domingo, 19 de enero de 2025

EL PRIMER «SIGNO»

Poco se habla de María en los Evangelios, pero si algo importante hay que decir de María, uno de esos momentos relevantes puede ser su intervención en la boda de Caná. María percibe el problema de la falta de vino, algo muy importante en una fiesta, más en la circunstancias de una boda. ¿Qué dirán los familiares e invitados si de repente les llega la noticia de que no hay vino? Puede ser un gran problema para el comienzo de esa pareja que inicia y celebra su unión.

Y, percibida la gravedad de la falta del vino, María recurre a su Hijo Jesús, lo cual descubre la intuición de María y su conocimiento de quien era su Hijo. Sus palabras son netamente reveladoras y aleccionadoras para cada uno de nosotros. Dirigiéndose a los sirvientes les dice: «Hagan lo que Él les diga».

Hago un aparte en este momento, porque será muy importante incluirnos nosotros en ese grupo de sirvientes y dejar que esas palabras de María entren también en nuestros corazones: «Hagamos lo que el Señor nos diga». Oiremos también este mensaje, en ese momento de parte de Dios, nuestro Padre, en el momento de la Transfiguración de Jesús en el Tabor:  "Este es mi Hijo muy amado, escuchadlo".

María, la Madre, y también Madre nuestra, nos pone desde los primeros pasos del anuncio de la Buena Noticia en el camino de escuchar y hacer lo que el Señor nos dice. En otras palabras, hacer su Voluntad. Porque nuestro camino es y será siempre ese, hacer la Voluntad del Señor. Y, no lo dudemos, para ello contaremos siempre con la intersección y compañía de María, nuestra Madre.

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