplos y modelos a seguir (padres, familia, amigos, profesores..) les ayudarán a obtener un criterio propio, les hará conscientes de que lo importante es que tú estés a su lado; no necesitan que les evitemos el sufrimiento, que disfruten y disfruten entre algodones y sin límites, pues si la vida es para eso, para ser feliz, esa sobreprotección y consentimiento sin límite y por miedo a no ser su padre-amigo les lleva a una falta de madurez, es decir, a una falta de libertad, sin la cual soy incapaz de poner mi voluntad y mi inteligencia al servicio de un bien mayor, como es elegir mi propio bien, y eso va siempre por el camino del esfuerzo, las miras altas, la aceptación de las situaciones que nos toca vivir y el pensar en los demás. Ante todo, necesitan que estemos con ellos, no que tengan cosas, sino que nos tengan a nosotros físicamente a su lado».
Jóvenes en la web
Las compañías son tan importantes... Lo que ocurre es que, en estos días, las tecnologías, que tantas posibilidades de comunicación ofrecen, se han convertido, paradójicamente, en un refugio en el que poder aislarse. Y por ahí puede entrar de todo. De esta inquietud ha nacido la web www.masjoven.org, una iniciativa creada por jóvenes y orientada a los jóvenes. «¿Se puede ser joven y tener fe? ¿Se puede ser joven y participar en las Eucarístias de los domingos? ¿Cómo se vive la religión siendo joven? Todas estas preguntas, y muchas más tendrán respuesta en esta web, en la que además podrás acceder al Evangelio del día, oraciones especiales para cada momento. Un rinconcito en el que cultivar tu fe»: así se presenta esta iniciativa de los catequistas y miembros de un grupo de confirmación de la parroquia de Peralta, en Navarra. Uno de sus responsables, don Jesús Garrido, recuerda: «Después de la Confirmación organizamos dos grupos de jóvenes, que hoy están acabando sus estudios o están ya trabajando, y entonces uno sugirió, como un compromiso: ¿Por qué no hacemos algo de cara a fuera? Así surgió la posibilidad de hacer algo que trascendiera al pueblo y creamos una página web. Como uno de los chicos es ingeniero informático, lanzamos la página en la Pascua de hace dos años, y tuvo una repercusión que ninguno esperábamos: empezó a entrar gente, y al año tuvimos cerca de 11.000 visitas. En Internet hay de todo, pero nosotros vimos que había una demanda de lo que ofrecemos nosotros, y muchos nos han respondido y nos han dado la enhorabuena por los contenidos».Dos son los asuntos que más entradas tienen en la página web. Dice Jesús. «Vimos que había una demanda de información en determinados temas que preocupan a los jóvenes, sobre todo en el tema de las drogas y en el de la sexualidad, y vimos también que la información que se está dando por ahí confunde a los chavales, y crea situaciones de desengaño y angustia. Nosotros nos hemos formado bien y hemos querido volcar esa información en nuestra página web. También tenemos otros recursos como artículos de personas que se han ido sumando al proyecto, gente de la Universidad de Navarra, catequistas que colaboran aportando un artículo de vez en cuando, materiales que nos ceden otras páginas web..., además de las aportaciones que realizan los jóvenes desde su experiencia laboral y de estudios».
Para Jesús, «la idea es hacer una página web para hacer una buena pastoral de jóvenes, ofreciendo formación e información, con materiales de ayuda incluidos, para todo tipo de jóvenes. Y cuidamos que todo lo que ofrecemos respete las enseñanzas de la Iglesia». Y, como ellos mismos afirman desde su sitio en Internet, ¿Qué mejor forma de poder entrar en todos los hogares que a través de Internet, la red de redes?
Para Jesús, «la idea es hacer una página web para hacer una buena pastoral de jóvenes, ofreciendo formación e información, con materiales de ayuda incluidos, para todo tipo de jóvenes. Y cuidamos que todo lo que ofrecemos respete las enseñanzas de la Iglesia». Y, como ellos mismos afirman desde su sitio en Internet, ¿Qué mejor forma de poder entrar en todos los hogares que a través de Internet, la red de redes?
Tomado de la revista Alfa y Omega nº597 - en portada - Jose Luis Vazquéz Dias-Mayordomo.
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