(Lc 11,37-41) |
La buena conducta se hace verdadera cuando actúa dentro y fuera. Cuando se cumple en la calle, pero también se vive dándole cumplimiento en la casa. Es políticamente correcto tener dos cara, una para la polis, la política, y otra para mi casa, mi interior, mis asuntos, mi propio yo. De tal forma que, cuando nos interesa ponemos una, y cuando no, destapamos la otra. Y eso se está haciendo tan normal que incluso llegamos a blanquearlo con el término "políticamente correcto". En la actualidad, en nuestro país, tenemos muchos ejemplos. Ocurre en cada banquete.
Hoy, Jesús, pone las cosas en su sitio, y denuncia todo aquello que se esconde debajo de ese término actual y de nuestro tiempo. Lo políticamente correcto es una actitud farisaica y de intereses; lo políticamente correcto es una actitud que usan aquellos que tratando de esconder la verdad, le dan cauce y tinte de verdad a la mentira, o a lo injusto. Lo políticamente correcto son aquellos actos con los que cubrimos y tapamos nuestras malas inclinaciones, nuestros pecados y nuestras malas e intencionadas acciones. Echado el manto de lo políticamente correcto lo normalizamos y lo justificamos.
Son los autos engaños con los que distorsionamos nuestra propia realidad y tratamos de justificar la mentira revistiéndola de verdad. Y eso no pasa desapercibido para Jesús que lo descubre y lo denuncia: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros».
Sí, hermanos, no nos vale decir y hacer si ese decir y hacer no está apoyado en la Palabra de Dios. No nos vale de nada alcanzar fama, éxito y admiración si ellas están edificadas sobre mentiras y falsedades. Jesús es nuestro modelo y mirémosle como ha vivido y cual ha sido su final. Hoy, muchos hombres han elegido a su dios y le han bautizado con lo "políticamente correcto". Y trataran de echar abajo al verdadero Dios que proclama y vive en el verdadero amor. Por eso, todo aquello que no sea lo políticamente correcto será depravado y aniquilado.
Pidamos la fortaleza, la sabiduría y la paz para que el Espíritu Santo ilumine a la Iglesia, con el Papa Francisco a la cabeza, para que sepa siempre distinguir lo políticamente correcto de lo que realmente es verdadero y correcto según la Palabra del Señor.
Pidamos la fortaleza, la sabiduría y la paz para que el Espíritu Santo ilumine a la Iglesia, con el Papa Francisco a la cabeza, para que sepa siempre distinguir lo políticamente correcto de lo que realmente es verdadero y correcto según la Palabra del Señor.
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