(Mt 10,17-22) |
Ante un proyecto cargado de dificultades y peligros, incluso con riesgo de perder la vida, el sentido común aconseja desistir. Y eso parece que se puede desprender de las palabras de Jesús. Pero nada más lejos de la realidad. Jesús nos advierte de las dificultades, pero nos garantiza el resultado y nos anima porque Él va con nosotros y, en Él, superaremos todo peligro, obstáculo y dificultad.
No es un camino, seguir a Jesús, fácil ni cómodo. Supone una lucha constante contra uno mismo y contra los que pretenden desviarte, perseguirte y ponértelo difícil, incluso hasta con amenaza de muerte. Está pasando en estos momentos en casi todas las partes del mundo. Unos lugares más cruentos que otros, pero mueren a diario muchos cristianos que son perseguidos y martirizados.
Concretamente en España, la lucha es dialéctica y política. Se prohibe las clases de religión, se quitan los crucifijos de lugares públicos. Se aprueba la ley del aborto, se impide la educación libre y se excluye la religión del plan educativo. Y se mira con malos ojos a los que se declaran cristianos. Experimentamos con gozo y alegría, ahí está y se ve la fuerza del Espíritu Santo, que las Palabras de Jesús se cumplen, y que, a pesar de los peligros y dificultades, los cristianos no abandonan sino hasta crecen en números.
Sólo nos motiva un deseo inmenso de servir al Señor y de vivir en su Palabra. Y la esperanza de que sus Palabras se cumplirán: Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.